ENERGIA ELECTRICA. PROGRESO O FIN DE LA HUMANIDAD

Energía eléctrica: ¿Progreso o fin de la humanidad?

Aunque a la inmensa  mayoría de la gente nos tiene sin cuidado el origen de la energía eléctrica, consciente o inconscientemente la utilizamos todo el tiempo a lo largo de nuestro día a día. Si acaso, nuestro conocimiento se limita saber que existen distintas fuentes de energía y que estas nos proveen un mundo de comodidades, las cuales eran inimaginables unos años atrás. Sin embargo, cabe cuestionarse, ¿realmente consideramos la importancia y el impacto que tiene la electricidad sobre nuestras vidas? ¿Tenemos plena conciencia sobre las implicaciones negativas que tiene sobre el medio ambiente?

Para tener un poco de luz sobre este tema, sostuvimos una amena plática con el Ing. José Luis Matabuena López, quien amablemente nos comparte un granito de su vasto mar de experiencia en el campo  de la industria energética en nuestro país.

Durante la entrevista, el Ing. Matabuena nos reveló las “dos caras” de la energía eléctrica, principalmente la obtenida a través de la quema de combustibles fósiles y la producida mediante plantas nucleares. No sin cierta preocupación, hizo el señalamiento de que, si bien es cierto que la electricidad ha significado progreso y un mejoramiento en las condiciones materiales de vida del hombre; por otro lado, los graves problemas de polución del aire y del agua, así como el calentamiento global, le convierten en el enemigo número uno del medio ambiente y de la propia supervivencia de la humanidad.

Como explica el Ing. Matabuena, los recursos no renovables con los que contamos actualmente no perdurarán hasta la eternidad, lo que hace ineludible encontrar otras formas de satisfacer las necesidades sin comprometer con ello la vida de nuestro planeta. Evidentemente, la energía nuclear no puede considerarse como el modelo energético a seguir, tanto por el alto costo de construcción y operación de las plantas nucleares, como por los riesgos de contaminación radioactiva que aniquila por muy largo tiempo cualquier manifestación de vida.

Por lo tanto, si aspiramos a un desarrollo sustentable en materia energética, es imprescindible orientar nuestros esfuerzos al desarrollo de nuevas tecnologías que signifiquen un camino a formas de generación de energía amigables con el medio ambiente, tales como la solar, la eólica y la hidráulica, entre otras.

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