El Movimiento De Reconseptualisacion En America Latina
Enviado por ceshe • 26 de Diciembre de 2012 • 4.374 Palabras (18 Páginas) • 917 Visitas
ACERCA DEL MOVIMIENTO DE RECONCEPTUALIZACIÓN
Norberto Alayón .
Mª Lorena Molina M.
El presente artículo está originado en un texto inicial presentado en el Congreso Nacional “De Araxá a Mar del Plata: 35 años de Trabajo Social Latinoamericano”. Mar del Plata, Argentina. 27-29 de mayo 2004. El mismo fue reelaborado a los efectos de su publicación en la Revista Prospectiva N 9. Octubre,2004. ISSN 0122-1213. Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano. Facultad de Humanidades. Universidad del Valle. Cali . Colombia.
Analiza el Movimiento de Reconceptualización, desarrollando brevemente una suerte de balance de las influencias recibidas, de sus aportes y limitaciones, rescatando la importancia de este proceso para perfilar un nuevo tipo de Trabajo Social, ligado a los intereses estratégicos de los sectores más vulnerados de la población.
Los procesos de cambio progresivo o de retroceso en las disciplinas no son un producto meramente endógeno de cada profesión. Se generan y se articulan con la dinámica social y política específica que se registra en un momento histórico determinado.
De ahí que el Trabajo Social, como cualquier otra disciplina, no constituye una categoría abstracta que funciona independientemente de las determinaciones histórico-sociales, que se registran en tal o cual país en un período particular. En virtud de ello -ayer y hoy- resulta imprescindible analizar al Trabajo Social en el contexto de los procesos sociales, económicos y políticos vigentes.
Hechas estas rápidas puntualizaciones, veamos, entonces, de precisar algunas cuestiones -no todas- inherentes al llamado Proceso o Movimiento de Reconceptualización en nuestra profesión. No vamos a abordar, en esta ocasión, el análisis detallado de los hechos políticos, económicos y sociales que se registraron en América Latina en el período de gestación y consolidación de este importante Movimiento, que podemos ubicar principalmente entre mediados de la década de los 60 y mediados de la década de los 70.
Sí creemos oportuno destacar las grandes influencias teóricas y políticas que recibió el Movimiento. Los principales aportes provinieron de la teoría de la dominación y la dependencia, del marxismo, de las propuestas "concientizadoras" del pedagogo brasileño Paulo Freire y también de la teología de la liberación.
Nuestra profesión, en efecto, recibió en ese período un shock conceptual y político de enorme oxigenación, pero -a la vez- de no tan fácil absorción de sus diversos y complejos componentes.
Esas contribuciones alteraron notable y favorablemente el campo profesional y generaron, por cierto, un salto cualitativo en los inicios de la teorización al interior del Trabajo Social. Convengamos, no obstante, para ser respetuosos de la historia, que en muchos casos se verificaba una comprensión simplista y de mucho reduccionismo acerca de las variadas nociones y teorías que "desembarcaban" en el ámbito de la profesión.
Las adscripciones ideológicas y políticas de los y las colegas que adherían a la emergencia de la Reconceptualización eran bien disímiles: católicos, ateos, evangelistas; peronistas, frondizistas, comunistas, socialistas, demócrata cristianos. Coincidíamos sí en un fuerte y creciente sentimiento antinorteamericano, que nos generaba rechazo casi frontal a todo lo que proviniera de Estados Unidos.
Nos sonaba tan cercano el presagio del Libertador Simón Bolívar -que sigue vigente hoy- quien en 1829 había escrito en Guayaquil que "los Estados Unidos... parecen destinados por la Providencia para plagar a la América de miserias a nombre de la libertad...".
De todos modos, resulta necesario precisar -aunque sea obvio- que es incorrecto asociar las aportaciones de los intelectuales norteamericanos, como si, en todos los casos, existiera un correlato irreductible con las orientaciones que impulsa el modelo imperial de sojuzgamiento de otros países, asumido permanentemente por los Estados Unidos.
Desde el propio vientre del "animal imperial", desde el centro mismo del orden social capitalista más brutalmente exitoso, surgen también voces y aportes profundamente contestatarios y progresistas, con los cuales debemos ensamblarnos para sumar fuerzas en la perspectiva de contribuir a la construcción de sociedades más equitativas y justas.
El revuelo y convulsión que habían ocasionado las nuevas ideas en los profesionales más tradicionales, dio paso luego a las denuncias y estigmatizaciones hacia los sectores más activos que adherían a las nuevas corrientes de la Reconceptualización. Hacia el año 1969 fueron paradigmáticas las acusaciones de la asistente social argentina Marta Ezcurra, Vicepresidenta para América Latina de la Unión Católica Internacional de Servicio Social (UCISS). Ezcurra, representante del pensamiento lúcido del catolicismo conservador, acusó al Grupo ECRO de Argentina y a colegas de Uruguay y de Chile de ser "cabeceras organizadas del movimiento comunista dentro del Servicio Social".
Marta Ezcurra, en su país, había sido Directora Nacional de Asistencia Social durante la dictadura militar de la llamada "Revolución Libertadora", que derrocó a Juan Domingo Perón. Desempeñó su cargo entre 1955 y el 15 de mayo de 1958, debiéndose recordar que el 1° de mayo de ese año asumió el Dr. Arturo Frondizi como Presidente constitucional, el cual era considerado por diversos sectores como "filo comunista".
En julio de 1967, bajo otra dictadura militar encabezada por el Gral. Juan Carlos Onganía, excelso representante del nacionalismo católico y oligárquico, se realizó en Buenos Aires -con más de 1.200 participantes de Argentina y de otros 25 países del mundo- el XI Congreso Mundial de la UCISS, con el tema "Promoción Humana y Servicio Social. Responsabilidad de los Cristianos". Precisamente Marta Ezcurra fue una de los Presidentes del Congreso, con discursos inaugurales del Dr. Raúl Puigbó y de clausura del Dr. Adolfo Critto, Secretario y Subsecretario, respectivamente, de Promoción y Asistencia de la Comunidad del gobierno militar, cuyos máximos dirigentes se auto presumían de cristianos.
También, desde otras perspectivas, se abominó de la Reconceptualización. La trabajadora social argentina Alicia Peire expresó recientemente que: "La reconceptualización era para aquellos que no estaban en las organizaciones armadas y que tenían tiempo para hacer la reconceptualización. Nosotros discutíamos si estaba bien que
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