El cerebro masculino

ENSAYO

ELCEREBRO MASCULINO

Las diversas formas del comportamiento  tanto en hombres como en mujeres, han despertado  interés en muchos investigadores para conocer la estructura,  el funcionamiento,  la genética y  características  del cerebro y así esclarecer las bases de esta diferencia. Cabe destacar que  cada cerebro humano es único y tiene una mezcla  de hormonas femeninas y masculinas que hacen que se perciba el mundo de diferentes maneras. Sin embargo vamos a ahondar sobre esta particularidad existente en el cerebro  haciendo  más  énfasis en el masculino.

En muchas ocasiones me pregunto, ¿Por qué los  hombres suelen ser: machistas,  competitivos, agresivos en sus palabras,   poco empáticos, y tienen dificultades para analizar una problemática de pareja? Algunas de estas dudas fueron aclaradas mediante la observación de varios documentales  y la lectura de  investigaciones realizadas por expertos en el área,  sin embargo  captó mi atención  una entrevista realizada por Redes mediante Eduard Punset (Nro  67 del año 2011) a Louam Brizendine, Neurobióloga y escritora,  quien  explica  las etapas de la vida en el cerebro masculino y su relación con la mujer. Por ejemplo cuando una pareja tiene problemas existen ciertas diferencias en las regiones del cerebro  del hombre que le impiden solucionarlo mediante los pasos adecuados para  su abordaje

Es decir,  los hombres saltan las etapas de análisis que tiene una mujer para alcanzar su  solución. Al respecto,  Sordo  P. (2015), dice que los hombres se dirigen al objetivo o a su solución de manera directa, obviando así los pasos o el proceso para obtener la salida. De allí la razón por la cual, se pudiera considerar las dificultades que presentan las parejas, debido a la  falta de comprensión, comunicación, poca tolerancia entre otros.  

Según Brizendine existen ciertas etapas en la vida del hombre que permiten el nacimiento,  desarrollo, latencia, estabilidad y decaimiento de la testosterona, (hormona que en los hombres es producida en los testículos, dando las   características masculinas).  Ahora bien ¿Cómo se inicia esta formación de la testosterona  en  la historia del hombre? En la gestación se empiezan a formar en   el embrión unos circuitos cerebrales femeninos,  hasta que posterior a las 8 semanas  la hormona de la testosterona empieza a liberarse desde los testículos logrando definir su sexo como varón.

Cuando la madre da a luz a este nuevo ser se desarrolla la primera fase que va desde  el nacimiento  hasta el  año de vida, denominada  también adolescencia infantil. El bebe libera gran cantidad de dicha hormona, como si fuera un adulto, donde se destaca una conducta exploratoria, que lo prepararán para ser un hombre

La segunda etapa se forma  desde el  primer año  de vida hasta los 8 años. En ella los niveles de testosterona bajan cuantiosamente haciendo una pausa juvenil  que se mantiene durante toda la etapa, aquellos comportamientos aprendidos se empiezan a practicar. Los niños experimentan a gran velocidad, desarrollando habilidades motoras, sociales y cognitivas que marcarán su personalidad futura. Cuán importante es entonces que los niños y niñas reciban una formación adecuada en esta etapa. Se puede notar con preocupación a gran cantidad de  padres que le enseñan palabras obscenas, irrespeto a los adultos y compañeros, se ríen de las gracias y berrinches, sin percatarse de los problemas que le ocasionaran en el futuro. Al respecto White (1903) expresa lo siguiente: “Durante los primeros años de vida de un niño su mente es más susceptible a las impresiones buenas o malas. Por un lado pueden obtener mucha información sin valor, por otro lado mucho conocimiento sólido y valioso… Las lecciones que aprende el niño en los primeros siete años de vida tiene más que ver  con la formación de su carácter  que todo lo que aprende en los años futuros”. (p. 205) De allí entonces,  la gran importancia de la educación apropiada que los padres deben ejercer en esta etapa, ya que su formación será decisiva para su vida.

La tercera  etapa de desarrollo cerebral,  inicia a los 9 hasta los 22 años, extendiéndose aún  hasta los 25. El varón sufre un aumento de testosterona hasta  el 250 por ciento, por lo tanto  el objetivo de vida emocional  cambia totalmente. Podría decir que previa a esta fase los niños solo quieren andar con compañeros del mismo sexo, pero después que se inicia este estallido  desplazan a su grupo de amigos para solo ir en búsqueda de chicas, despertándose el interés por las hembras y   el deseo sexual. De allí la importancia de brindar una educación sexual adecuada para reforzar los circuitos cerebrales del varón.

Además,  en esta etapa, se observa un aumento de la agresividad, se convierten en chicos posesivos, jerárquicos, territoriales y consideran que todo lo saben.   Es allí donde los adolescentes  muestran el desafío a la autoridad según Brizendine. En este sentido Duque L y otros (2009) dicen lo siguiente: “La personificación de los enemigos adolescentes es inevitable. Muchas veces los padres, los profesores, claro está, hasta cierto punto pudiera estar de acuerdo con lo descrito por los autores precitados, sin embargo todo depende del trato que reciban en esta etapa y el abordaje que se emplee para brindarles el apoyo  durante el momento  de crisis,  Albert Bandura (1964),  sostiene que “los problemas de la adolescencia son a menudo el resultado de una profecía que se cumple a si misma: dado que la sociedad espera que los jóvenes sean rebeldes, les están estimulando a ser así . Muchos autores han señalado, desde hace tiempo, que las mayores o menores dificultades y conflictos de la adolescencia guardan estrecha relación con el contexto familiar, escolar y social”. Por lo tanto, un trato y estilo educativo adecuados eliminaría gran parte de los problemas que se les atribuyen  

Otro aspecto que se observa en la adolescencia es el desarrollo de su madurez y la búsqueda de su éxito social. Empieza la necesidad de conformar una familia sintiéndose realizado como hombre. Es entonces cuando al iniciar la vida en pareja y  el embarazo de su  mujer,  disminuye la testosterona y aumenta la prolactina (responsable de la conducta protectora paternal). Brizendine lo define como “el síndrome del embarazo empático” en el cual el esposo cuidará de su esposa con mayor naturalidad.  Al momento de nacer el bebe, y durante su crecimiento, el padre pone en funcionamiento su lóbulo frontal, dando paso  al pensamiento  en el futuro permitiendo  planes y estrategias, en caso de que el niño corra algún peligro,  además de sus posibles resultados y consecuencias.  Esta conducta permite  una conexión especial del niño con su padre,  que le ayudarán en el desarrollo de sus potencialidades.

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