Efecto de la radiación azul en la salud Visual
Enviado por Roberto Noguera • 7 de Junio de 2018 • Resumen • 1.294 Palabras (6 Páginas) • 94 Visitas
Efecto de la radiación azul en la salud Visual
Hoy en día es inevitable para un ciudadano nicaragüense, sin importar el estilo de vida que tenga entrar en contacto con pantallas en su vida diaria, ya sean pantallas de tipo LED (Light-emitting diode/Diodo emisor de luz), LCD (Liquid Crystal Display/Pantalla de cristal líquido), o las ahora poco utilizadas pantallas de rayos catódicos. Esto nos deja expuestos a tipos y cantidades de emisiones de ondas electromagnéticas para las cuales nuestro organismo no está preparado, la evolución no nos ha adaptado para ello.
La luz no es otra cosa más que ondas electromagnéticas, el ojo humano puede percibir las ondas que rondan entre los 380nm y los 770nm, es lo que llamamos espectro electromagnético visible. Nuestro cerebro ha desarrollado la habilidad de distinguir su longitud, traduciéndolas en colores. Lo que se conoce como colores cálidos o fríos, los cálidos (más cercanos al rojo) son los que poseen una menor longitud y los fríos (más cercanos al violeta) son los que poseen una longitud mayor.
Todas aquellas ondas que estén por encima de los 700nm se denominan “infrarrojos” y todas las que se ubiquen por debajo de los 400nm se denominan “ultravioleta”. En ambos casos el ojo humano no es capaz de percibirlos.
Las ondas electromagnéticas como fenómeno físico puede ser controlado y utilizado para una gran variedad de fines, desde la medicina, las comunicaciones, la transmisión de información, el entretenimiento, entre muchos otros. También existen pruebas de lo perjudicial que resulta la exposición inadecuada y prolongada a cierto tipo de radiaciones. Con los rayos X por ejemplo, se aprovecha su pequeña frecuencia que ignora ciertas densidades de tejido para poder visualizar estructuras óseas y esto resulta en una muy importante herramienta a la hora de hacer diagnósticos, del mismo modo está comprobado que largas dosis de radiaciones a estas frecuencias pueden provocar destrucción celular e incluso cáncer.
Otro gran problema, pero en este caso es una opinión personal son las formas en cómo se maneja el mercado de los productos electrónicos. Hoy en día es muy común encontrarse con la palabra “Gammer” que en ingles se traduce como “jugador”; así podemos encontrarnos en una tienda un teclado gammer, un ratón gammer, audífonos gammers y lo más peligroso, Pantallas Gammer. Usualmente lo que las empresas hacen es comprar a empresas chinas los componentes electrónicos de estos accesorios, empresas que no se especializan particularmente por producir con calidad, sino que se centran en grandes volúmenes.
Una vez que tienen los componentes, se encargan de diseñar carcasas muy exóticas y atractivas y adicionalmente agregan luces led que cambian de colores de manera aleatoria o al gusto del usuario, aumentando de esta manera el número de fuentes de las cuales recibimos radiaciones que como he mencionado antes pueden llegar a ser nocivas.
Las pantallas, particularmente pueden llegar a ser más o menos dañinas para el cuerpo, dependiendo del cuidado y la precisión del fabricante a la hora de calibrar cada uno de los diodos.
Una persona que permanezca frente a una computadora, consola o televisor, ya sea por su trabajo o porque simplemente le resulta su medio de distracción por largos períodos de tiempo, no solo puede llegar a tener grandes problemas físicos a largo plazo derivados de la constante y monótona postura y rutinas y la falta de ejercicio, sino que también va a presentar problemas de migrañas y pérdida paulatina de sus capacidades visuales.
Rutinas como estiramientos, pequeñas caminatas, ponerse de pie o simplemente moverse cada cierto tiempo puede ayudar a reducir los efectos del estress, pero el tema de la luz azul es un caso completamente distinto, no hay escapatoria aparente, al menos en la actualidad, a la exposición a estas ondas.
Puede resultar un poco conspiranóico considerar que nadie está regulando un producto, que tiene tanto potencial para hacer mucho daño, sobre todo a las generaciones más jóvenes, y lo cierto es que tenemos que hacer una profunda autocrítica como sociedad y mirar hacia atrás, inclusive podemos encontrar casos de exposición a sustancias peligrosas en nuestros días.
Casos como el uso de Ftalatos, como el DEHP en la elaboración de plásticos flexibles como el policloruro de vinilo (PVC), o el extendidísimo uso que se le dio en el siglo pasado al plomo en la elaboración de pinturas y aerosoles que eran utilizados para pintar casas e incluso juguetes, pueden servir como un recordatorio viviente de que a la industria no siempre le importa la salud y el bienestar de la población, siempre y cuando se necesiten altos niveles de exposición para que resulte en accidente, ellos van a intentar sacar el mayor rendimiento posible a sus productos.
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