EL MAESTRO Y SU PRÁCTICA DOCENTE

Como ya lo había mencionado, para que el trabajo escolar sea educativo, ha de ser ante todo organizado, y no rutinario ni imprevisto.

La organización consiste en la adecuación de medios afines e implica el previo arreglo de los recursos indispensables. Esto significa que el educador ha de tener una idea clara de la finalidad de su labor general y de cada actividad en particular. Quien no planee su labor no hará nada organizado, y su trabajo tendrá simplemente el éxito o el fracaso que el azar le depare.

Los fines generales deben traducirse en objetivos precisos, y éstos en metas inmediatas. Los planes concretos de acción, con objetivos y metas, con medios y recursos, han de ajustarse a la realidad en que se actúa. Planear, olvidándose de alumnos, ambiente, recursos y tiempo, es planear una utopía y, consecuentemente, un fracaso.

La organización trata de evitar el desastre, de aprovechar esfuerzos y de obtener óptimos resultados.

Planear es un principio de organización y hay que proceder siempre con estricto apego a lo previsto para realizar una obra efectiva. Esta manera de proceder libra a la escuela de fracasos, facilita la tarea de los educadores y garantiza el aprovechamiento de los educandos.

Pero siendo realistas, existe una serie de imprevistos que obstaculizan el desarrollo y cumplimiento de la planeación y por consecuencia, afectan el aprendizaje de los alumnos. Ya que siempre surgen actividades ajenas al trabajo del aula que ocupan el trabajo de los maestros. Cabe mencionar las suspensiones por la evasión del brote de la enfermedad "Influenza AH1N1" que aparte de provocar un desequilibrio en el año escolar, trajo consigo la interrupción de los actos cívicos en las escuelas de educación básica. Esto sin duda impacta en los aprendizajes de los alumnos, ya que de por sí están bajos en conocimientos de Formación Cívica y Ética, entonces cómo se les formará como ciudadanos conscientes de su patria.

Otro de los casos fue el de la Cartilla Nacional de Salud, movimiento que interrumpía las clases, por estar explicando a cada una de las madres de familia que no asisten a las juntas, pero que luego van a entorpecer las clases.

Además de lo antes mencionado, existen las comisiones sindicales dentro de los planteles educativos, las cuales, en lo personal detesto; sobre todo de la que estoy a cargo, que es la de acción social, que consiste en andar de salón, en salón dando avisos, saliendo a comprar cosas necesarias para la escuela, encargado de los eventos extracurriculares (funciones de circo, fotografías, festejos a compañeros maestros, etc.). No es que no me lleve bien con mis compañeros, al contrario, trato de trabajar colegiado, pero que no interrumpa mi tiempo de trabajo, que de por sí es poco. Hace algunos días me sucedió algo desagradable (hasta lo escribí en mi diario de campo), un fotógrafo fuereño fue a ofrecer sus servicios, acordando en repartir la cuarta parte a la escuela. Y fue por sus ganancias dos veces, resulta que la tercera vez faltaban paquetes de fotografías, lo cual me puso de nervios y en estrés, porque si no aparecían se tendrían que pagar, y en verdad era una cantidad considerable. Afortunadamente a los dos días salieron las fotografías.

Esa fue la "gota que derramó el vaso", hablé con mi Director acerca de lo sucedido, además de que era un sentir ya pensado, es decir que, no me ha gustado mi comisión. Le aclaré que reconozco que eso es parte de mi trabajo y que estamos a mitad de ciclo escolar, pero que teniendo oportunidad, me cambio de encomienda. Puesto que no me gusta descuidar a mi grupo, y no es que yo sea la "crema y nata" de la docencia, pero trabajo me cuesta controlar al grupo, conocerlo más y elaborar

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