El uso de cianobacterias

Cianobacterias.

Introducción.

La tierra tiene alrededor de 4 600 millones de años de existencia, según se ha determinado por mediciones de radiofechado. La evidencia de vida microbiana se detecta con una antigüedad de 3,500 millones de años, y algunas más jóvenes; esta determinación se logra obtener de la misma manera. Los fósiles más importantes son los microfósiles estromatolíticos. Los estromatolitos son estructuras órgano-sedimentarias laminadas, estas crecen adheridas al sustrato emergiendo en forma vertical; su formación se debe a la actividad de poblaciones microbianas (cianobacterias principalmente)

Las cianobacterias son organismos fototróficos que se suelen llamar algas verde azuladas. Representan una de las principales líneas de la Filogenética.

Las cianobacterias son microorganismos fotosintéticos con una gran variabilidad morfológica y estructural, debido a que han desarrollado estrategias ecofisiológicas de adaptación a diferentes condiciones ambientales de temperatura, humedad, salinidad, irradiación solar y pH (Houmar, 1994; Mann, 1994; Whitton y Potts, 2000). De igual manera, estas características implican su amplia versatilidad metabólica; por lo cual le confieren interés en biotecnología como productoras de metabolitos de interés comercial (Guerrero, 1992; Otero et al., 1997; Fábregas et al., 1998).

Las cianobacterias son utilizadas en la alimentación humana y animal, obtención de metabolitos primarios y secundarios de alta calidad, biorremediación de suelos y aguas residuales, absorción de metales pesados e hidrocarburos, entre otras aplicaciones (Kosaric et al., 1974; Fabregas et al., 1984; Lau et al., 1995). Varios géneros representantes de las cianobacterias son una fuente rica en proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y otros nutrientes por lo que uno de sus principales usos es como suplemento alimenticio en diferentes presentaciones (Sasson, 1997; Laboratorios Almar, 2004).

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