El profesional integral, beneficio del humano y del medio ambiente

EL PROFESIONAL INTEGRAL.

Un profesionista debe conocer la realidad social para encaminar sus acciones en beneficio del humano y del medio ambiente. Este requiere de conocimientos actuales e integrados, valores redimensionados y consciencia; y que a partir de la ciencia, tecnología y  las humanidades, sea capaz de crear una cultura, ya que los problemas económicos, políticos y sociales se dan por el aislamiento del conocimiento científico- tecnológico del social-humanista.

La educación tiene actualmente una función utilitarista que ha originado un nuevo concepto de calidad provocando que las tomas de decisiones no se dan con responsabilidad. Por eso, los pilares para la formación integral son las competencias profesionales y la formación ética, lo cual es importante para poder usar adecuadamente las competencias profesionales porque estas influyen en el bienestar de la sociedad y de la naturaleza.

Los valores profesionales constituyen rasgos de la personalidad profesional que influyen en el ejercicio de la profesión y deben ser de carácter pluridimensional que abarque áreas necesarias para desarrollarse. Por eso, en la formación de valores del profesional se adquiere una cultura para ejercer adecuadamente el oficio, ya que el acceso al conocimiento implica una responsabilidad con la sociedad.

Por otro lado, las actitudes son el conjunto de comportamientos, pensamientos y sentimientos como respuesta a algo o alguien que están basados en creencias y valores, y estas influyen en la percepción. Una creencia es la información que se tiene de algo, y para que esta sea una actitud es necesaria la intervención de un valor. Estas presentan tres componentes: el perceptivo, afectivo y de conducta los cuales están relacionados.

Las condiciones ambientales afectan las capacidades cognitivas, la salud mental e intervienen en comportamientos sociales. La psicología ambiental busca señalar el valor de la naturaleza y que es necesario el respeto hacia la misma. La degradación ambiental es un problema del comportamiento humano; donde el primer activador son los valores que activan las creencias de cómo debe ser la relación del hombre con la naturaleza. A partir de esto se activan percepciones que a su vez provocan que se establezcan normas personales (es el predictor más importante de la conducta proambiental), que posibilitan que se efectué una conducta.

Existen tres divisiones respecto a los valores que las personas toman: los egoístas, altruistas y biosféricos; pero también hay otra división en donde se da la trascendencia y el egoísmo, el cual a su vez depende de la apertura o del conservadurismo.

La nueva tecnología, aunque ha y aporta grandes beneficios, es la causa principal del crecimiento económico. Puede retardar el consumo rápido de recursos, pero también puede generar efectos colaterales como otra forma de contaminación. Las industrias que más contaminan están creciendo muy rápido dejando de lado el daño que pueden causar.

El medio ambiente y los recursos cumplen con cuatro funciones: producción de bienes y servicios, proporcionan bienes naturales que demanda la sociedad, son receptores de residuos y desechos, y proporciona los medios elementales para sostener la vida. Por esto, su valor se debe a su capacidad para satisfacer necesidades y por proporcionar bienestar y deleite.

Se dan tres tipos de valoración en el uso de los recursos naturales y el impacto de esto: el inminente (esencia misma), intrínseco (valor derivado) y extrínseco (objetos inanimados sin ser característica esencial).

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