Ensayo sergio fajardo
Enviado por German Andres • 3 de Mayo de 2018 • Ensayo • 956 Palabras (4 Páginas) • 125 Visitas
El MATEMATICO QUE QUIERE TRANSFORMAR EL PAIS
Sergio Fajardo Valderrama nació en Medellín, Colombia en 1956. Es Matemático de la Universidad de los Andes, Doctor en Matemáticas de la Universidad de Wisconsin-Madison y Doctor Honoris Causa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, España (2009) y de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina (2015).
Sin duda, Colombia está polarizada, y salir de esta posición requiere de un líder fuerte. Considero que Fajardo tiene un estilo de liderazgo particular, diferente de los liderazgos tradicionales, que proponen soluciones más simples y tienden a privilegiar posiciones más extremas. Creemos que el hecho de que Fajardo haya llegado a la Alcaldía y a la Gobernación con las mayores votaciones históricas del departamento, sin tener las maquinarias políticas a su favor, es la mejor demostración de su liderazgo. Además de lo anterior, tuvo excelentes resultados en sus administraciones, que fueron reconocidos por la ciudadanía, la clase política regional y local y los entes de control.
Desde este ámbito Sergio Fajardo propone una gran transformación para el país basada en la educación, iniciando desde la niñez donde se duplicará el número de estudiantes que asisten a la jornada única, creando las olimpiadas del conocimiento, creando mayor cobertura en la educación superior, transformando el rubro de Ser Pilo Paga y el ICETEX, eliminando la capitalización de los interés, pero sin descuidar la capacitación de los maestros ya que son ellos los impartidores del saber, creando la Superintendencia en educación, generando una lucha contra la corrupción en el sector educativo.
Pero no solo en educación son grandes las apuestas del Doctor Fajardo, también lo es el desarrollo económico para enfrentar las desigualdades en el que los recursos públicos son sagrados y ese es nuestro punto de partida para estructurar la propuesta económica para el país. Llegar a la Presidencia de la República por fuera de las estructuras clientelistas y politiqueras, siguiendo el principio “ni un peso por un voto, ni un puesto ni un contrato para un congresista” ya que esto le permite un manejo de la política económica y social basado en reglas claras, puertas abiertas y transparencia. La propuesta de la Coalición Colombia se funda en siete principios orientadores y está constituida por tres grandes pilares, un plan de reactivación y siete proyectos estratégicos.
Por otro lado, se pondrá en marcha el “plan de reactivación en los primeros seis meses de gobierno. Además de impulsar la economía a corto plazo, traerá más y mejores bienes públicos en beneficio de la productividad. Acelerando los proyectos de infraestructura de transporte prioritarios para el país: consolidar las obras de las vías de cuarta generación (4G), mejorar su conexión con la entrada a las grandes ciudades, acelerar la recuperación de nuestra red ferroviaria e impulsar la construcción de vías terciarias. Poniendo el acelerador en la construcción de infraestructura educativa” (Sergio Fajardo).
Estas propuestas son una jugada arriesgada desde el punto de vista económico y realizables en los cuatros años que durara el periodo de Sergio Fajardo, ya que cada propuesta está pensada con la recuperación de más de 50 billones de pesos que se les quitara a la corrupción lo cual debemos advertir que las cuentas lucen muy ajustadas. Los recursos provenientes de combatir la corrupción y de modernizar la DIAN son inciertos, y aun si Fajardo lograra seguir al pie de la letra las recomendaciones de la Comisión de Expertos para la Equidad y la Competitividad Tributaria en materia de impuestos a las personas naturales, apenas lograría aumentar el recaudo en algo más de $5 billones (según cálculos de dicha comisión). Tan sólo el aumento del gasto en educación costará $4 billones adicionales al año. Esto significa que, aun en el escenario optimista en que Fajardo logre la aprobación de una reforma tributaria ideal en materia de equidad, la ejecución de su plan de reactivación estará sujeta a que la lucha contra la corrupción y la modernización de la DIAN rinda sus frutos en materia de recaudo, lo cual difícilmente ocurrirá a corto plazo. Esto nos lleva a poner en duda la factibilidad de dicho plan. En ausencia de los ingresos requeridos para ejecutarlo, la única alternativa podría ser incumplir la regla fiscal o cambiarla para gastar más, pues la flexibilidad en el gasto de la nación durante los años 2018 y 2019 será mínima. Consideraríamos este camino inconveniente para el país. Afortunadamente, Fajardo ha sido claro respecto a que cumplirá la regla fiscal. Este compromiso es conveniente y acertado, incluso si ello implica no ejecutar el anunciado plan de reactivación. En la situación actual de ajuste del déficit en cuenta corriente y de recuperación lenta del crecimiento creemos que la mejor política de choque puede ser la prudencia. En vista de lo anterior, debemos concluir que la propuesta de Fajardo de implementar un plan de reactivación económica puede no ser realista y que dicho plan tendrá que componerse principalmente de políticas de remoción de barreras para la actividad económica.
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