El desarrollo de la velocidad de lectura
Enviado por crisbernal • 13 de Octubre de 2013 • Informe • 430 Palabras (2 Páginas) • 287 Visitas
DEBEMOS HACER ES DIRIGIR NUESTROS OJOS HACIA LA
PARTE SUPERIOR DE LAS PALABRAS.
CUALQUIER PERSONA PUEDE LLEGAR A CONVERTIRSE EN
LECTOR RÁPIDO, CAPAZ DE SUPERAR SIN ESFUERZO LAS 500
P.P.M. TODO CONSISTE EN SOMETERSE AL DEBIDO
ADIESTRAMIENTO, DEL CUAL NADIE DEBE SENTIRSE
EXCLUIDO. TODOS PODEMOS LLEGAR A DOMINAR LAS
modernas técnicas de lectura. ello sólo exige del lector
una serie de requisitos que pasamos a comentar
inmediatamente.
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Requisitos para el aprendizaje
1. Es indispensable el buen funcionamiento y una decidida voluntad de
superación de la propia destreza de lectura.
Si somos ya lectores rápidos -350 p.p.m.- nuestro objetivo será llegar a
superarlas. Si somos lectores lentos -150 p.p.m. -nuestro objetivo será hacernos
lectores rápidos. Debemos tener en cuenta que podemos llegar a alcanzar -
empleándonos a fondo en el entrenamiento una velocidad de lectura de hasta
900 p.p.m., y que lectores excepcionalmente rápidos y hábiles pueden llegar a
las 1.000 p.p.m.
2. Es recomendable determinar nuestro punto de partida, es decir,
calcular a qué velocidad somos capaces de leer habitualmente con un máximo
de comprensión.
3. Debemos descubrir qué cosas nos impiden una lectura rápida y
eficiente. Nuestros malos hábitos de lectura -vocalización, subvocalización,
fijaciones excesivas, retrocesos, etc. deben ser descubiertos y erradicados.
Indiscutiblemente esto toma tiempo, pero jamás será tiempo perdido. Muy
pronto se comprobará con asombro hasta qué punto merecía la pena el esfuerzo
y el tiempo empleados en desarrollar nuestra capacidad lectora.
Determinación del punto de partida
Conviene determinar a qué velocidad somos capaces de leer
habitualmente, con un máximo de comprensión, antes de iniciar el aprendizaje
de las técnicas de lectura rápida.
Apreciaremos así:
a) nuestro estado actual, y b) los progresos que vayamos realizando a lo
largo el curso. Por eso vamos a realizar ahora un ejercicio de lectura, pero antes
debemos hacer algunas aclaraciones.
Para comprobar su velocidad de lectura hágase con un reloj,
preferiblemente con segundero: si puede conseguir un cronómetro, mucho
mejor. Tome nota del tiempo que necesita para leer el texto. Este debe leerlo
usted a la velocidad con que lo hace habitualmente y sólo una vez, sin volver
sobre los renglones si cree que se le ha escapado algo de su sentido.
Al final de la lectura encontrará una serie de preguntas que usted debe
responder. Con esto pretendemos determinar su capacidad de comprensión.
Intente ser consecuente consigo mismo y no vuelva al texto ni mire las
respuestas que van incorporadas al
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