Desertificacion Y Perdida Del Suelo
Enviado por • 23 de Octubre de 2012 • 2.752 Palabras (12 Páginas) • 941 Visitas
Introducción:
Una buena parte de los problemas que padece la humanidad obedecen a la degradación y pérdida de los suelos. Cuando esto ocurre, el ser humano no puede cultivar, o las producciones de las cosechas son exiguas. Lo mismo ocurre con las praderas y pastos. Del mismo modo, el hombre y la biosfera se contaminan, pudiendo llegar a degradarse enfermar o morir (según afecte a uno u otro), como veremos más adelante.
Pérdida de Suelo
Erosión del Suelo
La erosión del suelo puede producirse ya sea por el agua, el viento, el hielo, o la propia gravedad. Hablamos entonces de erosión hídrica, eólica, glaciar-periglaciar, y mecánica respectivamente. En la mayoría de los casos, los tipos hídricos, glaciar-periglaciar y mecánicos requieren que el suelo se encuentre en posiciones fisiográficas de pendiente (laderas de montañas, colinas, etc.). Por el contrario, en el caso de erosión eólica tal requisito no resulta necesario. En cualquier circunstancia, el factor externo al suelo que más influye sobre la erosión es la pérdida total o considerable de la cobertura vegetal. La vegetación recubre el suelo y evita que las gotas impacten directamente sobre él, ya que en caso de hacerlo su energía cinética destruye los agregados de los que hablamos en el primer post, liberando las partículas elementales que lo constituyen (arenas, limo, arcilla) que son más fácilmente arrastradas por el agua de escorrentía (en el caso de las arcillas también pueden exportarse en suspensión a través del perfil hacia ríos o aguas subterráneas). Del mimo modo, las raíces de las plantas, retienen el suelo entre su entramado, resistiendo mejor las fuerzas que tienden a arrastrarlo hacia otros lugares. Por otro lado, el viento, en ausencia de la cobertura vegetal, levanta las partículas y las exporta, ya sea por suspensión en el aire (las más finas) o por reptación (las más gruesas). Existen muchos subtipos de erosión para cada uno de los cuatro grupos principales que hemos mencionado. Así por ejemplo, en el caso del agua, podemos hablar de erosión laminar, surcos, cárcavas, etc. En el caso de la gravedad, de deslizamientos, avalanchas, etc., y así sucesivamente. En una contribución anterior, ya os explicamos con más detalle, una clasificación de los mismos . Como habréis observado, muchos cultivos dejan extensas áreas de suelo desnudas, por lo que este queda más expuesto a los agentes erosivos. Por estas razones, suele recomendarse que entre las especies agrícolas sembradas (cuando se trata de plantas perennes) se siembren otros herbáceos que tapicen y protejan el suelo. Se trata de lo que se denomina cultivos de cobertera. Si el agricultor siembra especies anuales y los suelos requieren descanso para recuperarse (barbechos), es pertinente sembrar otros que lo cubran mejoren sus propiedades. Hablamos de rotación de cultivos. Las tradicionales terrazas o bancales , originadas por diversas culturas independientemente, rompen la pendiente de las laderas en escalones, ayudando a impedir los procesos erosivos. Todas ellas pueden considerarse buenas prácticas de conservación de suelos .
Sellado del Suelo
El sellado , no ha sido un grave problema para la conservación de los recursos edáficos hasta los últimos decenios. La densidad de población no era lo suficientemente elevada, como para tener que sellar grandes extensiones de suelo. Sin embargo, conforme el número de habitantes del planeta ha ido aumentado a toda velocidad, también lo han hecho el de de ciudades e industrias, así como las infraestructuras viarias requeridas para ponerlas en contacto. Actualmente, millones y millones de Km2, se encuentran sepultados bajo asfalto y cemento, llegando a extenderse en ciertos países industrializados hasta ocupar más del 20% de su territorio. Pero el problema fundamental estriba en que estas obras humanas suelen instalarse en los suelos más fértiles y productivos de cada país, compitiendo y desplazando a la agricultura. La causa fundamental de este problema proviene de que las industrias, urbes y carreteras son más fáciles de construir en zonas llanas que en las montañosas, y si hay recursos hídricos cercanos mucho mejor. Generalmente, allí también se encuentran los suelos más fértiles, como las vegas de los ríos, llanuras costeras, deltas, etc. El caso de las presas o embalses es más singular aun, ya que inevitablemente deben situarse en los valles fértiles de las montañas, inundando también los suelos en donde se asentaban los cultivos, pastos y praderas más productivos e indispensables para sus moradores. Una vez construidas, la población debe emigrar, ya que por lo general las laderas tienen suelos poco profundos y por su ubicación en pendiente son muy susceptibles erosión muy severa. El resultado final se traduce en la destrucción de las culturas de las de montaña o serranas.
Degradación del Suelo
Los procesos de degradación del suelo son excesivamente numerosos como para poder explicar todos y cada uno de ellos. En general, son producto del mal uso que el hombre realiza de los recursos edáficos. Seguidamente, abordaremos la descripción de los más relevantes, sin pretender ser exhaustivos.
Pérdida de materia orgánica: Cuando el hombre cultiva la tierra y no repone la materia orgánica que pierde (recordar que al cosechar se exporta de los agroecosistemas mucha biomasa, que de esta forma limita la que retorna al suelo como necromasa), los agregados del suelo terminan por deshacerse en sus partículas constitutivas (pérdida de geles húmicos), empeorando su estructura y todas aquellas propiedades asociadas a lo que en el susodicho post anterior denominamos “esponjamiento”. En consecuencia, resulta ser de suma importancia adoptar técnicas agrarias y pecuarias que eviten la pérdida de la materia orgánica de los suelos (laboreo sin labranza, etc,). La perdida de materia orgánica, como veremos más adelante también favorece la pérdida de biodiversidad de organismos del suelo (falta de alimento) y su compactación. Estos son oscuros en superficie cuando atesoran mucha y claros cuando albergan muy poca.
Salinización y sodificación: se trata de los procesos que tienen lugar al aumentar el contenido de sales potásicas y sódicas del suelo , en detrimento de otros cationes, que como el calcio, son vitales para la nutrición vegetal. Bajo estas circunstancias, el pH del suelo aumenta en exceso (por encima de 8.5), generándose una captura muy descompensada de los nutrientes que requieren las plantas. Más aun, cuando las sales son principalmente sódicas, los agregados del suelo terminan siendo muy inestables, destruyéndose con facilidad, y modificando la morfología del perfil y su estructura negativamente. Prácticas frecuentes que provocan la salinización del suelo son el riego con aguas relativamente salobres
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