El número 1 y su historia

 Número 1.

Alison Tatiana Baena Tamayo.

Universidad Católica Luis Amigó.

Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables.

Contaduría Pública.

Medellín.
2019.

El número 1 como un importante y necesario descubrimiento.

Esta invención contribuyó a la construcción de imperios, a la creación y organización de varias ciudades; inclusive inspiró a uno de los más grandes pensadores de la historia y fomentó la actividad económica. El número uno se convirtió en un sistema de conteo relevante.

 Sus orígenes se ven envueltos en un misterio. No obstante, en el antiguo Congo se encontraron evidencias sólidas, un hueso de ishango estaba marcado por 60 rayas, 60 cada lado. El uno no era más que una simple raya. En la prehistoria las rayas representaban una serie de unos. Los primitivos desconocían qué estaban haciendo, pero esto fue un gran punto de partida para la nueva sociedad que se aproximaba.

En el Oriente se le da independencia al número uno, liberándolo y representándolo en una ficha. Al haber fichas, piedras o demás permitía hablar ya de una aritmética, de sumar o restar, indirectamente.

Tanto como hubo culturas que no quisieron explorar más allá, otras culturas si sentían la necesidad de contar; de llevar un registro: poblacional y de bienes. Al menos, por medio de fichas; y al menos, en serie de unos. De allí nacieron las ciudades y los grandes imperios. Contar se volvió importante, obligaba a la época a tener una manera de calcular, los habitantes estaban creciendo, así que la distribución de alimentos y hogares equitativamente se volvía algo complicado. Estos registros fueran las primeras cosas que se escribieron; puesto que después de manejar fichas, se percataron de que en que la arcilla se podía documentar las líneas que respondían a ciertas cuentas (personas, alimentos, vivienda, etc.).  Marcar directamente sobre una arcilla, dio la noción de la escritura. Se generó un sistema organizado.

Luego, Leibniz crea el número binario, donde el número uno se alía con cero para dominar el mundo digital. Las personas no tomaron muy bien este nuevo sistema puesto que los decimales existían ya. Los humanos estábamos razonando, por esto creímos ser diferentes a los animales.

Después de la creación del número uno, nacieron en India los números arábigos: 0,2,3,4,5,6,7,8 y 9. Ahora, la serie numérica quedaría de forma 0,1,2,3,4,5,6,7,8 y 9. Lo que ayudaría a evaluar cantidades altas, medidas extensas o concisas, entre otras cosas.  

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