ECOLOGIA Y RECURSOS NATURALES
Enviado por Mabel Azuaje • 24 de Junio de 2021 • Informe • 2.778 Palabras (12 Páginas) • 98 Visitas
Primeramente se debe saber que la ecología es la especialidad científica que se centra en el estudio y análisis de los vínculos que surgen entre los seres vivos y el entorno que les rodea, además de esto, analiza también la distribución y la cantidad de organismos vivos como el resultado de la citada relación. Por su parte los recursos natrales son aquellos bienes y servicios que surgen directamente de la naturaleza sin intervención alguna de la mano del hombre, los cuales brindar la posibilidad de adquirir alimentos de ellos y producir fuentes energéticas, es imprescindible decir entonces que ambos elementos se complementan entre sí.
Es importante mencionar que los inicios de la ecología son bastante recientes, ya que no tiene ni siquiera 200 años de antigüedad, pues la misma se remonta al siglo XIX, y más específicamente al año 1869, donde Ernst Haeckel introdujo el término Ecología, el cual deriva del griego oikos (hogar, casa) y logos (estudio), entendiéndose por ecología el “estudio del hogar” y de un mejor modo para gestionarlo. Ahora bien, si se tiene en cuenta una definición más formal, se entiende, según Haeckel que la ecología es “una ciencia que estudia la relación de los seres vivos con el ambiente que los rodea”, aunque luego la definición fue ampliada: “el estudio de las características del medio”, dentro de lo cual se ocupaban importantes términos como materia, energía y la biocenosis.
Cabe agregar que desde tiempos inmemoriales, el hombre siempre se ha visto interesado en conocer el medio que lo rodea, las extrañas y poderosas fuerzas de la naturaleza, los diferentes animales y especies de plantas que habitan junto a él; es allí pues donde datan los inicios de la ecología, con las primeras tribus del mundo, que dependían 100% de su entorno natural para lograr sobrevivir, estos cazaban, recolectaban frutos, pescaban, entre otras cosas, y para hacer todo esto, necesitaban conocer muy de cerca a los animales, plantas y el medio que los rodeaba. De manera clara, los primeros estudios ecológicos como tal, surgieron sobre 325 a 285 A.C, cuando el filósofo Teofrasto comenzó a estudiar la forma en que diferentes organismos vivos interactuaban con sus medios. Más tarde en los comienzos del año 1800, Lamarck comenzó a hacer un claro relacionamiento entre los organismos y sus mecanismos de supervivencia de acuerdo a la adaptación que tenían en el ambiente cambiante donde vivían.
Luego St. George Jackson más tarde, sobre 1811 uso la palabra “Hexicologia”, que definía lo que hoy sería el estudio entre los organismos y su medio. Posteriormente Mendel observó que las características que eran heredadas no se mezclaban en los organismos, sino que permanecían totalmente distintas, lo que dio pie a que luego se observara como algunos organismos lograban sobrevivir, adaptarse y resistir los cambios, mientras que otros no evolucionaban tanto, o perecían en el intento. Después, Isidoro Geoffrey acuñó el término “Etología”, definiendo así el estudio de las relaciones de cada organismo en la familia y la sociedad en que habitan, lo que se considera como un paso más para llegar a la moderna definición de ecología de hoy, entonces desde la década de 1950 y 1960 es que se ha comenzado a considerar a la Ecología como una de las ciencias más fundamentales del mundo moderno, esto es debido a la masiva destrucción y daño que realiza el ser humano en su medio de vida.
Por su parte, se conocen varios tipos de recursos naturales como lo son los recursos renovables, mismos que no se agotan con su utilización, por el hecho de que siempre vuelven a su estado original o se regeneran a una tasa mayor a la que los recursos disminuyen mediante su uso, es decir, que de igual manera pueden dejar de ser renovables si se les da un uso desmedido que evite su renovación. Dentro de esta categoría de recursos renovables encontramos el agua y todos los seres vivos, viento, radiación solar, energía hidráulica, energía geotérmica, madera, y productos de agricultura como cereales, frutales, tubérculos, hortalizas, desechos de actividades agrícolas entre otros.
Y también los recursos no renovables, los cuales son recursos naturales que no pueden ser producidos, cultivados, regenerados o reutilizados a una escala tal que pueda sostener su tasa de consumo. Estos recursos frecuentemente existen en cantidades fijas ya que la naturaleza no puede recrearlos en periodos geológicos cortos. Cabe agregar que algunos de los recursos no renovables son: el carbón, el petróleo, los minerales, los metales, el gas natural y los depósitos de agua subterránea, en el caso de acuíferos confinados sin recarga.
Se debe mencionar que el ser humano guarda estrecha relación con la naturaleza, pues el hombre es, sin duda, una parte de la naturaleza, y como tal se halla comprendido en ella; no obstante es igualmente cierto que el hombre comprende la naturaleza, la cual, por consiguiente, es una idea o representación humana. Nos hallamos, pues, en presencia de dos puntos de vista opuestos, cada uno de los cuales tiene cierta razón, de tal suerte que ni el uno ni el otro pueden ser rechazados, a la vez que surge otro problema, es decir, si pueden unificarse y en qué forma. Entonces, La naturaleza, según la primera concepción, es el conjunto de fenómenos que se extienden indefinidamente en el espacio y en el tiempo, y se hallan ligados entre sí por la relación de causa y efecto. En esta concepción entran también los actos humanos y los llamados hechos sociales, ya que también ellos, sea cual fuere su significado y valor en otros aspectos, tienen innegablemente un substrato físico y pertenecen a la naturaleza genéricamente considerada, de tal suerte que con razón se aplica a ellos, como a todos los demás fenómenos, el criterio de la causalidad.
Ciertamente, en cuanto el hombre es parte de la naturaleza, se halla sujeto a las leyes físicas, y sus acciones son en todo caso y por necesidad coherente con todos los demás fenómenos, por lo cual puede afirmarse que no es propiamente él quien obra, sino que es la naturaleza la que obra en él. Pero en su cualidad de principio, como ser inteligible, tiene en sí la posibilidad de determinarse, y la naturaleza es solamente el medio o el campo en el cual sus determinaciones se desenvuelven y toman forma sensible; entonces las acciones humanas se consideran en otra perspectiva, no en el nexo empírico, que las liga a los fenómenos antecedentes y consiguientes, sino en su dependencia trascendental respecto al ser nouménico del sujeto y a las ideas de que éste se halla en posesión.
En este punto se ahondara acerca de las disciplinas de la ecología, ya que esta es una ciencia biológica amplia y se puede dividir en muchas subdisciplinas utilizando varios criterios, campos que se superponen y se complementan e informan entre sí. Entre ellas se encuentran, en primer lugar la aerobiologia que es un estudio de partículas biológicas presentes en el aire, tanto en exteriores y en interiores. En segundo lugar la biogeografía que se refiere a la distribución de varias especies y ecosistemas geográficamente, a lo largo del tiempo y el espacio geológico, estas se estudia a menudo en el contexto de factores ecológicos e históricos que han dado forma a la distribución geográfica de los organismos a lo largo del tiempo. En tercer lugar la ecología matemática, que cubre un amplio espectro de temas que van desde problemas fundamentales de ecología teórica hasta aplicaciones agrícolas prácticas.
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