ECOLOGIA Y CAPITALISMO LA NATURALEZA DE LA CONTRADICCIÓN

ECOLOGIA Y CAPITALISMO LA NATURALEZA DE LA CONTRADICCIÓN

La relación social del capital es, como sabemos, contradictoria, estas a pesar de derivar de las leyes de movimiento internas al capitalismo, se extienden normalmente a fenómenos que se conciben externos al sistema y amenazan la integridad de toda la biosfera y de todo lo que esta incluye como resultado de la incesante expansión del capital. Así pues, la forma en que hay que entender las contradicciones ecológicas del capitalismo se ha convertido en tema de bastante acogida por el mundo entero, ya que así como se encuentran personas que apoyan totalmente este modelo económico hay otras que se empeñan en optar por una alternativa prometedora como lo es el desarrollo sustentable queriendo demostrarle a la sociedad que existe una forma más racional de reunir campos como el económico, social y ambiental para obtener como resultado ese equilibrio que podría llenar de concierto al mundo entero. Con el pasar del tiempo se han contemplado mejores tecnologías que son energéticamente más eficientes y utilizan menor cantidad de insumos como la energía nuclear y todos aquellos proyectos que se han implementado con el fin de tratar el dióxido de carbono, en síntesis no existen controles significativos de la efectividad de tales proyectos ya que como es de esperarse, estos se han encargado de generar significativos ingresos para algunas corporaciones e individuos y la creación de un mercado de carbono que lleva consigo altos niveles de contaminación y perjuicios no solo para el medio ambiente sino para la población.

La devastación de la diversidad biológica, el consumo de recursos naturales mucho más allá de la capacidad de regeneración de los mismos, y el gigantesco impacto de las actividades de producción y consumo en los niveles actuales, parecen propios de personas cuyo único objetivo es aglomerar riquezas y objetos que muchas veces no son utilizados, pero por estar tan inmersos en el sistema capitalista es lo más común que se evidencia hoy en día, siendo lo más complejo el no tener en cuenta los daños que se generan al planeta tierra, acogiendo un comportamiento consumista exagerado, donde lo que único que importa realmente es el bien individual, por lo que estamos obligados a una profunda transformación ecológica, social y económica que frene y revierta la catástrofe. Algunos cambios deben ser globales, otros de ámbito nacional o regional, pero también está en nuestras manos cambiar una vida depredadora por otra sostenible, repensando las necesidades básicas y la forma de satisfacerlas teniendo en cuenta los ciclos mismos de la naturaleza y dejando a un lado la mentalidad egoísta donde solo prevalece nuestro desarrollo a nivel individual.

El querer tomar una actitud de cambio frente a esta lamentable situación es una decisión no tan sencilla, pero con la ayuda de unos buenos fundamentos y querer dejar a un lado este modo de vida tan irracional se puede visualizar de una manera ejecutable, aunque también hay que tener presente que el estado es quien maneja los grandes contratos de extracción de los diversos recursos tanto renovables como no renovables, donde la opinión de nosotros como pueblo no se escucharía lo suficiente, ya que tiene mucho más consideración lo que el gobierno crea conveniente y en la mayoría de los casos esto es evaluado solo de forma económica dejando a un lado la importancia que tiene el velar por satisfacer las necesidades de todas aquellas personas que se encuentran hoy en día sin lo básico para suplir sus necesidades diarias y peor aún el resultado que dichas explotaciones de recursos están generando a los múltiples ecosistemas que son la base de nuestra existencia y de muchas especies más.

Es desolador el panorama que se evidencia producto de la minería

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