En busca de una identidad..

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En busca de una identidad.

     Este primer capítulo, versa sobre como el mexicano se siente todo el tiempo acomplejado e incapaz de lograr ciertas metas, la constante exhibición de las diferencias que poseemos en comparación con el resto del mundo.

     Los pachucos también forman parte de este escrito, personas sin rumbo y sin un objetivo claro, simplemente son un grupo de sujetos que comparten ciertos gustos e intereses y que viven con la necesidad de retar a todo aquel que no sea como ellos, dan un mensaje que nadie entiende y que nadie necesita saber.

     Los mexicanos y los norteamericanos a pesar de estar tan cerca, somos muy diferentes, mientras los mexicanos expresamos un sentimiento de soledad y falta de pertenencia, los estadounidenses se sienten más que cómodos en el mundo globalizado en el que vivimos hoy en día, pues es como si se vieran reflejados en el resto de nosotros.

    A grandes rasgos este capítulo ejemplifica con los pachucos, esa sensación que tenemos cada uno de los mexicanos de una falta muy clara de identidad, esto provocado por la hegemonía global que Estados Unidos tiene sobre las industrias culturales, esto sumado muchas veces a el constante racismo y clasismo que existe dentro de nuestro propio país.

     Todos los mexicanos estamos pasando por una etapa reflexiva, nuestro país atraviesa muchas situaciones que provocan esto, los problemas nos quitan el sueño por

que nos afectan a todos, no son situaciones que perjudiquen solo a un cierto sector de la población. Las razones por las que ahora nos cuestionamos, resultarán incomprensibles en un par de décadas, pues para entonces, nuevos problemas existirán y nuestra atención estará centrada en las nuevas complicaciones que atraviese nuestro país.

     En Estados Unidos, la cultura mexicana resalta con facilidad, no se mezcla con la vida norteamericana, simplemente basta con echar un vistazo a las casas y fácilmente se distinguen a las familias mexicanas de las norteamericanas. Contrario a lo que muchos creen, los rasgos físicos no son lo más determinante para distinguir a los mexicanos de los auténticos estadounidenses, es más una cuestión de “actitud”. Basta con charlar un poco con alguno de ellos, esto es más que suficiente, pues hacen notoria su sensibilidad y temor a las miradas ajenas, temor por que descubran su disfraz. Se puede observar en ellos, una notoria furtividad e hiperactividad. Y de este espíritu viene lo que se conoce como “pachuco”. Son bandas de jóvenes, que en su mayoría son de origen mexicano. Su obstinada actitud, revela la falta de interés de no ser como los individuos de su alrededor. Al “pachuco” no le interesa fundirse con la cultura norteamericana, y tampoco desea volver a sus raíces mexicanas. Todo en él es contradicción, son un enigma incluso para sí mismos, no saben qué rumbo tomar.

     Otras minorías sociales más específicas, como los negros, lejos de hacer una problemática por la intolerancia racial que los persigue, intentan adaptarse y ser parte de la sociedad, buscan ser como el resto de los ciudadanos. Los mexicanos, han sufrido un racismo menos violento, pero igual de consistente, sin embargo, ellos no buscan identificarse con sus agresores, encuentran sus diferencias, las aceptan y las hacen notar, en un claro ambiente de anarquía y desinterés total.

     El mexicano constantemente acepta y presume sus diferencias con el resto del mundo. El pachuco se ha quedado sin respaldo de una cultura o una sociedad sólida, simplemente es el contra todos, como un huérfano anarquista harto de todos los que lo rodean, sin rumbo, sin donde esconderse y sin nadie a quién acudir, su disfraz lo aísla del mundo, él lo quiere así, no le importa pertenecer.

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