Efecto Dragon

El "Efecto dragón" es un título que pretende ilustrar la autodestrucción de una economía dada. En 1998 se dió gracias a la crisis asiática que demostró una de las grandes debilidades del mundo globalizado, si en un lugar hay problemas éstos afectarán directa o indirectamente en otros, pues de alguna forma se encuentran conectados, ya sea por tener fábricas, maquilas, centros de distribución, centros de consumo, etc. en los lugares afectados.

Ahora bien, la chispa de la incertidumbre enciende la llama del pánico, pues cuando un mercado entra en crisis el capital inversionista se retira agravando aún mas la situación, si ello continúa se entra en un círculo vicioso autodestructivo aunque de manera global.

Éste curioso efecto puede aplicarse muy bien a la situación petrolera mundial, pues las economías que están basadas en la producción del crudo tendrán que afrontar la inminente realidad: el petróleo se acaba. Siendo un recurso no renovable (al menos no a corto ni mediano plazo) es limitada la cantidad que de él se dispone y tarde que temprano terminará acabándose, o lo que es peor, llegará un momento en el que extraerle será mas caro que lo que se pueda vender. Por ello una economía basada en el petróleo tiene los días contados, no podrá sostenerse cuando el recurso escasee y provocará una crisis.

Tal es el caso de Pemex, que es un proveedor importante de recursos al país: no puede ser eterno y la actual dependencia al petróleo ( y sobre todo a los ingresos que genera) provocará un enorme vacío al quedarse sin recursos.

Por ello es comparable el efecto dragón con la crisis petrolera en México, pues mientras la exportación de petróleo es quiméricamente perte del sostén económico Mexicano también será el que pueda derrumbarle en pocas palabras: "Se quemará con su propio fuego".

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