El descubrimiento de la Anestesia local

El descubrimiento de la Anestesia local

El uso de la cocaína como anestésico local se difundió con rapidez, especialmente en Estados Unidos, donde en 1884 se crearon técnicas para anestesiar la nariz, la boca, la laringe, la tráquea, el recto y la uretra. Hacia finales del mismo año, el cirujano neoyorquino William Steward Halstead (1852-1922) describió técnicas para dar anestesia regional inyectable, con cocaína al 4%. Experimentando con la droga, Halstead contrajo la adicción y se sometió a varios meses de tratamiento. Más adelante, fue profesor de patología de la Universidad Johns Hopkins y tuvo una carrera brillante.*

Richard Hall, cirujano del Hospital Roosvelt de Nueva York, introdujo la anestesia local en la cirugía bucal realizando una anestesia regional del nervio maxilar inferior. El 26 de noviembre de 1884 el dentista Charles Nash anestesió a Hall inyectando cocaína en el agujero suborbitario, para el tratamiento de un incisivo cariado. Probablemente, este fue el primer procedimiento de operatoria dental realizado bajo anestesia.

La anestesia local por inyección fue posible gracias a la jeringa. Hoffmann-Axthelm5 atribuye esta invención al cirujano ortopedista Charles-Gabriel Pravaz (1791-1853), de Lyon, Francia, en 1852. La jeringa se conoció como jeringa de Pravaz y más tarde como jeringa Luer, por su fabricante.

Según Glenner y Pick3, la invención de Pravaz no tenía aguja sino una varilla a pistón rosca¬da que sólo permitía la administración de cantidades muy pequeñas de líquido. Glenner y Pick señalan que Daniel Ferguson, fabricante londinense de instrumentos quirúrgicos, fue el primero en fabricar una jeringa hipodérmica verdadera, modificada más tarde la Alexander Wood de Edimburgo, Escocia. El primer ensayo, en noviembre de 1853, consistió en inyectar opiáceos en zonas doloridas.

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