Dolor patelofemoral y síndrome cruzado superior
Enviado por jacobtapia • 10 de Marzo de 2019 • Informe • 2.831 Palabras (12 Páginas) • 159 Visitas
FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA DE KINESIOLOGÍA
Dolor patelofemoral y síndrome cruzado superior.
Nombre del docente:
Nombre del ayudante:
Nombre de los alumnos:
Valparaíso, Julio del 2018
INDICE
1.- Marco Teórico………………………………………………………………………………………………………..Pág 3-4
2.- Caso clínico…………………………………………………………………………………………………………….Pág 5-9
2.1 datos generales del paciente…………………………………………………………………………….Pag 5
2.2 datos ingreso a centro kinésico…………………………………………………………………………Pag 5
2.3 anamnesis…………………………………………………………………………………………………………Pag 5
2.4 evaluación………………………………………………………………………………………………………..Pag 6
2.5 diagnostico kinésico………………………………………………………………………………………….Pag 6
2.6 objetivo general……………………………………………………………………………………………….Pag 6
2.7 objetivo general……………………………………………………………………………………………….Pag 6
2.8 objetivos operacional……………………………………………………………………………………….Pag 7-9
3.- Bibliografía………………………………………………………………………………………………………..…..Pág 10
4.- Anexos…………………………………………………………………………………………………………………..Pág 11-13
Marco teórico
La inestabilidad de la articulación patelofemoral es multifactorial. [1] uno de los trastornos musculoesqueléticos más frecuentes que afectan la articulación de la rodilla es el síndrome del dolor patelofemoral (SDPF). Su incidencia es mayor en poblaciones físicamente activas como adolescentes y adultos jóvenes, ocurriendo con mayor frecuencia entre las mujeres en función de las diferencias estructurales. [2]
La etiología de la SDFP sigue siendo incierta, siendo la causa más común el mal posicionamiento de la patela. Entre otros los factores citados en la literatura están el aumento del ángulo Q, la insuficiencia del vasto medial oblicuo y la débil activación de las fibras posteriores del glúteo medio. Hay muestras de pronación excesiva de la articulación subtalar, llevando a las compensaciones biomecánicas que sobrecarga la articulación de la rodilla. [2]
El dolor es el principal síntoma presentado por los sujetos con SDFP, la cual se caracteriza como difusa, retro patelar o peri patelar, a menudo bilateral y con períodos de exacerbación. [2]
Típicamente, aparece después de actividades donde se hace exigencia a la articulación patelofemoral como las sentadillas, el trote, subir y bajar escaleras o las caminatas en montaña. [3]
El diagnóstico de estas enfermedades se debe al cúmulo de experiencia y a la introducción de técnicas y equipos imagenológicos de avanzada. [4] las técnicas de diagnóstico por imagen para el estudio del DAR pueden dividirse en estructurales (radiografías, tomografía axial computarizada, resonancia magnética nuclear) y metabólicas como la gammagrafía con tecnecio. [4]
Muchos de ellos responden bien al tratamiento conservador. La fisioterapia, el fortalecimiento con ejercicio isométricos progresivos del cuádriceps, en especial del vasto interno, restricción de las actividades que requieran > 90 grados de flexión de rodilla, el uso de antiinflamatorios y un programa de ejercicios destinados a mantener un bue trofismo muscular. [5]
En las ocasiones en que fracasa el tratamiento conservador es necesario realizar tratamiento quirúrgico, se establece entonces el debate acerca de cuál proceder resultaría el más idóneo para cada paciente. [6]
En relación al síndrome cruzado superior, la postura corporal es inherente al ser humano, puesto que le acompaña las 24 horas del día y durante toda su vida. Entendemos como postura corporal como la posición relativa de los distintos segmentos corporales, cabeza, tronco y extremidades, es decir la posición que adopta el cuerpo durante el día. Si bien, existen diferentes posturas corporales, no todas ellas son correctas ni saludables. Para que esta postura sea correcta no debe sobrecargar a la columna ni a ningún otro elemento del aparato locomotor, y por supuesto no debe causar ni provocar dolor en la espalda o sus proximidades. [7]
El síndrome cruzado superior caracteriza por la presencia de hombros protraídos y redondeados, cifosis torácica, antepulsión de cabeza, acortamiento en pectorales,
esternocleidomastoideo, escaleno, y extensores cérvico-torácicos e hipoactividad en Flexores profundos del cuello, estabilizadores escapulares y músculos intersegmentales espinales. [8]
Dicho síndrome se ve favorecido por patrones respiratorios disfuncionales, patrones de sobreactivación neuromuscular en respuesta al estrés, tensión y ansiedad, ocupaciones que requieren sinergias flexoras predominantes, efectos adversos del entrenamiento como predominancia de estimulación de músculos movilizadores superficiales sobre los profundos. · Sobreuso de estrategias de movimiento superiores por disminución del control lumbo-pélvico. [8]
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