El desarrollo de ensayos químicos de la vida
Enviado por hecrodriguezv • 20 de Enero de 2014 • Tutorial • 3.896 Palabras (16 Páginas) • 382 Visitas
En la década de 1970, el Dr. James Lovelock fue contratado para diseñar pruebas químicas de detección de vida. Las mismas serían montadas en una futura sonda a enviar al planeta Marte. En el curso de esta tarea, se hizo necesario definir qué es la vida en un sentido más amplio que como puede ser reconocida en nuestro planeta Tierra. Lovelock elaboró así una posible definición operativa: se podría considerar "vivo" a cualquier sistema que genere y mantenga sub-sistemas internos que le ayuden a ordenarse y mantener constantes sus condiciones internas (capacidad de homeóstasis).
Una de las conclusiones de esta definición es que los seres vivos pueden mantenerse en un estado constante, llamado estado estacionario, que es distinto del equilibrio
En investigaciones posteriores, el Dr. Lovelock observó que ciertas variables fisicoquímicas de nuestro planeta (la salinidad de los mares, la composición y temperatura atmosférica, etc.) mantienen valores constantes (estacionarios) pero que no son los de equilibrio. El Dr. Lovelock sugirió entonces, que las interacciones de los seres vivos entre sí y con su entorno eran las responsables del mantenimiento de dichos estados estacionarios.
Entonces, si consideramos "vivos" a aquellos sistemas que mantienen estados estacionarios diferentes del equilibrio termodinámico, generando y manteniendo sistemas ad hoc, si las condiciones "internas" de la Tierra se mantienen constantes (y lejos de su equilibrio), y si parece que ciertas variables ambientales importantes de la Tierra se mantienen sus valores constantes merced a los seres vivos y sus interacciones, entonces...
...el planeta Tierra puede ser considerado un ser vivo.
El Dr. Lovelock es un tipo sumamente creativo y poético. En vez de llamar a su teoría "Homeóstasis de las variables físico-químicas terrestres y sus interrelaciones etc. etc. ..." la llamó Teoría de Gaia, en recuerdo de Gaea, la diosa tierra de los griegos, análoga a la Pacha Mama latinoamericana.
Según la teoría de Gaia, las condiciones actualmente reinantes en el planeta no son el mero resultado de reacciones físico-químicas sino que son mantenidas así por el conjunto de seres vivos del planeta (la biósfera) y la interacción con su entorno.
Podríamos explicar esto con una analogía simple entre el planeta y nuestro propio cuerpo de humanos. Cada especie sería entonces análoga a un "órgano" y la interacción entre éstos mantendría nuestra temperatura (a pesar del frío exterior), nuestro pH y nivel de azúcar en sangre (a pesar de que la ingesta de alimentos varía en su composición), etc., así como la salinidad de los mares, la temperatura y composición de la atmósfera, etc. en la Tierra.
Sin embargo, los humanos somos mucho más que un montón de órganos: el todo es más que la suma de sus partes.
Según esta visión, todos estamos relacionados y la desaparición de una especie es una tragedia para todas las demás, tanto como la pérdida de un órgano es terrible para nuestro propio organismo.
Este enfoque, que parece pecar de exceso filosófico, no desestima los enfoques pragmáticos sino todo lo contrario, los potencia. Desde un punto de vista utilitario (la genética y sus aplicaciones en medicina por ejemplo), la desaparición de una especie animal o vegetal y su genoma (conjunto de genes) significa la pérdida de millones de posibles tesoros aún desconocidos. También explica por qué hay temas que requieren un enfoque interdisciplinario para ser abordados con éxito.
Entre otras cosas, esta teoría justifica no sólo la apreciación, sino la necesidad de la diversidad para mantener el estado estacionario global, ya que cada especie cumple una o más funciones particulares dentro de la sinfonía global.
CONSCIENCIA DE GAIA
El terrorismo, el hambre, el cambio climático; catástrofes causadas directamente por el hombre. Todos hemos sido espectadores de estos acontecimientos, todos hemos sido conscientes, prácticamente a la vez, de la capacidad destructiva del propio hombre.
Pero racionalicemos, el SIDA, el cáncer, la carretera, son fenómenos mas mortíferos que el terrorismo. ¿Qué hace que la contemplación de la devastación causada por la mano del hombre produzca una conmoción tan desproporcionada?. El ambiente cultural en el que se desarrolla una persona determina sus intereses y anhelos, determina los deseos de progreso que dirigirán su vida. La capacidad de
modificar sus circunstancias dependerá grandemente de sus capacidades biológicas, de su fuerza física e intelectual. El éxito en esta tarea no siempre acompañará a cada individuo.
Este deseo de modificar el entorno, la pulsión de adaptarlo a los requerimientos que su cultura y ambiente promueven, tiene su modo natural de canalización en la participación política. Los individuos una vez alcanzadas, con mayor o menor éxito, sus metas en el ámbito próximo (trabajo, familia, aficiones), tienden a modificar (mejorar) los entornos mas lejanos (ayuntamiento, región, nación). La acción política es el medio natural para conseguir esos fines.
La Democracia, la Justicia y la Libertad son los pilares que facilitan esa participación política a los individuos.
¿Quién no ha sentido alegría al oir el anuncio de la muerte o caida de un dictador?. Una alegría desconcertante al tratarse al mismo tiempo de la muerte o desgracia de otro ser humano. Esa alegría tampoco es humana, es alegría de Gaia al abrirse un nuevo espacio de Libertad en el mundo.
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A lo largo de este tiempo la teoría de Adler ha sido interpretada de diversas formas y adaptadas a diversas situaciones. Inicialmente se la consideró en contraposición a la teoría de Freud sobre el instinto sexual y su fuerza determinante para conformar el carácter y conducta del hombre.
El concepto Gaia permite abrir un nuevo punto de vista sobre esa realidad. El hombre es el único animal que no está adaptado a ningún medio ambiente; por el contrario su capacidad para ocupar todos los ecosistemas de Gaia nace de su capacidad para modificar el medio donde habita. La Voluntad de Gaia, el Poder de Gaia es precisamente esa voluntad de poder que tenemos todos los seres humanos. Nosotros también somos los depositarios de la Voluntad de Gaia. Es responsabilidad del ser humano organizar y dirigir positivamente ese poder.
La naturaleza del dolor que hemos sentido al contemplar los sucesos del 11-S, del 12-M u otros acontecimientos similares no es humana. Esa sensación no es dolor humano, es dolor de Gaia.
Nosotros simplemente somos sus agentes sensibles, su órgano de la
hasta el ultimo ser viviente que lo habita, podía ser considerada como un único organismo a escala planetaria en el que todas sus partes
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