El cuidado cotidiano del medio ambiente

El Cuidado Cotidiano del Medio Ambiente

Actualmente la contaminación ambiental se ha convertido en un problema grave para nuestro planeta y para la humanidad. Según Greenpeace (2019) cada año ocho millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos, además, en nuestra sangre se encuentran 300 sustancias químicas contaminantes que no tenían nuestros antepasados. Por su parte, Díaz (2012) ha manifestado que el cambio climático, producto de la contaminación ambiental, es una bomba de tiempo que, de no ser desactivada a tiempo, podría generar la desaparición del ser humano como especie.

Esta situación no es un secreto para la población; de modo que, todos somos conscientes que debemos involucrarnos en el cuidado del medio ambiente y tomar acciones para revertir esta situación. Sin embargo, hay quienes manifiestan que es necesario realizar grandes campañas, unirnos a grupos o movimientos importantes o emprender grandes acciones para poder contribuir con el cuidado del medio ambiente. En contraposición a ello, otros piensan que el cuidado del medio ambiente también puede tomar fuerza a través de pequeñas acciones cotidianas que cada persona puede realizar sin grandes esfuerzos, y con ellas dar el primer paso para combatir la contaminación ambiental y así lograr un futuro más sostenible. Si día a día son más personas las que se involucran verdaderamente con el cuidado del medio ambiente y se animan a realizar estas pequeñas acciones, se podrían lograr resultados importantes para nuestro planeta.

Greenpeace (2017) ha afirmado que la solución para atenuar de manera importante la contaminación está al alcance de todas las personas. Al respecto, sostiene que el problema de la contaminación ambiental tiene principalmente tres variantes: la contaminación atmosférica, la contaminación por plásticos y la contaminación en la alimentación; por lo que, debemos preocuparnos por abordar en nuestro día a día cada una de estas aristas. La contaminación atmosférica es originada por el tráfico y las emisiones de las industrias, de las cuales por cierto somos consumidores asiduos; en cuanto al plástico, se tiene que, tanto su producción como los residuos generados ha aumentado de manera crítica en las últimas décadas, inundando nuestras vidas; y el uso de compuestos químicos y plaguicidas tóxicos en la producción de alimentos que consumimos, se ha convertido en el modelo de producción predominante. Asimismo, según Micilio (2007) los problemas ambientales que hoy vivimos tienen su origen en una continua agresión por parte del ser humano, por lo que, de nosotros depende parte de las soluciones. Con todo esto, podemos entender claramente que, la contaminación se encuentra en el día a día de todas las personas, por lo que no nos queda más que asumir que la remediación de esta situación también tiene que encontrarse en la vida cotidiana de cada uno de nosotros.

Sin embargo, la gran variedad de información que se publicita sobre el cuidado del medio ambiente hace mucho énfasis en la necesidad de tomar acciones complejas e integrales para cuidar el planeta, lo cual genera desánimo en muchas personas que tienen el interés de sumarse a buenas causas, pero que encuentran limitaciones de tiempo, recursos, conocimiento, u otros, para iniciar tales acciones. Por ejemplo, Doria (2009) establece que el desarrollo de herramientas que nos brinden productos químicos, alimentos y fuentes de energía que no comprometan la salud de nuestro planeta a largo plazo, es un gran reto científico, tecnológico y social; tal es así que, propone la aplicación de una nueva filosofía, denominada Química Verde, la cual consiste por ejemplo en reducir o eliminar la generación de sustancias peligrosas en el diseño, manufactura y aplicaciones de productos químicos, cuya tesis recae en la aplicación de doce principios de tan compleja diversidad, que su aplicación podría parecer por demás engorrosa para el común de las personas de pie.

Por otro lado, Micilio (2007) refirió que todas las personas podemos llevar a cabo una serie de acciones para mejorar el cuidado del medio ambiente, con base en la concientización y la implicación de nuestro proceder y nuestra actitud. Desde su punto de vista, las acciones que podríamos emprender consisten en cuestiones mucho más simples y cotidianas como: minimizar el uso de plásticos, por ejemplo, eligiendo usar bolsas de tela o papel para las compras; evitar el consumismo excesivo, generando así menos residuos; separar los residuos para recuperar los materiales reutilizables, convirtiendo así desechos en nuevos productos; cuidar el agua, cerrando bien los caños, recolectando el agua de la ducha, utilizando baldes para lavar los carros, verificando que no existan fugas de agua; elegir prioritariamente consumir productos ecológicos porque en su producción no se utilizan fertilizantes ni otros productos químicos contaminantes; consumir menos energía, apagando las luces que no utilizas, desenchufando los electrodomésticos, aprovechando la luz natural, utilizando el transporte público o medios alternos para transportarse. Como vemos, estas acciones no requieren de grandes esfuerzos, o importantes inversiones de dinero o tiempo; sin embargo, con ellas podríamos dar el primer paso para combatir la contaminación ambiental en nuestro entorno.

...