El Citoesqueleto

El citoesqueleto es el responsable de que las células y los organismo adopten diversas formas, alcance ciertos tamaños y tengan la capacidad de realizar ciertos movimientos.

El citoesqueleto constituye en una compleja red tridimensional de fibras proteicas, las cuales le proporcionan a la célula la flexibilidad y estabilidad que requiere. Tres tipos de proteínas filamentos conforman el citoesqueleto: los microfilamentos de actina, los microtúbulos y los filamentos intermedios. Es importante resaltar que esta entidad es sumamente compleja, dinámica y heterogénea y que cada uno de sus componentes actúa de manera precisa y oportuna.

Su estudio

Gracias a la combinación de la microscopía de luz, el video filmación de alta resolución y el empleo de marcadores fluorescentes se logran observaciones en tiempo real de la distribución de varios componentes del citoesqueleto y de otras moléculas que participan durante su ensamblaje desde diferentes ángulos, niveles de profundidad y durante diferentes fases celulares.

Además, junto con la inmunología, la biología celular ha hecho avances notables en la identificación, localización y distribución de diferentes componentes del citoesqueleto al utilizar anticuerpos, estos últimos también han sido de gran ayuda para aislar moléculas accesorias de gran importancia para el funcionamiento adecuado del citoesqueleto.

Por otro lado, la biología molecular ha tenido un papel importante para determinar la composición de los genes que codifican a las proteínas del citoesqueleto, esto es de gran relevancia ya que su descubrimiento puede llevar a mejoras en los tratamientos de algunas enfermedades cardiacas.

De igual manera, la bioquímica clásica ha permitido determinar la función exacta de las proteínas de esta entidad y la interacción con el medio que las rodea.

Funciones

La función principal del citoesqueleto es mantener la estabilidad de los componentes del citosol y de esta forma, asegurar la eficiencia de su funcionalidad. Esto se logra gracias a que el citoesqueleto funciona como una malla tridimensional. Un ejemplo claro de lo mencionado con anterioridad es el sostén de los componentes que participan en la transmisión de señales que van del exterior hacia el interior de las células.

Por otro lado, el citoesqueleto tiene la apariencia de un gel, gracias a esta consistencia la célula posee gran elasticidad por lo que es capaz de recuperar su tamaño original cuando se le somete a presiones extremas. Un ejemplo claro de esto se presenta en los glóbulos rojos cuando ingresan a los vasos sanguíneos de distinto tamaño de diámetro.

Cabe mencionar que la compleja red de filamentos del citoesqueleto se encuentra de forma estática o muy dinámica dependiendo del tipo de célula. Además el dinamismo de una célula está diseñado para su supervivencia, su adaptación al medio y su diferenciación.

Composición

Como ya se mencionó el citoesqueleto se compone de tres tipos de proteínas: los filamentos de actina, que miden de siete a nueve ni de diámetro, los microtúbulos, que miden aprox. 24nm y el filamento intermedios de diez nm aprox. Estas proteínas son de naturaleza fibrosa, forman largos filamentos

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