Definiendo los achaques dolorosos de la vejez, y el reumatismo

LOS ACHAQUES DOLOROSOS DE LA VEJEZ

Definiendo los achaques dolorosos de la vejez, y el reumatismo

Independientemente de que la senectud sea un proceso fisiológico, es un hecho conocido que gran cantidad de ancianos se quejan de lo que se ha dado en llamar achaques dolorosos de la vejez o reumatismo.

En las siguientes líneas, se intenta dar una posible explicación a estos achaques sin pretender definir una patología específica. Arbitrariamente se dividen estas personas en tres categorías:

1- La silente mayoría. Se trata de los ancianos que aparentemente no se quejan. Cuando a una población geriátrica, que a primera vista vive una vida normal en sus casas, se le examina desde un punto de vista gerontológico, se consigue, que tanto las mujeres como los hombres tienen un promedio de tres problemas cada uno que contribuyen a la discapacidad y dependencia (197). Esta discapacidad está presente en 12% del grupo de edades comprendidas entre los 65 a 69 años y aumenta hasta 80% en el grupo de mayores de 85 años (197). Una cuarta parte de estos ancianos presenta enfermedad articular importante, otro porcentaje se queja de dolor en los pies, dificultad para caminar y otros síntomas, que sin ser enfermedades reumáticas propiamente dichas, forman parte del reumatismo propio de esta edad.

2- Los enfermos “fisiológicos”. Se agrupa bajo esta denominación, a los ancianos que se quejan de molestias osteomusculares (reumatismo) provocadas por los cambios propios del envejecimiento.

Entre los procesos fisiológicos que de una u otra manera contribuyen a producir síntomas musculoesqueléticos en la vejez están:

a- Los cambios somáticos provocados por la menopausia (Cap. 4).

b- El envejecimiento del cartílago articular. (Osteoartritis)

c- Los cambios en las entesis provocados por la edad (Cap. 1).

d- Los cambios tróficos que sufren los músculos o sarcopenia (ver, atrás).

e- La osteoporosis senil o posmenopáusica que provoca cifosis dorsal, lo cual repercute en la bipedestación e impone un esfuerzo a los músculos de la zona lumbar, dorsal, escapular y cervical.

f- Los cambios psíquicos involutivos, en especial la depresión que hace “sentir mal al anciano”.

3- Los enfermos “patológicos”

Se trata de los ancianos que presentan enfermedades osteomusculares o articulares como causa de su dolor.

Entre estas patologías se incluyen la artritis reumatoide de la vejez y sus variantes, la polimialgia reumática, y otras patologías propias de esta edad.

Temas relacionados: Artritis reumatoide en la vejez. Lupus en la vejez.

Epidemiología del dolor en la tercera edad

Independientemente de lo antes expuesto, los estudios epidemiológicos demuestran que el dolor (que motiva directamente la consulta al médico o la toma de medicación) es dos veces más frecuente en las personas mayores de 60 años que en las menores de esa edad (25% contra 12.5%) (420). El dolor más común en el anciano, es el musculoesquelético. En 66.3% de los casos es de origen articular, sigue en frecuencia el dolor nocturno en los miembros inferiores (56.4%), el dolor de columna (28.3%) y el dolor de

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