Embarazo Precoz

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS Y SOCIALES

Además el embarazo no deseado, aquel que llega por accidente crea un sentimiento de rechazo conflictos y

frustraciones que afectarán al niño, a la madre y a la re-lación de pareja en sí.

Muchos adolescentes al no tener una pareja estable co-rren mayor riesgo de adquirir infecciones de transmisión

sexual (ITS) y por consiguiente su producto (niño) puede tener complicaciones.

A más de estos riesgos debemos pensar que si una ma-dre joven es soltera su situación empeora puesto que

debe afrontar sola el desafío social y económico que re-presenta el tener un hijo fuera del matrimonio,

además de verse obligada a atender sus necesidades y las de su hijo.

Otros riesgos que tiene la joven madre es la expulsión del colegio pérdida de año escolar, discriminación de

sus compañeras. En la familia puede encontrar recha-zo, aislamiento, conflicto entre los padres recriminación

y en lo social enfrentara discriminación, matrimo-nios forzados, abandono, ser madre soltera, aislamiento

de sus amigas.

La joven madre tendrá menos tiempo para estar con amigos ir a fiestas, pasear libremente, etc. puesto que

tendrá que cuidar a su hijo.

Una madre joven con un hijo es más difícil que pueda encontrar trabajo, pues algunas empresas o la mayoría

de ellas prefieren personas sin compromisos de hijos y más aún se profundiza el problema cuando son madres

jóvenes y solteras.

Desde el punto de vista emocional los adolescentes no tienen la madurez conveniente para el ejercicio y

práctica de la paternidad y maternidad responsable de ahí que vienen muchos problemas como conflictos familiares

frustraciones, que afectan al niño, a la misma madre y padre. También se dan frecuentes divorcios

en parejas jóvenes puesto que tampoco están lo suficien-temente preparados para llevar una relación de pareja

superando positivamente todos los desacuerdos que co-mo humanos se presentan.

Los jóvenes varones también sufren un desajuste en su desarrollo al enterarse que van a ser padres sin

haberlo pensado. Algunos desean adquirir la responsabilidad de la paternidad pero la misma inmadurez del

adoles-cente no le permite asumirla como es debido. Otros en cambio lo rechazan dejando a un lado este

problema, sin embargo habrá momentos en su vida que piensen en esa responsabilidad que debieron asumir

y no lo hicie-ron.

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