EL ALMA DE LA TOGA RESUMEN Y ANÁLISIS DE LA OBRA DE ÁNGEL OSSORIO
Enviado por pin8ocho • 15 de Febrero de 2018 • Trabajo • 3.994 Palabras (16 Páginas) • 4.475 Visitas
NOMBRE: FERNANDO ARDAYA REYES[pic 2]
UNIVERSIDAD PRIVADA DOMINGO SAVIO
ASIGNATURA: DERECHO PROCESAL II (PENAL)
DOCENTE FACILITADOR: Dr. ANDRES J. QUEIROLO ROCHA
FECHA DE PRESENTACION: VIERNES 21 DE JULIO DE 2016
FECHA DE ENTREGA: MIÉRCOLES, 27 DE JULIO DE 2016, 23:00
HORARIO: SABADO 15.00-19.00 PM AULA B5
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TRABAJO FINAL
EL ALMA DE LA TOGA
RESUMEN Y ANÁLISIS DE LA OBRA DE ÁNGEL OSSORIO
INTRODUCCIÓN
En este trabajo final, de la asignatura: Derecho Procesal II (Penal) se resume un breve análisis, de cada uno de los capítulos del libro el ALMA DE LA TOGA de Ángel Osorio. Libro que trata, sobre cómo debe de conducirse y desarrollar sus actividades el profesional abogado; que si bien ejerce una profesión humanista con altos valores éticos como la justicia, la equidad, la lealtad, la verdad y la seguridad jurídica, induce a que no caigamos, presa de nuestras bajas pasiones egoístas de amasar fortunas a costa de someter nuestra ética profesional a actos reñidos con la ley.
Nos compromete a que nos dediquemos a ser realmente abogados idóneos, honestos y comprometidos ante todo con la justica. Al mismo tiempo insiste en guiar a los nuevos jóvenes que están incursionando la carrera de Derecho, a conducirse con rectitud de conciencia.
QUIEN ES ABOGADO
El autor, considera que la abogacía no es una consagración académica, mas al contrario sostiene que solo es la materialización de una meta profesional. Es categórico al afirmar que el título universitario ,que expiden las Universidades del sistema no es de "abogado", sino de licenciado en derecho , lo que significa que para poder ejercer la profesión de abogado, el legista debe actuar con idoneidad y dedicar su tiempo a dar consejos jurídicos y pedir justicia en los tribunales .El abogados se hace ejerciendo su profesión de manera honorable y permanente, aprendiendo las lecciones del día a día, ejerciendo su profesión con honradez, ese es el verdadero abogado aduce. Delo contrario serán solamente licenciados en derecho, pero nada más.
LA FUERZA INTERIOR
En nuestro ser , sostiene el autor, se halla la fuerza interior que controla nuestras emociones y decisiones para actuar en justicia. Menciona, que el abogado debe, ser consciente de aquella fuerza interior, que ha de hacerle superior a su medio ambiente; y en cuanto le asalten las dudas de su idoneidad en el ejercicio de la abogacía, deberá cambiar de oficio, antes de anteponer sus intereses propios.
Para lograr nuestros objetivos advierte, que hay que superar obstáculos, señalamientos errados por nuestro actuar y otras cosas buenas o malas, que nos sucederán en la vida y que requerirán de nuestra fortaleza interior y confianza en nosotros mismos en nuestras capacidades ,sin importar cuan dura sean las críticas y los problemas .Solo así, saldremos adelante y seremos abogados exitosos.
LA SENSACION DE LA JUSTICIA
Suigeneris, valoración que hace el autor, al interpretar la sensación de la justicia, que los seres humanos experimentamos en el día a día. Sustenta la idea de que el ser Abogado no es saber el Derecho solamente, sino conocer la vida. El autor, puntualiza esta cuestión. Será Abogado; quien mantenga una actitud de previsión, serenidad, amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, así como el que tenga la intuición y la capacidad de afrontar y resolver de manera amplia cualquier situación de la cotidianidad sabrá alcanzar esa sensación de justicia.
Osorio, cree que la justicia no es fruto del estudio, sino de una sensación y nos manifiesta, que procuremos ,no actuar tan apegados a las leyes, si no, que usemos lo que nosotros tenemos conceptualizado como bueno, equitativo, prudente, cordial y sobre todo justo. Refiere que se aprende a leer con imágenes y se aprende la vida con hechos.
LA MORAL DEL ABOGADO
Si bien el profesional en Derecho, debe tener una moral intachable, el estigma de hoy en día, es que nuestra profesión, nos ha dado la fama de que los que ejercemos la abogacía, somos unos inmorales; pues sabemos que la verdad no es esa.
El abogado deberá ser uno de los profesionales más moralistas, sobre todo, cuando acepte la defensa de un cliente; será porque estima, aunque sea equivocadamente, que la pretensión de su tutelado es justa, y en tal caso al triunfar el cliente triunfa la justicia. Si bien reconocemos que el concepto de la moral en nuestra profesión esta prostituido a causa de malos abogados, tenemos que decir que la moral del abogado , esta expresada en la rectitud de conciencia de quien la ejerce.
LA CHICANA
En el derecho, siempre habrán cosas que parecen malas, pero que se hacen para bien y algunas que parecen buenas , pero que se hacen para mal, todo depende de nuestro criterio, pero algo debe quedar claro, todo lo que se haga en esta noble profesión de abogado, deberá ser en pro de buscar la justicia.
En el ejercicio de la abogacía, se recurre muchas veces con trabas jurídicas ; una de ellas es la llamada chicana jurídica ,que es una forma de retrasar el proceso de un caso, el dilema es ¿será buena o mala?
LA SENSIBILIDAD
Sostiene el autor de la obra, que en la defensa de un caso, el abogado deberá mantener en todo momento, la calma y la cordura; que la pasión desenfrenada y la ansiedad de obrar; como comanditarios del interés que defendamos, no está bien refiere. Censura que el abogado en su actuar, no puede ser ni frío de alma, ni emocionable. Nos aconseja a obrar con sabiduría, templanza, a proceder con mesura, hacer lo que la moral y la ley mandan. En la defensa del interés del cliente manifiesta que se debe proceder con serena austeridad, no participar de la ofuscación de su defendido.
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