Doncepcion
Enviado por lorenzoaraya • 5 de Abril de 2013 • 1.796 Palabras (8 Páginas) • 293 Visitas
El hombre es una entidad psico-bio-social, que va ligado a su funcionamiento psicológico y además la cultura quien es la que se encarga de moldear su comportamiento e instintos quienes están bajo las fuerzas: el ello es todo aquellas pulsiones sexuales presentes en su instinto, y su deseo , mientras que el súper yo es la fuerza que representa lo cultural y las reglas de comportamiento que maneja su comportamiento, mientras que el yo es la fuerza mediadora entre el ello (instintos) y el súper yo (la cultura).
Es psicológico por: El ser humano es un ser sociable por naturaleza, porque su vida depende de la existencia de otros y al mismo tiempo ocupa un lugar dentro de esa sociedad que habita y el cual tiende a modificar los instintos son indispensables para su construcción de la personalidad.
Es Biológico por: El ser humano es biológico por contener instintos y pulsiones de tipo libidinoso o sexual contenidos dentro del ello.
Es Social: Porque es necesario para su desarrollo vivir dentro de una comunidad como miembro, y al mismo tiempo es sujeto de sus prohibiciones y sus reglas las cuales a través del súper yo modifica su conducta.
El hombre, a diferencia de los animales, posee como característica exclusiva la racionalidad. Esta le permite pensar, evaluar y actuar de acuerdo a ciertos principios para satisfacer algún objetivo o finalidad, con los recursos que tiene a su alrededor. Este atributo humano hace que la conducta de nuestra especie sea consciente, en lugar de la instintiva animal, por lo que somos capaces de hacer frente de forma innovadora a problemas que no habíamos tenido anteriormente.
Somos animales simbólicos, ya que al adaptarse al medio crea la cultura, que se agrupa en universo simbólicos y abstractos, a los que dota de significados; además de transmitir relaciones abstractas como los ideas, los sentimientos, las concepciones del mundo y dan lugar a las religiones, la ciencia, el lenguaje,… Una de sus primeras manifestaciones en la Prehistoria, aparte del lenguaje, sería el enterramiento de los muertos, lo que implica unas creencias en el más allá.
El ser humano también ha sido definido como un animal social porque somos capaces de construir formas comunitarias de relación con los demás, por ejemplo la familia, una ciudad,… Pero los animales también forman grupos (manadas, bandadas….) o “sociedades”. Entonces la sociedad humana consiste en un grupo de personas que cooperan y que dependen unos de otros con el fin de cumplir los objetivos de una vida. Para ello cada individuo desarrolla una actividad diferente, de modo que se cubran todas las necesidades de los miembros. Además nuestras sociedades evolucionan y se adaptan a los tiempos, por lo que también tienen una visión de futuro.
Hemos sido definidos como animales morales debido a que los Homo Sapiens calificamos a acciones y costumbres concretas como buenas o malas. Tenemos una conciencia moral en nuestro interior que origina sentimientos de culpa o de bienestar, en función de que uno sepa que haya actuado bien o mal. Esto se ha trasladado a nuestra sociedad en forma de leyes, normas de convivencia, los preceptos de las religiones.
Si no atendemos a los experimentos realizados con los chimpancés y monos, los cuales han demostrado que tienen métodos y procedimientos que se transmiten de una generación a otra de forma no genética, sino mediante el aprendizaje; se puede decir que el ser humano es un animal cultural. Esto es debido a que es capaz de inventar, transmitir y aprender; es decir que una persona es capaz de adquirir e interiorizar hábitos y conductas no recibidas genéticamente. Otro rasgo importante es el apareamiento humano, realizado por obtener placer y no con fines de reproducción como en el mundo animal.
El mundo es un conjunto que engloba los seres y las cosas. También podría definirse como el lugar en el que se desarrolla la vida humana y sus diversas actividades.
Existen varias vertientes sobre la creación del mundo. La primera nos explica que La fe cristiana, al basarse en una vida después de la muerte, ha determinado que a veces se considere de forma errónea el mundo como el lugar del mal del que es necesario huir y contra el que debe combatirse.
La verdadera interpretación cristiana es diferente. El mundo ha sido creado por Dios y no puede ser, por tanto, malo en sí mismo. Los seres humanos son los responsables del cuidado y transformación de ese lugar. Y si bien es cierto que no siempre cumplen de la forma apropiada con su misión, el cristiano no puede olvidar las palabras de Jesucristo: 'Padre, no le pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno' (Jn. 17,15). Lo que la tradición interpreta como fuga mundi debe suponer una distancia marcada por el hombre que permita actuar luego en el mundo para contribuir a su permanente perfeccionamiento.
Además de la génesis del mundo por un dios celestial, los mitos de la creación mencionan también otros mitos, como el de una mujer embarazada, o de la reproducción gracias a que se consuma el matrimonio del cielo y la tierra. El huevo cósmico del que emergen los primeros seres humanos
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