El desarrollo integral del niño
Enviado por zainmalikt • 25 de Septiembre de 2014 • Tesis • 543 Palabras (3 Páginas) • 262 Visitas
El desarrollo integral del niño, así como su aprendizaje, vienen vinculados a su desarrollo auditivo. El sistema auditivo es, junto con el sistema visual, una de las principales fuentes de información en el ser humano.
El término de deficiencia auditiva indica una pérdida auditiva, y las diferencias se van a establecer por el grado de dicha pérdida, que puede ir desde una deficiencia leve a una total, con la consiguiente repercusión en el sujeto a nivel personal, escolar y social. Según la OMS un niño es sordo cuando no percibe los sonidos ni con la ayuda de amplificadores.
Desde el punto de vista educativo podemos clasificar a los niños con déficit auditivos en dos amplias categorías:
Hipoacúsicos: Niños con audición deficiente que adquieren el lenguaje oral por vía auditiva. Debido a ello pueden tener alteraciones en la articulación, en la reestructuración del lenguaje o bien a nivel léxico. Pero con la ayuda de prótesis auditivas pueden desarrollar una vida normal. Esta hipoacusia puede ser leve, moderada o severa, y las repercusiones en los sujetos pueden ser muy diversas dependiendo de los diversos factores: grado de pérdida, personalidad del sujeto, precocidad en el diagnóstico y la intervención, contexto familiar, escolar y social…
Sordos profundos: Pérdida auditiva total. La información la reciben por vía visual y tienen imposibilidad de adquirir el lenguaje oral por la vía auditiva.
Van a existir tres criterios básicos para establecer una clasificación de las diversas discapacidades auditivas existentes:
Según la naturaleza de la pérdida auditiva (cantidad de audición que ha perdido el niño):
Niños con audición normal: Umbral auditivo inferior a 20 dB. Perciben el habla perfectamente
Niños con deficiencia auditiva leve: Umbral entre 20 y 40 dB. En situaciones normales no tienen problemas, pero sí cuando están en lugares con ruidos donde pueden presentar problemas para percibir correctamente los mensajes. Se resuelve con prótesis adecuadas y con intervención logopédica, sobretodo para impedir que aparezcan dificultades de articulación. Escolarización normal.
Niños con deficiencia auditiva media: Umbral de audición entre los 40 y los 70 dB. Con prótesis adecuadas se puede adquirir el lenguaje oral a través de la vía auditiva. Necesitan apoyo logopédico.
Niños con deficiencia auditiva severa: Umbral entre los 70 y los 90 dB. Sólo pueden percibir palabras amplificadas y la adquisición del lenguaje oral no se produce de forma espontánea. Necesita adaptación de prótesis, entrenamiento auditivo e intervención logopédica, con el fin de conseguir un amplio vocabulario, un lenguaje estructurado y un habla inteligible.
Niños con deficiencia auditiva profunda: Umbral auditivo superior a 90 dB. No pueden percibir
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