El miedo a la muerte en el despertar de la científica
Enviado por Ernesto Jaimes • 27 de Marzo de 2019 • Ensayo • 1.720 Palabras (7 Páginas) • 124 Visitas
El miedo a la muerte en el despertar de la científica
Si alguien logra leer o escuchar estas palabras probablemente sea una de las aproximadamente 7450 millones de personas que existen en el planeta tierra, temerosas por la incógnita de la muerte y lo que continua después de esta, una incógnita que desde épocas remotas ha martirizado al ser humano, un miedo que según nuestra interpretación de las palabras de Sigmund Freud (la pulsión de vida, eros o la pulsión de muerte, thanatos) sería una de las principales motivaciones para el comportamiento diario del humano, como para Maslow se encontraría en el segundo escalón dentro de la jerarquía de necesidades humanas, necesidades que generan un comportamiento especifico con tal de ser complacidas.
Por un comportamiento natural el ser humano y muchos otros seres vivos tiende a huir de los estímulos que generan aversión sobre estos, un roedor huira de sonidos muy agudos que lastimen sus oídos, un depredador emprenderá una huida al ser rociado por la orina de la mofeta, y la mayoría de los organismos evitaran lugares con temperaturas muy altas, excepto tal vez los tardígrados o los organismos extremofilos, estas reacciones son necesarias para asegurar la supervivencia, y suelen ser en su mayoría inconscientes a pesar de ser reacciones que nosotros consideraríamos lógicas pero ¿lo son?.
Cabe aclarar que la verdad y la lógica suelen cambiar con el avance del conocimiento y el desarrollo de la sociedad, lo que en algún momento fue una verdad absoluta ahora es solo una falacia, los ejemplos más claros se pueden ver en el cambio de poder que se generó entre la religión y la ciencia, en épocas de dominio religioso la tierra se consideraba el centro del universo, los seres vivos pasaban de inanimados a animados con un soplo celestial a lo cual después se le daría el nombre de generación espontánea y los seres vivíos no serían más que una creación de una entidad todopoderosa; actualmente se considera al sol como el centro del sistema solar, se desconoce el centro del universo pero de manera filosófica se concluye que esto dependerá del punto de observación, pues el punto de observación podría tomarse como centro del universo visible, se cree que los organismos pasan de materia básica a organismos completos mediante una evolución progresiva, y aún cuando se cree que todo se debe a algo más poderoso este ha dejado de ser un ser a nuestra imagen y se ha convertido en variables recurrentes a lo largo del universo como lo son la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear fuerte, la fuerza nuclear débil y la fuerza de gravedad.
Pero actualmente con todo el desarrollo creciente de la información podemos indagar en la misma cuestión que alguna vez Sidhartta Gautama se hizo ¿Tiene sentido el miedo a la muerte?
Thomas Hoobs propondría que todos los hombres son iguales por naturaleza, nadie nace más inteligente que el otro, esto se obtiene por experiencia sin embargo el hombre está condenado a infravalorar al otro y sobreponerse ante cualquiera por lo cual desarrolla un estado cotidiano de competencia por bienes (limitados) esto gracias a un impulso natural a la supervivencia, lo cual generaría batallas y guerras. Estas guerras entrarían en conflicto con los ideales de autoconcervacion y temor a la muerte, esta situación tan contradictoria terminaría generando un pacto entre los hombres para crear una sociedad (leviatán), regida por normas específicas que mantendrían a las personas limitadas para evitar conflictos, dando así una sociedad basada en el miedo a la muerte, esto mismo podría extrapolarse a las religiones, en ese entonces bajo el dominio religioso el miedo a la muerte podría ser sentido a menor escala al tener una aparente respuesta con las ideas de un cielo y un infierno, lo que existía después del fallecimiento no era una intriga ya, el pánico a la muerte podía enfocarse a la vida, ahora era el miedo a desobedecer las reglas de un dios pues estas definirían lo que sucedería después de la muerte. Pero en esta época, la época de la ciencia esto ya no es así, mientras que algunos se han aferrado a la idea de una segunda vida ya sea por medio de un cielo o una reencarnación otros han tomado el extremo contrario, llevando la ciencia como un estandarte y gritan a los cuatro vientos que lo único que sigue después de la vida es la nada, pero ¿realmente al morir a todos solo nos espera eso? ¿La nada?
Desde el punto más alejado de comprensión actual encontramos ideas aportadas por la física cuántica, esta idea rebuscada se puede abordar desde la primicia de que lo que actualmente somos, experimentamos y observamos no es más que el resultado de millones de posibilidades que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, posibilidades que si lo pones en un parámetro completo resultan algo difícil de creer, desde la victoria de la materia sobre la antimateria, la ubicación de nuestro planeta en relación a la distancia a una estrella quedando dentro del cinturón de posibilidad para sustentar vida, la existencia de una luna que otorgue una noche e influya en las corrientes de los mares permitiendo el transito marino, hasta la propia evolución humana que varias veces se encontró cerca de un final prematuro; así como ahora somos el resultado de todas las probabilidades de nuestra historia hay universos alternos que mantienen resultados distintos a los nuestros, desde los más efímeros hasta los más relevantes, estos universos se encontrarían flotando uno a un lado de otro, como gotas de roció atrapadas en una telaraña.
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