El proceso de inyección intramuscular

Tesis: El proceso de inyección intramuscular debe realizarse de manera correcta, por seguridad del paciente.

Objetivo: Explicar el método correcto sobre como inyectar a un paciente.

¿Alguna vez han escuchado esa frase que dice: “Le salió peor el remedio que la enfermedad?, bueno pues para evitar esto, en esta ocasión les explicaré como inyectar de manera correcta y con esto evitar que causen o les causen un daño.

Es importante considerar que no se recomienda administrar dosis mayores a 3cc por esta vía ni tratamientos prolongados porque pueden ser incómodos para el paciente e incluso más doloroso.

El primer paso es sacar nuestra jeringa de su empaque, llenar la jeringa con la solución a inyectar, checando siempre que no haya aire en su interior.

El 2° paso para realizar esta acción es identificar las estructuras anatómicas que nos servirán como referencia para hacer correctamente el proceso de inyección.

Con el dedo índice se localiza la cresta iliaca de la pelvis en la parte superior, y en la parte inferior utilizando el dedo pulgar, debe ubicarse el trocánter mayor, que es una protuberancia ósea al final del fémur. Como tradicionalmente esta acción se hace en el glúteo, éste se divide en 4 cuadrantes. Se elige el cuadrante superior derecho porque en los otros 3 se pueden dañar gran cantidad de nervios y vasos sanguíneos, sobre todo en los inferiores que pueden dañar el nervio ciático y causar parálisis.

El 3er paso es realizar la inyección; en la zona que se explicó anteriormente se puede introducir la aguja con toda seguridad. Antes de introducir la aguja, debe desinfectarse el área; una vez hecho esto, debe introducirse la aguja de manera rápida porque si se hace lento, esto puede causar mayor dolor al paciente.

Una vez que la aguja se encuentra dentro, debe retirarse un poco el émbolo de la jeringa para comprobar que no haya sangre y que no dañamos ningún vaso. Después de asegurarnos de que no estamos inyectando en un vaso sanguíneo, se empuja el émbolo para que entre el contenido de la jeringa; cuando la jeringa esté vacía, se retira la aguja y se cubre el área inyectada con un algodón, sin masajear.

Ese es todo el proceso para inyectar en una región muscular y debemos recordar que nunca deben ser inyectadas por este método personas que tengan problemas de coagulación pues pueden presentar hematomas (moretones) de gran seriedad.

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