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ERGONOMÍA, ANTROPOMETRÍA E INDETERMINACIÓN


Enviado por   •  8 de Abril de 2014  •  2.721 Palabras (11 Páginas)  •  224 Visitas

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ERGONOMÍA,

ANTROPOMETRÍA E INDETERMINACIÓN

(ERGONOMICS,

ANTHROPOMETRY AND INDETERMINATION)

Antonio Bustamante, arquitecto, ergónomo

Los datos antropométricos que se utilizan en la práctica común de la Ergonomía no siempre tienen la fiabilidad que se les supone. Una parte de esta poca fiabilidad se debe a las condiciones físicas del objeto a medir (el hombre) y a la dificultad de medir un gran número de personas, pero otra parte es consecuencia de las condiciones psicológicas del sujeto observado. Este trabajo pretende llamar la atención sobre las indeterminaciones debidas al estado emocional del protagonista de una observación: la persona observada.

Palabras clave: Antropometría, indeterminación, protagonista, observación.

Antonio Bustamante, architect/ergonomist

Data on anthropometry that are used in the everyday practice of Ergonomics are not always as reliable as one supposes them to be. Part of this lack of reliability is due to the difficulty of measuring a great number of persons, and another part is due to the psychological conditions of the observed subject. This work highlights a certain indetermination induced by the emotional state of the subject of an observation.

Key words: Anthropometry, indetermination, subject, observation.

LA ANTROPOMETRIA

1.1 La antropometría

La Antropometría es el tratado de las proporciones y medidas del cuerpo humano.

Podemos entender la Biomecánica como una mecánica aplicada al estudio de los seres vivos; la Mecánica puede dividirse en dos ramas: Estática y Dinámica. Para estudiar la biomecánica de la postura sedente del hombre en reposo, utilizaremos la Bioestática; para analizar las acciones que recibe la muñeca de un tenista al lanzar la pelota, utilizaremos la Biodinámica; en ambos casos habremos de basarnos en la Antropometría.

La Ergonomía es una disciplina que pretende adaptar el medio habitable, al habitante. Las medidas de este serán, pues, de mucho interés para el ergónomo, que deberá conocer lo mejor posible las hechuras de su cliente para asegurarle la buena forma de los objetos que conforman el medio, objetos que podrían ser inconvenientes a causa de su configuración, tamaño o proporciones. También serán de interés las características biomecánicas del habitante y su capacidad de resistir cargas sin perjudicarse.

El cuerpo humano es una masa blanda y elástica, armada de elementos duros muy rígidos: es, pues, muy difícil establecer sus medidas con la exactitud del relojero que trabaja con piezas rígidas y poco deformables. Los cuerpos sólidos y rígidos varían sus dimensiones con la temperatura y el grado de humedad, pero si estas permanecen constantes o varían muy poco, suelen medir casi lo mismo por la mañana que al anochecer; el cuerpo humano no: mengua desde que se levanta por la mañana hasta que se acuesta por la noche. Así que no es posible medir a la gente con las exigencias de exactitud que gastan otros profesionales que trabajan sobre objetos de dimensiones más constantes que las del cuerpo humano. Veamos qué precisión es necesaria para medir la imagen de un cuerpo humano hecha de piedra:

El grado de finura que se precisa para medir una estatua de la Grecia clásica y reproducirla en el periodo neoclásico podemos encontrarlo en la “Encyclopédie ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers” de Diderot y d'Alembert

elaborada entre 1751 y1780. En ella se define como unidad de medida del cuerpo pétreo de la escultura, la longitud de su nariz, y así, el Hércules Farnesio mide 28 narices del propio Hércules.

La nariz consta de 12 “partes” y una parte puede dividirse en dos mitades, en tres tercios o en cuatro cuartos de parte. Uno de los apolos de Fidias, por ejemplo, mide 7 cabezas, 3 narices y 6 partes.

Para un sujeto cuya nariz mida 6 cm, su cabeza 4 narices (24 cm) y su cuerpo 7 cabezas (168 cm), la “parte” medirá medio centímetro y el cuarto de parte 1, 25 milímetros. De manera que la unidad mínima que propugna esta enciclopedia para medir figuras humanas de piedra es del orden de 1,25 mm. Esto podría inducirnos a pensar que si nos proponemos medir el cuerpo humano, debemos hacerlo con error menor de –aproximadamente- 1mm, y eso estaría muy bien si fuéramos de piedra, pero siendo como somos, no tiene sentido hablar de milímetros cuando la diferencia de talla entre la mañana y la noche puede llegar a medirse en centímetros. Esto es válido para la Ergonomía “de bulto redondo” que trata relaciones dimensionales hombre-objeto; si consideramos que las prótesis que implanta un cirujano para corregir un “genu varo” son una práctica ergonómica, ahí el tamaño de la pieza sí que precisa exactitud de joyero, pero las medidas del paciente antes y después de la operación seguirán siendo de “bulto redondo”.

Observemos que lo que propone la enciclopedia no son medidas sino proporciones y que estas también son objeto de la Antropometría, de tal manera que al ergónomo le interesan tanto unas como otras, pues no todos los individuos que tienen alguna medida muy semejante (como la talla), tienen necesariamente también muy semejantes sus proporciones, y a dos personas de igual talla no tiene que convenirles necesariamente una misma configuración de trabajo sedente: una puede tener las piernas más largas que la otra, y el tronco más corto.

Fig.1

1.2 Orígenes de la Antropometría

Al buscar los orígenes de la Antropometría, siempre se empieza por Vitruvio; quizás sea a causa del “Hombre de Vitruvio”: ese sujeto melenudo que dibujó Leonardo, con cuatro brazos y cuatro piernas, inscrito en un cuadrado y en un círculo y que está hecho tomando como modelo lo que Vitruvio escribió en el Tercero de sus diez Libros sobre Arquitectura. Acaso sea ese tratado la primera traza –escrita en latín el año 15 de nuestra era- que encontremos en nuestra cultura occidental sobre las medidas y proporciones del cuerpo humano, pero aunque no nos queden textos anteriores, no podemos dudar de lo mucho que griegos, egipcios y caldeos debían saber sobre las medidas del hombre, a la vista de las esculturas que hicieron.

El que Vitruvio hablara de “medidas recíprocas” entre el hombre y los objetos arquitectónicos que este creara, nos induce a reconocer a este arquitecto como al proto-ergónomo de Occidente. En efecto, lo que propugna la Ergonomía es que el objeto debe estar hecho para el usuario y que este no debe deformarse ni autoagredirse para adaptarse al objeto. Al construir un edificio inspirándose en las proporciones del cuerpo del usuario, Vitruvio está

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