El cambio climático en el mundo
Enviado por fsc18 • 13 de Noviembre de 2018 • Ensayo • 1.344 Palabras (6 Páginas) • 158 Visitas
El Cambio Climático en el mundo
Introducción
El Cambio Climático no es una cosa de hoy, ni de ayer, y tampoco de antier, es una consecuencia provocada desde hace muchos años, y es producido por todos nosotros, desde hace siglos, por nuestros descuidos e inconsciencia de lo que pasa a nuestro alrededor. Personalmente, me afecta, pues el estilo de vida actual exige mucho consumismo, somos el animal que produce mas basura en toda la historia del planeta, el efecto invernadero nos provoca cada tres años el Niño y la Niña, creando huracanes, ciclones y sequías en diferentes lugares del mundo, todo en extremo. El planeta es un ser vivo que reacciona a la agresividad, nosotros somos un virus letal al planeta, y como cualquier organismo, tiende a defenderse, sus anticuerpos darán por resultado la aniquilación de ese virus, ¿Por qué me afecta a mi?, porque mis pulmones me lo exigen, porque mi piel, mi cabello, y mis ojos se irritan, es un proceso de autodestrucción; haciendo daño al planeta nos hacemos daño a nosotros mismos. Las consecuencias de nuestros actos, acabaran con los bosques, el drenado de lagos y ríos, la desaparición de afluentes, y, por consecuencia, la flora y la fauna, se verán dañadas. Por ello, el ser humano es irresponsable por naturaleza, algo que tuvimos que haber cambiado desde ayer.
Planteamiento del problema
Vamos a enfocar nuestra atención, no en el gran marco de la pintura, sino en los detalles de la misma. Un problema de contaminación permanente que daña al cambio climático desde nuestra comunidad, es la contaminación del río Atoyac, desde tres estados hasta Puebla, pasando por Tlaxcala, donde la revolución industrial en la fabricación y teñido de textiles, por medio de elementos químicos, como es el prelavado de la mezclilla, han contaminado el Atoyac desde hace tiempo, ¿Por qué lo se?, porque desde la 5 de mayo, Atlixcayotl, Lomas de Angelópolis y en el mismo centro de la ciudad el olor a azufre y elementos químicos que provienen del río, son insoportables, tanto que impregnan la ropa; esto es un hecho, quien niegue el cambio climático, que se atreva a nadar en el Atoyac, un río con un alto índice de contaminación que lo hace inviable para la vida de cualquier tipo de organismo, no siendo descargas orgánicas, sino químicas.
Justificación
Como todos sabemos, acabar con el cambio climático en el mundo no va a ser una tarea fácil y mucho menos rápida, esta requiere de pequeñas acciones que van haciendo la diferencia, como la es acabar con la contaminación del río Atoyac en el estado de Puebla, un río que afecta a más de 2 millones de habitantes poniendo en riesgo su salud, y todo esto por las descargas industriales y urbanas. La magnitud de este problema lo hace un poco difícil de resolver ya que el río Atoyac lleva más de 180 años contaminado con la llegada de la industria textil y el crecimiento de la ciudad, ya que se pensó que el agua se llevaba la contaminación y con eso se convirtió en un “gran basurero” . Pero esto no lo hace imposible de solucionar, mucho menos con la ayuda del gobierno, y por supuesto, de la sociedad.
¿Qué piensa la iglesia sobre el cambio climático mundial?
En septiembre 2017, el Papa Francisco, en un arrebato nunca antes visto de indignación y enojo, declaró ante los medios, que el ser humano es un animal irracional que siempre tropieza con la misma piedra, el cambio climático no puede ser negado como lo niega Estados Unidos y China, los mayores productores de contaminación en el planeta, y otros 18 países más que no acudieron a la ONU a firmar el acuerdo de París sobre el cambio climático y que tampoco firmaron el Protocolo de Kioto, que es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
Dios encargó al hombre el cuidado de la creación como buen administrador la hiciera rendir frutos, visto como ejemplo de vida en San Francisco de Asís, o en San Ignacio de Loyola, sin embargo, fue Juan Pablo II
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