El concepto de micobacterias atípicas
Enviado por jgalvear • 4 de Diciembre de 2012 • Trabajo • 5.258 Palabras (22 Páginas) • 364 Visitas
Introducción
De todos es sabido como la tuberculosis se considera
a finales del siglo XX e inicio del siglo XXI como
una enfermedad reemergente de gran importancia
socio sanitaria, siendo esta enfermedad, ocasionada
por una micobacteria, el M. tuberculosis, la más
mortal aún de todas las enfermedades infecciosas.
En este trabajo nos vamos a referir a otra serie de
micobacterias que ya desde hace tiempo se han venido
en denominar micobacterias atípicas porque
diferían a sus características de la especie patrón
que se consideraba al M. tuberculosis. Estas micobacterias
atípicas que hasta la aparición del SIDA
tuvieron relativamente poca importancia en patolog
ía humana como causantes de cuadros clínicos de
micobacteriosis, constituyen no obstante hoy día un
nuevo capitulo en la patología infecciosa ocasionado
por estas micobacterias como patógenos emergentes.
Así desde los años 90 hasta la actualidad se han
venido describiendo una serie de nuevas especies de
micobacterias atípicas causantes de diferente tipo
de patología humana y que constituyen el motivo de
nuestro trabajo, para dar a conocer al médico y sanitario
estas nuevas especies microbianas con las que
deberá ir obligatoriamente familiarizándose.
Concepto de enfermedad emergente
y reemergente
Enfermedad infecciosa emergente
Las enfermedades infecciosas emergentes son las
debidas a agentes infecciosos identificados como
nuevos y anteriormente desconocidas que producen
problemas de salud.
Enfermedad infecciosa reemergente
Las enfermedades infecciosas re-emergentes son las
debidas a la reaparición y al aumento de infecciones
conocidas pero que habían disminuido a niveles tan
bajos que ya no se consideraban como un problema
de salud pública.
Concepto de micobacterias atípicas
Todas las micobacterias a excepción de las comprendidas
en el complejo M. leprae o en el M. tuberculosis,
han recibido a través de los tiempos muy
diferentes denominaciones. Así en 1899 Moeller les
llamo bacilos pseudotuberculosis, Borrel y Marmoreck
en 1901 les llaman Bacilos patuberculosos, posteriormente
Pinner en 1932 y Timpe y Runyon en
1954 le denominan Micobacterias atípicas,
Haudoroy en 1955 Mycobacterias anormales en
1959 Mycobacterias anónimas, en 1963 Corpe
Runyon y Lester Mycobacterias inclasificadas en
1963 Matheus les llama MOTT (Mycobacteria
Other than tubercle bacilli) así como en 1969 Marks
y Selkon las engloban bajo el término de Mycobacterias
oportunistas, Wolinskyi en 1979 les llama
Mycobacterias no tuberculosas, Wayme y
Sramek en 1992 PPEM (Potentialiy Pathogenic
Enviromental Mycobacteria).
Hoy pensamos que deben denominarse con su nombre
correcto constituido binomialmente como el resto
de la bacteriología con el género y la especie, así
Mycobacterium kansasii, Mycobacterium celatum
etc. ya que la mayoría están perfectamente estudiadas,
clasificadas y nominadas al ser descritas y publicadas.
No obstante el problema de la nomenclatura surge
cuando nos queremos referir en bloque a ellas o a
alguna en particular o varias sin decir su nombre
individual. En este caso es cuando aparece la discuLas
microbacterias atípicas como patógenos emergentes
221 Enf Emerg 2000;2(4):220-230
sión en la denominación a usar según los autores,
creando una gran confusión al lector no experto. En
este caso es Micobacterias atípicas el que se utiliza
más universalmente al referirse a ellas por no
tener todos los caracteres del M. tuberculosis que
se considera la especie típica. A la visión microscó-
pica directa de una baciloscopia pueden aparecer
idénticos al ya citado Mycobacterium tuberculosis y
confundirnos con él, pero si lo estudiamos desde el
punto de vista bacteriológico de manera más detallada
con cultivos, estudios de los constituyentes
lipídicos, pruebas bioquímicas, inoculaciones a animales,
pruebas inmunológicas, micobacteriofagos,
pruebas genéticas, etc. nos muestran una serie de
diferencias que hacen que actualmente se hayan descrito
más de cien especies diferentes del M. tuberculosis
y M. leprae.
El término propuesto por Wolinskyi de micobacterias
no tuberculosas que es mal utilizado con frecuencia,
es incorrecto ya que el apelativo tuberculosis se debe
a la descripción que en 1680 hizo Silvius en relacion
a los tubérculos que existían en dicha enfermedad. Y
esos mismos tubérculos pueden ser ocasionados por
algunas de las micobacterias atípicas que en contra
de toda lógica se denominan no tuberculosas.
Igualmente la denominación de Mycobacterias ambientales
es incorrecta pues como indica Kazda solamente
deben denominarse asi las Mycobacterias
que utilizan el ambiente como su reservorio, y no
simplemente a las que se aislan esporádicamente de
él. Igualmente hay que recordar que hay micobacterias
atípicas descritas recientemente aisladas sólo
de enfermos inmunodeprimidos y no del ambiente.
Clasificación de las micobacterias
desde el punto de vista
microbiológico
Desde el punto de vista microbiológico las micobacterias
se clasifican en seis grandes grupos según la
velocidad de crecimiento y la pigmentación o no de
su crecimiento en medio sólido de Lowestein Jensen
(Tabla 1).
Clasificación de las micobacterias
desde el punto de vista clínico
Desde el punto de vista clínico las micobacterias se
pueden clasificar como patógenos estrictos, normalmente
tambien llamados de Grupo de Riesgo III, con
alto riesgo de transmisión por el aire. La enfermedad
suele ser grave para el individuo y a veces fatal y de
riesgo variable para la comunidad.
Otro grupo de micobacterias se consideraran como
patógenos oportunistas, que son patógenos potenciales
con riesgo individual moderado y de variable
gravedad para la comunidad. A su vez estas micobacterias
que se encuadran dentro del Grupo de Riesgo
II se consideran como oportunistas mayores u
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