El virus de la hepatitis B
Enviado por Melisaleon • 9 de Febrero de 2015 • Trabajo • 2.422 Palabras (10 Páginas) • 275 Visitas
Hepatitis B
La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial y es el tipo más grave de hepatitis viral. Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático.
Más de 240 millones de personas tienen (a largo plazo), infecciones crónicas del hígado .Más de 780 000 personas mueren cada año como consecuencia de la hepatitis B.
Who Media centre. (Junio del 2014). Hepatitis B. 11 de Septiembre del 2014, de Organización Mundial de la Salud Sitio web: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs204/es/ "Hay una vacuna contra la hepatitis B desde 1982. La vacuna tiene una eficacia del 95% en la prevención de la infección por VHB y sus consecuencias crónicas, y fue la primera vacuna contra uno de los principales cánceres humanos".
Distribución geográfica
El virus de la hepatitis B puede provocar una enfermedad aguda cuyos síntomas, que pueden durar varias semanas, incluyen coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular (ictericia), orina oscura, cansancio intenso, náuseas, vómitos y dolor abdominal. La máxima prevalencia de la hepatitis B se registra en el África subsahariana y Asia oriental. En esas regiones, la mayor parte de las infecciones con el virus de la hepatitis B se producen en la infancia, y entre el 5 y el 10% de la población adulta está infectada de forma crónica.
Who Media centre. (Junio del 2014). Hepatitis B. 11 de Septiembre del 2014, de Organización Mundial de la Salud Sitio web: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs204/es/ "También hay tasas elevadas de infección crónica en la cuenca del Amazonas y en el sur de Europa oriental y central. Se calcula que entre un 2 y un 5% de la población del Oriente Medio y el subcontinente indio padece infección crónica. En Europa occidental y América del Norte la infección crónica afecta a menos del 1% de la población".
Transmisión
En las zonas con alta endemicidad el virus se transmite generalmente de la madre al niño en el parto, o por contacto interpersonal en la primera infancia.
La transmisión perinatal o en la primera infancia puede representar más de una tercera parte de las infecciones crónicas en zonas de baja endemicidad, aunque en esos entornos las principales vías de contagio son la transmisión sexual y el uso de agujas contaminadas, especialmente entre los consumidores de drogas por vía parental.
El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos siete días. En ese período todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna.
El virus de la hepatitis B no se transmite por alimentos o agua contaminados, ni por contactos ocasionales en el lugar de trabajo.
Who Media centre. (Junio del 2014). Hepatitis B. 11 de Septiembre del 2014, de Organización Mundial de la Salud Sitio web: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs204/es/ "El período medio de incubación de la hepatitis B es de 75 días, pero puede oscilar entre 30 y 180 días. El virus, que se puede detectar entre los 30 y los 60 días de la infección, persiste durante un período de tiempo variable".
Síntomas
La mayor parte de los afectados no presentan síntomas durante la fase de infección aguda. Sin embargo, algunas personas desarrollan un cuadro agudo con síntomas que duran varias semanas e incluyen coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náusea, vómitos y dolor abdominal.
En algunos casos la hepatitis B puede causar también una infección hepática crónica, que ulteriormente puede dar lugar a cirrosis o cáncer del hígado.
Más del 90% de los adultos sanos infectados con el virus de la hepatitis B se recuperarán y se librarán del virus en un plazo de seis meses.
¿Quiénes corren riesgo de sufrir la enfermedad de forma crónica?
La probabilidad de que la infección por el virus de la hepatitis B se vuelva crónica depende de la edad a la que se produzca. Los niños infectados antes de cumplir los seis años son los más expuestos al riesgo de desarrollar infecciones crónicas:
• entre un 80% a 90% de los lactantes infectados en el primer año de vida sufren infección crónica;
• entre un 30% a 50% de los niños infectados entre el año y los cuatro años desarrollan infección crónica.
• En los adultos:
• menos del 5% de los adultos sanos infectados con el virus de la hepatitis B desarrollarán la infección crónica;
• entre un 15 y un 25% de los adultos infectados crónicamente en la infancia mueren por cáncer o cirrosis del hígado relacionados con la hepatitis B.
Diagnóstico
Las manifestaciones clínicas no permiten diferenciar la hepatitis B de la hepatitis causada por otros agentes virales y, consiguientemente, es esencial la confirmación del diagnóstico en laboratorio.
Se dispone de algunas pruebas de sangre para diagnosticar la hepatitis B y hacer el seguimiento de las personas infectadas. Mediante esas pruebas se pueden distinguir las infecciones agudas y las crónicas.
El diagnóstico de laboratorio de la hepatitis B se centra en la detección del antígeno superficial del virus de la hepatitis B (HBsAg). La OMS recomienda que se analice la presencia de este marcador en todas las donaciones de sangre, a fin de evitar la transmisión del virus a los receptores.
• La infección aguda se caracteriza por la presencia del HBsAg y de inmunoglobulina M (IgM) en el antígeno del núcleo HBcAg. En la fase inicial de la infección los pacientes también son seropositivos para el HBeAg.
• La infección crónica se caracteriza por la persistencia (más de seis meses) del HBsAg (con o sin concurrencia de HBeAg). La persistencia de HBsAg es el principal marcador del riesgo de ulterior desarrollo de hepatopatía crónica y carcinoma hepatocelular.
• La presencia del HBeAg indica que la sangre y los líquidos corporales de la
persona infectada son muy contagiosos.
Tratamiento
No hay un tratamiento específico contra la hepatitis B aguda. Las medidas se centran en mantener el bienestar y el equilibrio nutricional, que incluye la reposición de los líquidos perdidos por los vómitos y la diarrea.
Algunas personas con hepatitis B crónica pueden responder al tratamiento con medicamentos como antivirales e interferón. El tratamiento puede retardar la progresión de la cirrosis, reducir la incidencia del carcinoma hepatocelular y mejorar la supervivencia a largo plazo. El tratamiento,
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