Enfermedades de los ojos: Conjuntivitis, Cataratas, Glaucoma
Enviado por jonaser • 19 de Septiembre de 2014 • Informe • 462 Palabras (2 Páginas) • 409 Visitas
Conjuntivitis
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva —membrana mucosa que reviste los párpados y la parte anterior del globo ocular— y se manifiesta con los siguientes síntomas:
- Hinchazón del párpado.
- Picazón intensa
- Secreción acuosa
- Fotofobia (rechazo a la luz) Existen diversas causas que pueden provocar esta enfermedad: las alergias al polvo, al moho o al polen, la acción del viento y el humo, y hasta la luz solar reflejada. Las bacterias que entran en contacto con los ojos también pueden provocar conjuntivitis.
El tratamiento de la inflamación depende de su causa. Los párpados deben lavarse suavemente con agua y secarse con un paño o toalla limpia. Enjuagarse los ojos con té también es beneficioso. Si el médico lo indica, se puede recurrir a las gotas oftálmicas.
La conjuntivitis es contagiosa, por lo tanto no deben compartirse toallas ni fundas de almohada con la persona infectada. También es importante no tocar el ojo sano después de haber tocado el infectado: la misma persona puede contagiarse la conjuntivitis de un ojo al otro.
Cataratas
Una catarata es una nubosidad en el cristalino del ojo que dificulta la visión, produciendo una pérdida progresiva e indolora de la misma. En general no se conoce su origen y es común en personas ancianas, aunque algunos bebés pueden padecer cataratas congénitas.
Este problema suele solucionarse con una intervención quirúrgica que en general es muy segura: consiste en extraer el cristalino, reemplazándolo por otro artificial. No se utiliza el láser para la cirugía de cataratas, y el momento adecuado para operarse es el que cada persona -junto con su medico- establezca. La catarata no es una urgencia, por lo tanto puede realizarse la intervención cuando el paciente lo desee.
Glaucoma
Se suele identificar el glaucoma con un aumento de la presión ocular, lo cual es verdadero pero no absoluto: el glaucoma es el resultado de una serie de enfermedades que dañan al nervio óptico, y entre sus signos predominantes se ubica el aumento de presión del ojo. Normalmente, el fluido que se encuentra en los ojos y que se denomina humor acuoso drena hacia los canales de salida. Cuando esta corriente se interrumpe y el líquido no puede salir, aumenta la presión y esto daña al nervio óptico. Así se va perdiendo progresivamente la visión. En la mayoría de los casos, esta enfermedad se puede prevenir.
Por eso, los especialistas recomiendan visitar periódicamente al oftalmólogo para que éste realice un profundo examen de los ojos y mida la presión intraocular. El diagnóstico precoz de glaucoma es fundamental: el 95% de las cegueras que causa este mal pueden evitarse
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