Ensayo De Aguas Subterraneas

Desde los orígenes de la humanidad, el hombre sintió la necesidad de aprovechar las aguas subterráneas. Este hecho se evidenció en la Edad Antigua cuando en Persia, Asiria, Egipto y Armenia se desarrollaron importantes sistemas de galerías filtrantes. En ese sentido, en la Edad Media se produce el descubrimiento de diversos pozos surgentes en Europa, por lo que se desarrolla un proceso de perforación a percusión. Sin embargo, esta técnica de perforación no se emplea a finales del siglo XIX. Posteriormente, nacen múltiples factores tales como: invención de la bomba de turbina (permite la extracción del agua subterráneas en caudales de grandes magnitudes y profundidades), avances de la hidrogeología como ciencia que permite determinar el movimiento, localización y origen de las aguas subterráneas así como el perfeccionamiento de la técnica de perforación de pozo, se ha logrado que sea más sencillo el aprovechamiento del agua subterránea por parte del ser humano. Además de lo anteriormente expuesto, surgen nuevas circunstancias de índole económico-social como la expansión de la agricultura de regadío, el crecimiento acelerado de la población y el majestuoso desarrollo industrial que han ocasionado que el hombre este obligado a aprovechar las aguas subterráneas mediante su extracción, debido al crecimiento galopante de la demanda (1).

Por tal motivo, es sumamente importante estudiar a profundidad la captación, las características esenciales en la

construcción de pozos, los factores que intervienen directamente en la explotación de los mismos y la calidad del agua subterránea debido a que actualmente el volumen del agua subterránea extraída a nivel mundial corresponde en el orden de 600 a 700 Km3 por cada año. De igual forma, de todo ese volumen de agua subterránea extraído, el 75% se corresponde a distintos usos agrícolas, el 25% es empleado en el área urbana y tan sólo el 5% presenta usos industriales. De igual forma, de acuerdo a los últimos análisis estadísticos, la principal fuente de agua para el uso urbano es de origen subterráneo, el cual se constituye en el 50% (1).

Por ello, ante la magnitud que representa la extracción del agua subterránea a nivel mundial, se debe investigar mecanismos que eviten el mal uso de este recurso natural tanto por los usuarios como por los responsables de llevar a cabo su gestión. Asimismo, se deben plantear la visión que representa actualmente el agua subterránea en los distintos ámbitos políticos mediante diversos tipos de análisis en múltiples acuíferos sobreexplotados. En primer lugar, el ser humano ha establecido diversos parámetros de diseño y especificaciones para la captación y la construcción de pozos que permiten la extracción del agua subterránea y su posterior uso. En ese sentido, se establecen dos fases previas denominadas: punto de partida y perforación de exploración.

El punto de partida se conforma en una fase previa de la

explotación del pozo, el cual consiste en revisar previamente el lugar en donde se encuentra el acuífero y se desea desarrollar las distintas obras de ingeniería que permitirán llevar a cabo la explotación del pozo. En ese sentido, la metodología a emplear consiste en la elaboración de diversos informes acerca del tipo de perforación, la energía eléctrica a usar, el área de trabajo, las características del subsuelo, la profundidad de la capa a captar, los niveles estáticos y piezométricos del acuífero, la evacuación de las aguas y demás consideraciones que se evalúan (2).

Lo anteriormente expuesto se realiza con la finalidad de evitar errores al momento de ejecutar las fases posteriores así como no permitir bajo ninguna circunstancia pérdidas de dinero ya que la captación y explotación de los pozos son obras que requieren una elevada inversión.

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