ESTADO ACTUAL DE LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA

ESTADO ACTUAL DE LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA

La educación ya no es un asunto de expertos. Es la herramienta fundamental de la consecución de una nueva sociedad, de fortalecimiento de los valores, de reconocimiento del otro, de respeto y tolerancia, de emancipación, a través del conocimiento, de las ligaduras que no han permitido obtener ganancias de la gran riqueza y diversidad humana de los colombianos.

Nos encontramos en la época del conocimiento; la superioridad comparativa de los países está en función de su capacidad de desarrollar y controlar la innovación, por eso las exportaciones que presentan un mejor futuro son las referentes a la inteligencia humana. Debido a esta es la razón es que la educación ha ganado un rol estratégico y preponderante en las políticas de los países.

En Colombia es común ver que en todos los discursos de los gobiernos se le da prioridad al tema de la educación; sin embargo, la realidad no está acorde con el discurso: aún no se ha logrado generalizar el acceso de la población infantil y juvenil a una educación básica de calidad, lo cual ha atrasado el desarrollo nacional.

Por ser una entidad especializada de la sociedad para generar y transmitir conocimiento, la educación debe florecer a la luz de cuatro bases: conocimiento y capacidad de innovación, aprendizaje de la convivencia, superación de las desigualdades y eficacia en la administración.

Lo atrayente de la perspectiva económica de la educación de los inicios del siglo XXI es la confirmación de que tanto la educación superior como la básica poseen provechos independientes que las hace apetecibles como inversión personal, pero también beneficios sociales que las transforman en objetivo estratégico de las políticas públicas.

Cuando se detalla lo público desde una perspectiva económica, se toman dos factores: el primero, la presencia de los bienes públicos para cuyo suministro es imperioso pensar en una organización colectiva, la cual debe determinar los problemas de creación, repartición y usufructo de los bienes públicos, frente a la búsqueda del bien común. El segundo factor, que complementa al anterior, tiene que ver con los contextos de elección social al interior de los cuales se fijan y se desarrollan las reglas y las acciones los involucrados.

La teoría al igual que la práctica han demostrado que la educación básica es un bien público tanto por sus consecuencias sobre la organización social como un todo, en expresiones de su capacidad de comunicación e implicación, como por su relación de causalidad con una mayor capacidad colectiva de uso del conocimiento en términos de salud, educación, producción, capacidad de innovación, desarrollo y manejo de tecnología.

La educación es un derecho fundamental que posee toda persona y una obligación del Estado según nuestra Carta Magna (Constitución Política de Colombia de 1991) , el cual debe brindar las condiciones suficientes y necesarias para el óptimo desarrollo de ese derecho constitucional.

Pero el gobierno colombiano ha interpretado sencillamente su responsabilidad frente a la educación como el simple hecho de aumentar la cobertura a toda la población nacional en edad escolar en los niveles básico y medio, sin prestar mucha atención a la calidad como un factor fundamental de todo proceso educativo; además existe una gran falta de apoyo por parte del estado para la educación superior, razón por la cual es que sólo un grupo reducido y privilegiado de la población colombiana puede acceder a la universidad.

Las estructuras curriculares de las instituciones educativas colombianas presentan dos enormes vacíos que se reflejan en la problemática actual de la sociedad, y en el poco valor laboral que presenta el título de bachiller:

 La falta de un programa que desarrolle un ser íntegro a nivel ético y crítico

 La falta de materias que enseñen saberes técnicos que les sirvan para su vinculación laboral.

El primer vacío se da especialmente en los colegios públicos, sin decir que en los privados no se pueda presentar, que dejan de lado la formación integral a nivel especifico, humano y espiritual. Pero este problema no sólo pende de la escuela, ya que el núcleo familiar es el formador primario de valores éticos y críticos del menor, es preciso establecer que ante la incapacidad de los padres para dar esta formación, es deber de la escuela suplir ese vacío familiar.

El vacío ético de la educación es bastante grave ya que al estudiante no se forma en valores como el respeto, la tolerancia, la igualdad y la solidaridad, lo que propicia la ineptitud del estudiante para hacer frente de forma adecuada a los diversos problemas que le presenta la vida diaria, como un ser social. Esto va llevar a infringir al estudiante o egresado, los derechos de las demás personas para hacer prevalecer su posición o sus necesidades. Esta falencia conduce inequívocamente a la violencia, el pillaje y la delincuencia, ya que el estudiante no comprende que existen caminos más adecuados para la solución de los problemas, lo que incrementa uno de los más graves problemas de la nación.

Para dar solución a este grave problema es prioritaria la creación de una asignatura que busque el desarrollo de un ser íntegro “espiritualmente”, que pueda desenvolverse en medio de la sociedad correctamente, haciendo frente a los obstáculos luego de considerar que gana y que pierde si actúa de una forma u otra. Existen asignaturas de ética y valores en ciertos colegios (no en todos) pero la intensidad horaria, y el enfoque inadecuado no permite que estos sean eficaces.

El segundo vacío es más usual, lo viven todas las personas que no acceden a la educación superior, ya que encontrarán muchas dificultades para conseguir un empleo digno, debido a que en Colombia el título de bachiller no sirve de nada a la hora de conseguir un empleo.

Al existir una oferta educativa reducida y costosa por parte de la educación superior en Colombia, muchos egresados de la educación media se ven forzados a buscar un trabajo, pero al encarar la realidad del país, se concientizan de que lo que necesitan los empleadores son trabajadores con una experticia laboral y por ende una formación específica en una disciplina determinada, factores que no los brinda la educación media, lo que hace necesario que se ofrezca formación técnica en las instituciones de educación media.

En función de los intereses de los estudiantes y los requerimientos de la industria, se debe proporcionar una formación técnica desde la educación media, que le brinde al egresado competencias especificas que

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