Desastres

Asignación nº1

El desastre no son los eventos climáticos (sismos, huracanes, etc.) sino los daños que estos le ocasionan a la sociedad, infraestructuras, servicios entre otros. Sin embargo, los eventos físicos no son suficientes para que suceda un desastre, para ello debe existir una sociedad vulnerable a sus impactos, que se vea incapacitada para hacer frente o recuperarse por sus propios medios de estos impactos físicos externos.

Algunas de las causas de los desastres son producto de las modalidades de crecimiento económico, que se caracterizan por la acelerada transformación de la sociedad, sin tomar en cuenta la naturaleza, la urbanización no planificada, la búsqueda de la ganancia a corto plazo, el empobrecimiento de grandes masas de la población y su marginalización en el territorio, son las que ocasionan los desastres, las personas pobre tienen muchas menos oportunidades para recuperarse de las consecuencias de los desastres y tampoco encuentran opciones para prepararse frente a ello, de igual forma, las personas que hacen una inadecuada ocupación del territorio son las más afectadas por los desastres, ya que su situación económica y la centralización no le dejan más opción  que ocupar zonas inadecuadas para vivir.

Los desastres son el producto del proceso de transformación y crecimiento de la población que no garantizan una adecuada relación con el ambiente, son problemas no resueltos del desarrollo y la vulnerabilidad existente es una manifestación del déficit que existe en el desarrollo.

El peligro o amenaza hace referencia a la probabilidad de que ocurra un evento físico dañino para la población, la vulnerabilidad es la susceptibilidad de la sociedad de sufrir daños de acuerdo a sus características particulares, no existe el peligro sin la vulnerabilidad y viceversa, el riesgo representa la posibilidad de daños y pérdidas si ocurre un evento adverso.

Es vital reducir los riesgos de desastres para construir un futuro más seguro, equitativo y sostenible.  

El terremoto de Caracas de 1967 fue un movimiento sísmico que azoto a Caracas y el Litoral Central. Este fenómeno afecto mayormente a las zonas de Altamira, Los Palos Grandes y el Litoral Central.

El Distrito Federal fue sacudido por un sismo de 6.5 a6.7 grados en la escala de Richter con una duración de 35 a 55 segundos, en la zona de Caracas dejo un balance de 2.000 heridos y 236 muertos, los daños materiales de más de 10 millones de dólares estadounidenses.

El desastre dejo a 80 mil personas sin vivienda. Seis edificios fueron destruidos, 40 edificios fueron declarados no habitables, 180 edificios sufrieron deterioros graves y un número no cuantificado de viviendas, de uno y dos pisos, resultaron averiadas, especialmente las fachadas, paredes de recubrimientos, frisos, balcones, cornisas y aleros.

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