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EL ORIGEN DE LAS ESPECIES


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2013  •  28.933 Palabras (116 Páginas)  •  304 Visitas

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LIBROdot.com

Charles Darwin

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

Revisado por: G.G.

Prólogo

Charles Darwin, el científico naturalista que más contribuyó a la historia de la biología,

nació en Shrewsbury el 9 de febrero de 1809. Quinto hijo de Robert Darwin, un próspero

médico rural, y de Susannah Potter, creció en el seno de una sofisticada familia inglesa.

Luego de finalizar sus estudios en la escuela de Shrewsbury, ingresó en la Universidad de

Edimburgo para cursar medicina. En 1827 abandonó la carrera y comenzó estudios de

teología en la Facultad de Estudios Cristianos, en la Universidad de Cambridge, con el fin

de convertirse en clérigo rural, como lo deseaba su padre. Allí inició una íntima amistad

con John Stevens Henslow, cura y botánico, que lo llevó consigo en largas expediciones

para recolectar plantas y lo recomendó al capitán Fitz Roy como tripulante del buque in-

glés Beagle.

Ya a fines del siglo XVIII, como en busca de un portavoz, la teoría de la evolución

rondaba lentamente la atmósfera de los naturalistas. Pero lo que le otorgó a Darwin el

crédito de descubrir la selección natural fue la publicación, el 24 de noviembre de 1859,

de El origen de las especies. Esta edición se agotó el día de aparición y, con las subsi-

guientes, fueron seis publicaciones en total las que se editaron en vida de Darwin.

El origen de las especies fue el resultado de un exhaustivo y profundo trabajo de ob-

servación e investigación que Darwin comenzó desde muy joven, cuando se dedicó a es-

tudiar historia natural y reanudó sus colecciones de minerales e insectos, que había co-

menzado en la escuela. Sin embargo, lo que realmente consagró los años de estudio y re-

flexión fue su labor como naturalista en la expedición alrededor del mundo, a bordo del

Beagle. Tal como lo afirma en la autobiografía: "El viaje en el Beagle ha sido el aconte-

cimiento más importante de mi vida y el que determinó toda mi carrera".

El origen de las especies fue el primer relato convincente y claro acerca de la teoría de

la evolución y de la selección natural. La obra de Darwin estaba narrada en un lenguaje

directo y coloquial, accesible a cualquier lector. En ella fue capaz de explicar en forma

simple que las especies cambiaban como resultado de una necesidad nueva; que la lucha

por la supervivencia eliminaba las variaciones desfavorables y sobrevivían las más aptas;

que el número de individuos de cada especie permanecía más o menos constante; y expli-

có, por medio de descripciones minuciosas, cómo variaban en todos los aspectos las dis-

tintas especies según el entorno.

Una de las principales influencias en su teoría de la selección natural ha sido el clérigo

y economista británico, Thomas Malthus, con su Ensayo sobre el principio de la pobla-

ción (1798). También se le atribuye gran importancia en la obra de Darwin al naturalista

Alfred Russel Wallace (18231915), quien en su última expedición a las islas de Malasia

formuló su hipótesis acerca de la selección natural. En 1858, a pesar de que no se conocí-

an, Wallace le comunicó sus ideas a Darwin, quien ya poseía una teoría similar. Unos

meses antes de la publicación de El origen de las especies, ambos científicos habían rea-

lizado una publicación conjunta de extractos de los manuscritos.

Darwin narró en su Diario de viaje algunas vivencias que lo llevaron al comienzo de

una crisis religiosa; llegó a escribir: "...De hecho casi no puedo comprender cómo haya

nadie que pueda desear que la doctrina cristiana sea cierta". No encontraba compatible la

esclavitud, sustento de la economía de la burguesía, a la que pertenecía, con la doctrina

cristiana. Varios años después escribió con cierto tono irónico: "Considerando la feroci-

dad con que he sido tratado por los ortodoxos, parece cómico que alguna vez pensara ser

clérigo".

Luego de cinco años de expedición (18311836) redactó, sobre la base de los apuntes

tomados a bordo, el Diario de viaje.

En 1842, después de realizar una travesía por el norte de Gales con el fin de observar

los glaciares, la mala salud de Darwin se acentuó. Siempre había sido hipocondríaco, pe-

ro los males comenzaban a hacerse reales. Renunció al cargo de Secretario de la Sociedad

Geológica y buscó, junto a su prima, Emma Wedgwood -con la que se había casado en

enero de 1839- un lugar retirado, en los alrededores de Londres. Halló una casa en Down

House, en las afueras de Seven Oaks, que fue su último hogar. Entonces mantuvo una

vida apartada de los compromisos sociales y dedicó unas horas por día a ampliar aspectos

de su teoría. Murió el 19 de abril de 1882 de lo que luego se conoció como Mal de Cha-

gas. Aunque algunos médicos, contrariando a los familiares, sostuvieron que, en realidad,

la causa de su muerte fue la constante angustia.

Es autor de: Arrecifes coralinos (1842), Mis diversas publicaciones (1844), Diario de

viaje (1845), El origen de las especies (1859), Fertilización de las orquídeas (1862), El

origen del hombre (1871), La expresión de las emociones en el hombre y en los animales

(1872), Vida de Erasmus Darwin (1879) y, por último, Power of Movement in Plants

(1880).

Darwin vaticinó la inmortalidad de su obra y fue, sin duda, quien echó más luz sobre

las tres áreas principales que cultivó: la geología, la botánica y "el misterio de los miste-

rios", como se llamaba por esos años a los problemas de la evolución y de la selección

natural.

Margarita Rodríguez Acero

Introducción

Viajábamos a bordo del Beagle, buque de guerra inglés, en calidad de naturalistas,

cuando nos impresionaron mucho ciertos hechos observados en la distribución de los se-

res orgánicos que habitan América del Sur, y en las relaciones geológicas existentes entre

los actuales habitantes de aquel continente y sus antecesores. Estos hechos parecían arro-

jar luz sobre el origen de las especies. De vuelta a nuestra patria en 1837, se nos ocurrió

que quizás algo podría sacarse en limpio de esta cuestión, acumulando con paciencia, pa-

ra reflexionar sobre ellos, toda clase de hechos que pudieran tener alguna

...

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