Desarrollo De Ciencia
Enviado por claussmacias0825 • 20 de Marzo de 2014 • 2.038 Palabras (9 Páginas) • 376 Visitas
La ciencia encamina al hombre hacia un desarrollo progresivo de sus potencialidades en lo que respecta al dominio de su entorno. Debe entonces haber un aparato direccionante de la misma, con el fin de que dicho desarrollo valla de la mano con el beneficio común de toda la humanidad. Es aquí donde la epistemología juega un papel fundamental; pero, ¿cuál es realmente la trascendencia de ella en lo que respecta al avance científico y al desarrollo del hombre?.
La epistemología se fundamenta en el estudio de la investigación científica y su producto, por ende, se halla estrechamente vinculada con el desarrollo humano a razón de centrar su interés en el conocimiento científico y la relación de éste con el progreso de la humanidad.
La ciencia es un cuerpo de conocimientos sobre la naturaleza que representa los esfuerzos, el discernimiento, la perspicacia, los descubrimientos y el saber que en forma colectiva ha desarrollado la especie humana. “Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta” (Mario Bunge, 1958).
Cuando hacemos referencia al proceso de como se da el conocimiento, debemos partir de que este se da en la relación del sujeto con el objeto, la manera como el sujeto cognoscente, es decir, el hombre, capta y percibe el objeto cognoscible, es decir, la realidad. Realidad que está imbuida en la vitalidad de nuestro ser humano, que se lanza a la comprensión de su existencia y lo existente.
A lo largo de la historia, el hombre se ha planteado diversos problemas y cuestionamientos que le permitan desarrollar una mejor comprensión y manejo del mundo que le rodea, estos planteamientos son innatos en él, y surgen primeramente, sin distinguir orden de clasificación, por la curiosidad que el mundo le causaba, y el crear medios y estrategias que le permitieran subsistir, incluso sobrevivir dentro de un mundo hostil, pero por sobretodo desconocido por si mismo.
Lo anterior nos permite comprender que el proceso del conocimiento y la manera como se ha ido constituyendo como tal hasta nuestros días, se da en el proceso y bajo el enfoque del hombre, que como ser pensante da respuesta a sus inquietudes y desarrolla técnicas para atender las necesidades que el espacio y el tiempo le han ido presentando para la gobernabilidad y convivencia con el mundo, dentro del mundo, para el mundo y con los del mundo, y diversas maneras que nos llevan a hablar en nuestros días sobre una verdadera teoría del conocimiento.
Teoría en la que grandes hombres como Hessen, Kuhn, Habermas, Bunge, Descartes y tantos otros nos han querido esclarecer de que manera se origina el conocimiento; surgiendo a la vez diversas corrientes (empiristas, racionalistas, positivistas, etc) que defienden a capa y espada lo que ellos creen como verdadero, es decir su propio conocimiento, el punto de enlace del sujeto y objeto mencionados anteriormente.
Comencemos nuestro recorrido por los caminos del conocimiento, partiendo precisamente por el desconocimiento del hombre del mundo que habitaba y su necesidad de irlo comprendiendo y manejarlo, como parte indivisible de su ser, por el mismo hecho de pertenecerle y hacer parte de él, en su proceso evolutivo que dio origen y conformación a la ciencia, y su razón de ser hombre pensante.
El hombre en su esencia y existencia es la magna obra de la creación por ser el depositario de un universo que fue puesto en sus manos para poder conocerlo, gobernarlo y hacer uso de él a su antojo y plena libertad, pero esta libertad y sometimiento como aparece más explícitamente en el Génesis[1], debía ir acompañada de un elemento que le permitiera dar uso a toda esa grandeza que aparecía frente a sus ojos y que él, con el paso del tiempo aprendería a conocer y manejar. Este elemento primordial que le permitiría dicho uso era la razón, el pensamiento.
En una etapa inicial el sujeto se limita a contemplar y observar lo que le rodea, como un bebe, un recién nacido para este nuevo mundo que habría de habitar. Por supuesto, esta referencia solo hace énfasis al proceso de sistematizar y pensar dicho mundo, porque el hombre como tal tiene ciertamente gran grado de conocimiento y percepción del mundo.
Fijar un comienzo definido para establecer, a partir de allí, el nacimiento de un pensar científico resulta una tarea aventurada. Si bien es cierto que la ciencia, como actividad socialmente organizada, es privativa del mundo moderno, no puede desconocerse de que se hacía ciencia, de algún modo en la antigüedad, por lo menos en lo que se refiere a ciertos temas y áreas del conocimiento. La dificultad se presenta por el hecho de que lo científico –como modo específico del conocer -, no surge de una vez perfilado y completo, sino que se va conformando en un proceso lento, generalmente discontinuo.
Se da ahora un proceso de observar sistemáticamente datos de un modo organizado y regular para encontrar respuestas a lo que no sabemos pero deseamos conocer.[2] Mediante observaciones bien hechas se pueden intimar muchas otras cosas, importantes sin duda, pero falta un trabajo teórico, esencial para que tales informaciones lleguen a esclarecer el núcleo de la cuestión de los conocimientos que deseamos asimilar.
Puntos de reflexión respecto a la teoría del conocimiento
Ø ¿Por qué el conocimiento es un producto histórico y social?
El conocimiento surge de la práctica social, de la manera como el hombre se relaciona con lo otro, con lo que le rodea y su interacción con quienes comparte su vivencia. Es producto social porque el conocimiento nace de la obligación de aprehender la manera como se vincula con los otros y en su condición de saber con quien lo hace. Descubrir las causas y el origen de las cosas, de qué están conformadas, su finalidad, y hacedor de las mismas.[3] Finalmente es social porque es la manera como el hombre se relaciona e intercambia ideas con otros sujetos, naturaleza y propia realidad, complementándose mutuamente en la construcción del conocimiento y su lucha por alcanzarlo según su propia clase y condición.
Es producto histórico porque el sujeto se enmarca en un contexto estipulado que condiciona todo aquello que puede percibir y alcanzar, dejando como resultado los deseos de volver a las
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