El aparato circulatorio
Enviado por cynthialuciana25 • 6 de Mayo de 2012 • Ensayo • 1.719 Palabras (7 Páginas) • 719 Visitas
El aparato circulatorio sirve para llevar los alimentos y el oxígeno a las células, y para recoger los desechos
metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la orina, y por el aire exalado en los pulmones,
rico en dióxido de carbono (CO2). De toda esta labor se encarga la sangre, que está circulando
constantemente. Además, el aparato circulatorio tiene otras destacadas funciones: interviene en las defensas
del organismo, regula la temperatura corporal, etc.
· La sangre
· El corazón
· Los vasos sanguíneos
· El sistema linfático
· Enfermedades cardiovasculares
· Enlaces
La sangre
La sangre es el fluido que circula por todo el organismo a través del sistema circulatorio, formado por el
corazón y un sistema de tubos o vasos, los vasos sanguíneos.
La sangre describe dos circuitos complementarios llamados circulación mayor o general y menor o pulmonar..
En la circulación pulmonar o circulación menor la sangre va del corazón a los pulmones, donde se oxigena o
se carga con oxígeno y descarga el dióxido de carbono. En la circulación general o mayor, la sangre da la
vuelta a todo el cuerpo antes de retornar al corazón.
La sangre es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas (sales minerales)
disueltas, que forman el plasma sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células sanguíneas: glóbulos
rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Una gota de sangre contiene aproximadamente unos 5 millones de
glóbulos rojos, de 5.000 a 10.000 glóbulos blancos y alrededor de 250.000 plaquetas.
El plasma sanguíneo es la parte líquida de la sangre. Es salado, de color amarillento y en él flotan los demás
componentes de la sangre, también lleva los alimentos y las sustancias de desecho recogidas de las células. El
plasma cuando se coagula la sangre, origina el suero sanguíneo.
Los glóbulos rojos, también denominados eritrocitos o hematíes, se encargan de la distribución del oxígeno
molecular (O2). Tienen forma de disco bicóncavo y son tan pequeños que en cada milímetro cúbico hay
cuatro a cinco millones, midiendo unas siete micras de diámetro. No tienen núcleo, por lo que se consideran
células muertas. Los hematíes tienen un pigmento rojizo llamado hemoglobina que les sirve para transportar el
oxígeno desde los pulmones a las células.
Una insuficiente fabricación de hemoglobina o de glóbulos rojos por parte del organismo, da lugar a una
anemia, de etiología variable, pues puede deberse a un déficit nutricional, a un defecto genético o a diversas
causas más.
los glóbulos blancos o leucocitos tienen una destacada función en el Sistema Inmunológico al efectuar
trabajos de limpieza (fagocitos) y defensa (linfocitos). Son mayores que los hematíes, pero menos numerosos
(unos siete mil por milímetro cúbico), son células vivas que se trasladan, se salen de los capilares y se dedican
a destruir los microbios y las células muertas que encuentran por el organismo. También producen anticuerpos
que neutralizan los microbios que producen las enfermedades infecciosas.
Las plaquetas son fragmentos de células muy pequeños, sirven para taponar las heridas y evitar hemorragias.
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El corazón
El corazón es un órgano hueco, del tamaño del puño, encerrado en la cavidad torácica, en el centro del pecho,
entre los pulmones, sobre el diafragma, dando nombre a la "entrada" del estómago o cardias.
Histológicamente en el corazón se distinguen tres capas de diferentes tejidos que, del interior al exterior se
denominan endocardio, miocardio y pericardio. El endocardio está formado por un tejido epitelial de
revestimiento que se continúa con el endotelio del interior de los vasos sanguíneos. El miocardio es la capa
más voluminosa, estando constituido por tejido muscular de un tipo especial llamado tejido muscular
cardíaco. El pericardio envuelve al corazón completamente.
El corazón está dividido en dos mitades que no se comunican entre sí: una derecha y otra izquierda, La mitad
derecha siempre contiene sangre pobre en oxígeno, procedente de las venas cava superior e inferior, mientras
que la mitad izquierda del corazón siempre posee sangre rica en oxígeno y que, procedente de las venas
pulmonares, será distribuida para oxigenar los tejidos del organismo a partir de las ramificaciones de la gran
arteria aorta. En algunas cardiopatías congénitas persiste una comunicación entre las dos mitades del corazón,
con la consiguiente mezcla de sangre rica y pobre en oxígeno, al no cerrarse completamente el tabique
interventricular durante el desarrollo fetal.
Cada mitad del corazón presenta una cavidad superior, la aurícula, y otra inferior o ventrículo, de paredes
musculares muy desarrolladas. Exiten, pues, dos aurículas: derecha e izquierda, y dos ventrículos: derecho e
izquierdo. Entre la aurícula y el ventrículo de la misma mitad cardiaca existen unas válvulas llamadas válvulas
aurículoventriculares (tricúspide y mitral, en la mitad derecha e izquierda respectivamente) que se abren y
cierran continuamente, permitiendo o impidiendo el flujo sanguíneo desde el ventrículo a su correspondiente
aurícula. Cuando las gruesas paredes musculares de un ventrículo se contraen (sístole ventricular), la válvula
auriculoventricular correspondiente se cierra, impidiendo el paso de sangre hacia la aurícula, con lo que la
sangre fluye con fuerza hacia las arterias. Cuando un ventrículo se relaja, al mismo tiempo la aurícula se
contrae, fluyendo la sangre por esta sístole auricular y por la abertura de la válvula auriculoventricular.
Como una bomba, el corazón impulsa la sangre por todo el organismo, realizando su trabajo en fases
sucesivas. Primero se llenan las cámaras superiores o aurículas, luego se contraen, se abren las válvulas y la
sangre entra en las cavidades inferiores o ventrículos. Cuando están llenos, los ventrículos se contraen e
impulsan la sangre hacia las arterias. El corazón late unas setenta veces por minuto y bombea todos los días
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