Ensayo de la importancia del Trayecto Preparación para la enseñanza y el aprendizaje

En el trayecto de Preparación para la enseñanza y el aprendizaje se aborda el saber disciplinario necesario para el desarrollo de una práctica docente de alta calidad, que trascienda los requerimientos de la educación básica, pretendiendo que el futuro maestro logre un dominio conceptual e instrumental de las disciplinas y, con base en éste, proponga estrategias para su tratamiento didáctico específico.

Hasta el momento se han trabajado asignaturas como Español, Matemáticas y Ciencias Naturales, que de acuerdo a la malla curricular son las que se sugieren en los programas de los cursos, no obstante es importante mencionar el proceso de enseñanza que se lleva a cabo en cada asignatura y que va de la mano con las características del grupo, porque a partir de ello buscamos las técnicas o estrategias para optimizarlo y además nos han permitido darnos cuenta de la manera en la que aprenden los alumnos de acuerdo al área que se esté trabajando.

Como se sabe las clases deben desarrollarse posterior al diseño de las planeaciones didácticas donde se plasman entre tanto, los aprendizajes esperados, que instan en la manera en que se ha de desarrollar la secuencia didáctica, los recursos y materiales didácticos a utilizar y la forma de evaluar los contenidos abordados.

El estudio de las Ciencias Naturales permite una aproximación a la captación de la casualidad de un hecho. Las estrategias específicas del dominio tienen que ver entonces con posibilitar la integración de cadenas de causalidad, al responder al interrogante ¿por qué? (Gadino, 2001, p. 28)

A partir de lo anterior se da pauta a todas aquellas actividades que estimulen el pensamiento del niño, despierten su curiosidad y le permitan experimentar los contenidos que se abordan, por lo tanto es necesario apropiarse de algunas estrategias vinculadas al conocimiento científico: “Observar, relacionar, reconocer las partes y sus funciones, preguntar, formular hipótesis, experimentar, dominar el lenguaje específico”. (Gadino, 2001, p. 14). Es por ello que se inicia el desarrollo de un tema con el rescate de conocimientos previos, después de buscar información y empaparse de teoría se les invita a los alumnos a experimentar, es decir, a ser los propios científicos, proporcionándoles ayudas cuando son necesarias, pero en la medida de lo posible se les insta a generar sus propias preguntas, es únicamente de esta manera como ellos comienzan a relacionar lo que se ha comentado en clase con lo que observan, o con situaciones en las que han participado, es entonces que se genera un aprendizaje significativo y se comprueban o rechazan las hipotesis. Para finalizar se platea una actividad de cierre que nos permita al maestro valorar que se han alcanzado los aprendizajes esperados.

En lo que respecta a Matemáticas para la resolución de los problemas se plantean situaciones lo más cercanas a la vida cotidiana del alumno de manera que se genere el pensamiento inductivo y se empleen modelos que ayuden a interpretar esas nuevas informaciones en función de situaciones anteriores conocidas.

Es importante diseñar actividades a partir de las cuales el niño vaya construyendo o infiriendo sus estrategias y herramientas para que pueda resolver problemas de manera óptima y que pueda discernir en la forma en que ha de usar los distintos modelos matemáticos. Utilizando las cuatro fases que Polya (1945) en su modelo descriptivo estableció para la resolución de problemas: comprender el problema, concebir un plan, ejecutar el plan, examinar la solución obtenida. En la resolución de problemas el

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