Ensayo Sobre El Libro "La Revolución Necesaria", Del Autor Peter Senge

Presentación

Cada día son más las organizaciones, los estados y los individuos que están comprometidos con el medio ambiente, se han dado cuenta que la revolución industrial fue una era de explotación, que nos llevó a destruir ecosistemas y a causar daños irreversibles. Ahora se está generando un nuevo pensamiento, una nueva forma de ver el mundo, que busca preservarlo y mejorarlo para las próximas generaciones.

Sin embargo, los cambios que se han hecho son muy pequeños, en proporción al daño que se ha causado en esta era moderna, sin embargo, desde finales del siglo 20 se ha iniciado una toma de conciencia sobre el impacto que genera el hombre en su afán egoísta por enriquecerse.

En este sentido, al tomar nuevos rumbos, acorde a los nuevos tiempos, se rompen con paradigmas ya viciados y obsoletos, de lo contrario en un tiempo relativamente corto destruiremos nuestro único hogar, que es este hermoso planeta en el cual habitamos.

Hoy en día es frecuente escuchar sobre el calentamiento global, siendo las principales causas de este gran problema, las emisiones de gases de efecto invernadero y la ineficiencia en los procesos de combustión, por lo que se va incrementado las crisis ecológicas, donde muchas empresas poco se interesan por los crecientes niveles de desperdicio, la toxicidad y la explotación excesiva de recursos no renovables.

Desarrollo:

Esta nueva revolución va mucho más allá de reformas medioambientales, también va dirigido a los desbalances sociales, la creciente brecha entre ricos y pobres, la desesperanza y el olvido de estos últimos marcan aún más estos desequilibrios, los cuales son el ingrediente principal para impulsar males que afectan a todos los países como lo son la violencia, la inseguridad, la perdida de valores y otros.

Es increíble que las grandes potencias mundiales, siendo las mayores generadoras de dióxido de carbono, en su interés por enriquecerse, nunca han tomado en cuenta el impacto que tiene a su adicción petrolera, en un mundo que avanza a pasos agigantados, donde la globalización permite el intercambio y la interrelación entre los países es cada vez mayor, se ha podido apreciar que éstos comparten también el mismo destino si no se hacen cambios importantes en cuanto a conservación ambiental (la destrucción de la fauna y la flora, la contaminación de los mares y ríos y la pesca excesiva).

Si a lo anterior le sumamos la cantidad de entidades así como de líderes que aún no toman conciencia sobre el triste futuro que afrontamos, si continuamos haciendo las cosas como siempre, los resultados serán desastrosos.

La raza humana es la especie que más ha transformado el mundo y la que más ha atentado contra otras especies hasta el punto de extinguirlas. Prueba de ello, es el derrame de petróleo en el Golfo de México, el cual amenaza con convertirse en un desastre ambiental sin precedentes, poniendo en peligro una importante zona ecológica, a la gente y a la economía.

Estas son las nefastas consecuencias de las perforaciones mar adentro y del poco control en cuanto a la legislación que existe frente a este tema.

No se puede desconocer que la era industrial ha traído mejoras en educación, derechos humanos y bienestar material, pero ha destruido ecosistemas, ha desaparecido culturas y creó una forma de vivir que no puede continuar por mucho tiempo, cada vez es menor la capacidad para mejorar los niveles de vida. Las organizaciones, los gobiernos y los individuos deben tomar distancia para repensar hacia dónde van. De nada sirve encontrar soluciones temporales, el aminorar los síntomas lo único que hace es agrandar el problema en el mediano plazo, debemos convertirnos en una sociedad proactiva. Ha llegado el momento de repensar y rediseñar.

Para tener éxito en el largo plazo, se deben respetar los límites de la capacidad, permitir que los ecosistemas se recuperen, si solo se piensa en el interés particular y no en el común, solo se obtendrá la extinción de los recursos. No podremos generar un cambio sustancial, simplemente contando con suerte sobreviviremos ante el desastre ambiental que ocurrirá, viéndose disminuida la calidad de vida y se dará un retroceso general, ya que la forma del desarrollo actual no será sostenible, debemos reaccionar ante los hechos inmediatos, identificar las tendencias, que fuerzas están influyendo en generarlas y saber cuáles son los modelos mentales que tenemos los cuales impiden avanzar, para poder hacer transformaciones y lograr los cambios esperados.

Países como Suecia son pioneros en el desarrollo de nuevas tecnologías amigables con el medio ambiente, suprimiendo su dependencia de la importación de petróleo, gracias a la visión y la unión del sector público y privado ha logrado convertir el norte de su geografía en la primera “Bioregión” del mundo, donde todas las necesidades energéticas pueden ser satisfechas con biocombustibles producidos de manera sostenible.

En dicha nación se ha aplicado ecología industrial reuniendo diferentes negocios en un diseño integrado, donde los desperdicios de una empresa se convierten en recursos para otra, actualmente se desarrollan nuevas prácticas para compartir con otras regiones, empujando esta idea innovadora, lo cual genera un cambio de actitud y de la forma de vivir, en consecuencia fueron visibles los efectos secundarios nocivos, que trae el consumo de combustibles fósiles así como de la importancia de trabajar por un futuro diferente.

Estamos en un mundo preponderantemente capitalista, donde los países ricos, imponen reglas a la economía mundial, donde todo se mide en razón de la rentabilidad, los países se preocupan por sus procesos de industrialización, innovación y aprovechamiento de recursos para ser cada vez más competitivos en el entorno global dejando aislado y oculto el impacto ambiental que trae consigo el crecimiento económico, el motor principal de este sistema son las grandes empresas transnacionales, que si bien contribuyen en gran medida a la problemática actual, también forman parte importante de la solución, estas deben convertirse en agentes generadoras de cambio, movilizarse hacia tecnologías limpias, mostrando que es posible un cambio

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