Ensayo Anorexia
Enviado por pamelamc • 27 de Agosto de 2011 • 411 Palabras (2 Páginas) • 1.488 Visitas
Ponerle cara al conflicto
posteado por: Soledad Concha. www.elpost.cl
Puede sonar “contra-intuitivo” decir, a estas alturas, que los problemas reales de la educación en nuestro país estén
poco definidos, o que no sean de dominio público. Que cuando se dice, o se declama, que es urgente fortalecer la
educación, no es evidente qué es aquello que es necesario fortalecer, ni cómo. Priman en el discurso público que se
transa en los medios y en las pancartas, palabras como “calidad” y “equidad”, que les sirven a quienes las enuncian
como insignias de membresía a la causa correcta, sepan o no muy bien a qué se refieren cuando las nombran con
vehemencia.
A fuerza de servir para aglutinar, o para identificarnos por fin con una causa (después de tanto tiempo de cómoda
apatía), estas palabras salvadoras se han vaciado de sentido o han trepado a niveles de generalización y falta de
detalle que asustan. De derecha a izquierda, de gobierno a oposición, todos se declaran hinchas de la calidad y del
acceso, oscureciendo en este ejercicio vociferante las preguntas clave: ¿qué significa calidad en la educación?, ¿qué
políticas curriculares, administrativas y financieras podrán encaminarnos hacia esa calidad indefinida, hasta ahora?
Puede que no lo resuelva, pero una forma posible de encaminar esta discusión a los detalles que permitirían definir el
problema en su real complejidad, es volver la cara hacia los estudiantes, hacia las escuelas, hacia las personas
reales, suspendiendo por un momento aquello que tienen en común para enfocarse, en cambio, en aquello que las
individualiza. Pienso por ejemplo en Blanca Llancalehuén, la niña de cuarto básico de la escuela rural Blanchard en
la isla Coldita, con su conmovedor petitorio a las autoridades: les falta un patio techado para jugar en días de lluvia,
baños con agua que no se corte, mejor alimentación porque basta de tantas papas; plata para que sus padres
puedan mandarlos a la universidad algún día.
Pienso también en algunas escuelas municipalizadas de Santiago de las que he tenido noticias más cercanas. Como
una en la que la mayoría de los niños están seguros de que no podrán tener educación superior cuando grandes,
pero ensalzan a la vez el recuerdo de la única ex alumna que llegó al Carmela Carvajal. O en la historia de un
estudiante que cada día ejecuta con orgullo el personaje del chistoso adentro de la sala, mientras en la tarde cuida
como un adulto responsable a sus tres hermanas. O del que se resigna a no hablar con nadie en el colegio, por
miedo a ser discriminado por sus antecedentes penales, pero en la noche se expresa libremen
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