El materialismo histórico. La estructura de esa teoría reconoce a la historia de la humanidad

El materialismo histórico no fue una teoría que apareciera explicada de una forma detallada en alguna de las obras de Karl Marx, pues como lo señala Isaiah Berlin, se fue dando de manera fragmentada al interior de algunos de los textos que Marx publicó.

La estructura de esa teoría reconoce a la historia de la humanidad como un proceso único en el que no existen las repeticiones y que además obedece a ciertas leyes, las cuales están al alcance del hombre para ser descubiertas, sin embargo, han de llevar cierta secuencia de las anteriores. Además, contrario a Hegel y en concordancia con Feuerbach, ésta no podrá fundar su conocimiento en pensamientos metafísico, atribuyéndole todo a algún dios, pues no tendría oportunidad de comprobarse mediante algún método científico, ya que Marx afirma que, si los fenómenos que han de explicarse son los que acontecen en la vida social, entonces esa dilucidación tendrá que basarse en la naturaleza de entorno social en el cual se desenvuelven los individuos, y por lo tanto, deberá estar disponible de comprobar científicamente.

Ahora bien, el autor habla sobre un progreso discontinuo, el que se ocasiona a raíz de una lucha de clases permanente, definiendo como clase a “un grupo de personas dentro de una sociedad, cuyas vidas están determinadas por la posición que ocupan en el proceso de producción, mismo que determinará el proceso de producción social, y éste, a su vez, depende del carácter de las fuerzas productivas y del grado de desarrollo…”

Para Marx, la esencia de la historia es la lucha de los hombres por desarrollarse de manera plena sin tener que estar bajo la dominación de alguna fuerza y sí vencerla, además de ser dueños de sí, lo que equivaldría a la libertad. Esto lo obtendrán a través de la actividad laboral, pues será con lo que transforme su entorno ya que es una acción social, y mediante la invención será transformado el trabajo tanto en la división del mismo o en un modo cooperativo, pues ambos poseen deseos comunes que integran los deseos individuales de cada ser humano.

Contrario a lo anterior, existe el sistema capitalista el cual, mediante la acumulación de bienes, se apropian de los productos del trabajo social y someten a los miembros de la comunidad a efecto de trabajar para ellos, con lo cual se crea una clase a la que Marx llama alienada, en la que la voluntad de los “explotados” queda doblegada por los “explotadores”, y que lo ven de manera normal, pues piensan que es natural que se lleve a cabo de esa manera.

Entonces, teniendo al trabajo como eje central de la teoría y de acuerdo a lo explicado en el capítulo 1 del texto conocido como “El capital”, primer y cuarto tomo, se puede entender que el trabajo puede ser examinado desde dos aspectos diferentes.

El trabajo visto como mercancía al que se le puede dar valor está representado en la fuerza de trabajo pues el capitalista

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