El aporte de Albert Einstein a la Física Nuclear
Enviado por Roberto Chang Escobar • 7 de Diciembre de 2015 • Apuntes • 1.320 Palabras (6 Páginas) • 151 Visitas
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR
FACULTAD DE PSICOLOGIA
JESUS Y LA PERSONA DE HOY
Roberto Chang
07/12/2015
Tema: El aporte de Albert Einstein a la Física Nuclear
En el presente ensayo, se desarrollará el campo científico de la física y de la química antes y después de Albert Einstein, es decir, un avance propuesto por uno de los físicos más influyentes del siglo XIX y XX.
Albert Einstein Nació en la ciudad alemana de Ulm, cien kilómetros al este de Stuttgart, en el seno de una familia judía. Sus padres fueron Hermann Einstein y Pauline Koch. Hermann y Pauline se habían casado en 1876, cuando Hermann tenía casi 29 años y ella 18 años. La familia de Pauline vivía cerca de Stuttgart, concretamente en la ciudad de Cannstatt; allí su padre, Julius Koch, explotaba con su hermano Heinrich un comercio muy próspero de cereales. Pauline tocaba el piano y le transmitió a su hijo su amor por la música, entre otras cualidades como su "perseverancia y paciencia". De su padre, Hermann, también heredó ciertos caracteres como la generosidad y la amabilidad que caracterizaron a Albert. La familia Einstein intentó matricular a Albert en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich pero, al no tener el título de bachiller, tuvo que presentarse a una prueba de que fracasó a causa de una calificación deficiente en una asignatura. Su familia le envió a Aarau para terminar sus estudios secundarios en la escuela cantonal de Argovia, a unos 50 km al oeste de Zúrich, donde Einstein obtuvo el título de bachiller alemán en 1896, a la edad de 16 años.
Ese mismo año renunció a su ciudadanía alemana, presuntamente para evitar el servicio militar. Inició los trámites para naturalizarse suizo. A fines de 1896, a la edad de 17 años el joven Einstein ingresó en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, Suiza, probablemente el centro más importante de la Europa central para estudiar ciencias fuera de Alemania, matriculándose en la Escuela de orientación matemática y científica, con la idea de estudiar física. En 1908, a la edad de 29 años, fue contratado en la Universidad de Berna, Suiza, como profesor y conferenciante.
Einstein y su pareja Mileva tuvieron un nuevo hijo, Eduard, nacido el 28 de julio de 1910. Poco después la familia se mudó a Praga, donde Einstein obtuvo la plaza de Profesor de física teórica. En 1913, justo antes de la Primera Guerra Mundial, fue elegido miembro de la Academia Prusiana de Ciencias. Estableció su residencia en Berlín, donde permaneció durante diecisiete años. El emperador Guillermo le invitó a dirigir la sección de Física del Instituto de Física Káiser Wilhelm.
Einstein, como Newton, se hizo preguntas nuevas sobre cosas que parecían bien sabidas; y esas preguntas, sencillas y brillantes, tenían respuestas extrañas que cambiaron radicalmente nuestras ideas sobre el mundo. La trascendencia de estas ideas fue más tarde subrayada, angustiosamente para él mismo y para el mundo, por los inmensos dilemas a los que se enfrentaba la raza humana a causa del enorme poder sobre la naturaleza que Einstein y otros creadores de la ciencia del siglo XX nos han dado. Al propio Einstein le alcanzaron muchos de los trágicos acontecimientos de nuestra época: la persecución de los judíos, la violencia de la guerra y la aparición de las armas nucleares.
LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD
El trabajo más famoso de Einstein surgió de su aptitud para contestar profundamente preguntas simples y para continuar un razonamiento hasta dondequiera que le condujera. Los primeros coletazos de la teoría se remontan a, cuando siendo un muchacho de 14 años, se preguntaba qué sentiría si pudiera montarse en un rayo de luz. Pero el punto de partida serio fue otro arduo problema que afloró a fines del siglo pasado, esta vez referido a la velocidad de la luz.
La teoría implicaba que la luz tenía una velocidad determinada, pero lo que confundía es que la velocidad permanezca invariable sea cual sea el movimiento del observador o de la fuente de luz, en aparente contradicción con el sentido común. Este mismo cálculo es válido en cualquier otra circunstancia normal y parecía imposible que la luz fuera distinta; si avanzamos hacia la luz, ¿no sería lógico que nos llegue a mayor velocidad que si nos alejamos de ella?
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