Desalinizacion Del Agua De Amar

El agua ocupa aproximadamente el 71% de la superficie de la tierra. Sin embargo, el 97% de este recurso disponible en el planeta está en los océanos, es decir, es salobre y no apto para el consumo humano. Estas aguas tienen una gran cantidad de Cloruro de Sodio, también conocido como sal. Otros minerales que se encuentran son el cloruro de magnesio, el sulfato de magnesio y el sulfato de calcio. La salinidad del agua del mar varía de un lugar a otro debido a los aspectos climáticos, especialmente la temperatura, que influye en la evaporación. La cantidad media de sal es de un 35% (35 g de sal por cada litro de agua).

El mar podría convertirse en una nueva fuente de agua para usos humanos, específicamente en aquellas regiones con creciente demanda de agua dulce que no puede ser satisfecha por los ríos o el subsuelo.

La desalinización es el proceso que trata de eliminar la sal presente en el agua del mar y así convertirla en agua potable que pueda ser utilizada para procesos del hombre, a través de un proceso físico-químico se busca eliminar los minerales que podemos encontrar en el agua. Algunos de los procesos hasta ahora desarrollados son la osmosis inversa, destilación por compresión de vapor, evaporación súbita, entre otros.

La evaporación súbita es el método más utilizado para desalinizar el agua, El agua de mar se calienta y después se bombea a un tanque de baja presión, donde se evapora parcialmente. Seguidamente, el vapor de agua se condensa y se extrae como agua pura. El proceso se repite varias veces. El líquido restante contiene una gran cantidad de sal, y a menudo se extrae y se procesa para obtener minerales. El agua de mar que entra se utiliza para enfriar los condensadores de cada evaporador, logrando así conservar la energía.

Otro método seria la ósmosis inversa consiste en hacer pasar por la membrana semipermeable el disolvente (en este caso agua) desde el lado donde está la solución más concentrada (el agua de mar, con sales disueltas), hacia el lado contrario, sin que pasen las sales. En este caso se requiere energía, en forma de presión, que será ligeramente superior a la presión osmótica que haría pasar el solvente de baja concentración hacia el lado de la alta concentración. La presión necesaria para conseguir la ósmosis inversa depende de la cantidad de sales disueltas y del grado de desalinización que se quiera obtener. Del empleo de energía en el proceso resulta un aumento de la entropía. Este proceso no se involucra ningún tipo de cabio de fase, mientras que la mayor parte del consumo de la energía se invierte en l etapa de presurización. El agua resultante pasa a un depósito de almacenaje, donde, de ser necesario, se le añaden minerales de modo que mejore su calidad para el consumo humano según las normas sanitarias vigentes.

Una planta de ósmosis inversa necesita procesar un volumen de agua de mar de hasta tres veces mayor que

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