El Clon

EL CLON.

Cuantas cosas creemos que están mal, mientras estás en lo correcto pero por envidias y prejuicios te juzgas a ti mismo.

Somos tanta gente en este mundo tan cruel e inhumano ya no sabemos nuestros valores, ya no razonamos ni pensamos, no somos nosotros mismos, somos gente con prejuicios, gente que solo sabe juzgar a los demás.

Que ya no pensamos por nosotros mismos, dejamos que los demás decidan por nosotros, donde ya en las escuelas no nos enseñan lo que son los valores, o, quizás, solo quizás, no ágamos caso de ellos.

El ser humano llego más allá de lo que un ser razonable existe, a la ignorancia, la vida es sabia y sabe lo que permite, ojala solo no tome represarías con los que aun conocemos la palabra respeto.

Hay tantas cosas que uno puede permitir en esta vida, contar con los seres queridos y llegar hasta donde uno quiere.

Esta historia es algo sobrenatural son dos mundos tan diferentes pero con los mismos rasgos, donde el deseo y la desesperación te hacen tomar las decisiones incorrectas, o tomas las que los demás te piden, las obligaciones son la destrucción de la felicidad, la obsesión de tener lo que deseas pero por un error del pasado ya no puedes tener.

Una de las peores cosas son las adicciones, que uno consume por el hecho de la infelicidad, el desahogarse de uno u otra manera, sin ya saber que hasta a tu propia familia ya has robado para conseguirlas.

El clon, humano creado ilegalmente al querer desafiar las leyes de la ciencia, crea conflictos y mentiras, consumidos por la realidad demuestra, que aunque sea un ser parecido pero de diferente madre, mantiene ADN del mismo, lo cual los sentimientos y amores son los mismos, lo que lleva a demostrar la competencia de los humanos.

Las competencias, los humanos toda la vida no la pasamos compitiendo, queriendo ser los mejores de todo y para todo, y cuando se trata de algún amor, se llega a hacer todo por ellas, la historia nos muestra como el oro a pesar de la religión no lo es todo y bien dice la mitad del corazón de la mujer esta echo de oro, pero, qué pasa con la otra mitad, ya no dejan decidir por uno mismo, solo tenemos un camino en la vida, y este lo decidimos nosotros mismos, a pesar de que la envidia, las confusión, la desesperación y el desamor hagan hacer tantas locuras como para no escuchar nuestra voz interior y solo escuchar las voces de los demás.

Hay que recordar que la vida esta echa de sorpresas, una bomba explosiva, que en cualquier momento hará “puff”, no todo es como lo pintan, hay que mirar hasta al fondo del ser y comprender que son parte del amor y de la traición, pensar que solo la mente humana es capaz de razonar nuestras acciones, que no se quiera escuchar y que por lo tanto los errores se siguen cometiendo.

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