Eres alfabeta o sólo sabes leer y escribir?
Enviado por luisherna • 25 de Enero de 2012 • Ensayo • 3.472 Palabras (14 Páginas) • 517 Visitas
ERES ALFABETA O SÓLO SABES LEER Y ESCRIBIR?
Autora: Leticia Carrillo López de la Cerda.
Estudiante de Maestría en Docencia en Educación Superior UTAN. Profesora de la Licenciatura en Pedagogía, UTAN.
PALABRAS CLAVE: ALFABETIZACIÓN, HABILIDADES LINGÜÍSTICAS, UTILIZACIÓN DE LA LENGUA, COMPETENCIAS COMUNICATIVAS, HÁBITOS DE LECTURA.
RESUMEN:
Este trabajo trata de establecer las diferencias entre los tipos de alfabetismo más utilizados, así como sus características principales, y de esta forma establecer que la alfabetización va más allá que el simple hecho de saber leer y escribir.
ALFABETIZACIÓN.
Ser una persona alfabetizada quiere decir que se domina el lenguaje hablado, así como la lectura y la escritura (Garton y Pratt, 1991). En el sentido común, la alfabetización implica directamente el saber leer y escribir, sin embargo, también se espera de una persona la fluidez con el que demuestra su domino del lenguaje.
La escuela no es la única fuente para adquirir la alfabetización, el entorno donde se desenvuelve la persona tienen mucho que ver en su aprendizaje.
Es indispensable examinar la causa de la naturaleza de la práctica de la alfabetización tanto fuera de la escuela como dentro de ella para comprender la crisis del alfabetismo.
Se asume que el alfabetismo es una habilidad adquirida que caracteriza a los individuos, las personas poseen habilidades de lecto-escritura o carecen de ellas de acuerdo a las condiciones sociales en las cuales las personas se relacionan en actividades que requieren el uso de cuestiones letradas, o donde puedan demostrar sus conocimientos y habilidades lingüísticas.
Según Laura B. Resnick (México, 1991), el alfabetismo tiene dos tipos de situaciones en las cuales se practica, esto es cuando las personas se relacionan con el texto escrito y cuando el alfabetismo se concibe como un conjunto de prácticas sociales de manera natural como un proceso de socialización.
El alfabetismo se practica en cualquier situación en la que entra en relación con el texto escrito. La gama de situaciones es vasta y variada.
Tipos de alfabetismo.
Existen seis categorías fundamentales de actividad alfabeta: la sacra, donde se usan los textos para instrucción religiosa, la útil, para actividades prácticas, la informativa, para transmitir o adquirir conocimiento, la recreativa, lectura como esparcimiento, la persuasiva, uso del texto para influir sobre el comportamiento de otros, y la personal-familiar, uso de cartas para mantenerse en contacto con familiares y amigos; sin embargo, de estas categorías las más usadas como objetivos de aprendizaje son la útil, la informativa y la recreativa.
El alfabetismo útil es un tipo de práctica que sirve para mediar la acción en el mundo, algunos ejemplos de la vida cotidiana de este tipo de alfabetismo son por ejemplo leer recetas, seguir instrucciones para armar o manipular equipo, consultar horarios de autobuses o aviones, escribir cartas para pedir información, llenar formas de solicitud de trabajo, escribir recados, etc.
Las actividades que se realizan en la cotidianidad necesitan irse resolviendo inmediatamente, es decir, el usuario del alfabetismo útil responde a las orientaciones del autor sin cuestionamientos ya que el objetivo específico es responder a una necesidad.
Sin embargo, aunque parece que actuamos de manera común en el día a día, existen acciones dentro del alfabetismo útil que requieren un esfuerzo mayor de representación mental; siguiendo con los mismos ejemplos, cuando vemos el horario de un autobús o de un avión, tenemos que pensar el horario que más nos conviene, o sea, debemos recurrir a la anticipación del acontecimiento para poder tomar una decisión acertada, lo mismo ocurre con una receta de cocina, tenemos que anticiparnos para saber que ingredientes requerimos, y así en cada una de las actividades que realizamos y en las que se requiera de la lectura necesitamos ir más allá de la sola lectura, debemos interpretar.
El alfabetismo práctico incluye textos que ayudan al lector a actuar socialmente. Los formatos para pagar impuestos por ejemplo, se usan de manera similar a las instrucciones, esto es seguir paso a paso una instrucción determinada para solucionar algún aspecto de nuestra vida.
Para participar efectivamente en este tipo de alfabetismo, el lector requiere sólo entender cada línea de las instrucciones y estar dispuesto a persistir a lo largo de varios pasos.
También hay textos que no son del tipo formulario y que apoyan a las personas en un sistema social.
Los textos que se necesitan en el alfabetismo práctico pueden ser utilizados en contextos diferentes como puede ser los servicios de salud, de una póliza de seguro o enfrentar una demanda, por ejemplo. Al usar estos textos el lector necesita construir un modelo mental del sistema como un todo antes de que le sea posible tomar una decisión de acción.
Es importante que los niños desde pequeños vean en los adultos el uso del alfabetismo útil, ya que desde temprana edad verán lo funcional de estos textos y sobre todo, se acostumbrarán a usarlos más adelante.
Las actividades en familia o en otros escenarios fuera de la escuela y en la medida que los niños sean partícipes de las mismas, ayudarán a desarrollar un patrón generalizado para interactuar con textos leer-hacer, leer-hacer y de esta manera podrán adquirir mayor confianza a la hora de que ellos tengan que interpretar este tipo de textos.
Sin embargo, el aprendizaje del alfabetismo práctico no se encuentra presente en la escuela, ya que la lectura que se desarrolla en ella rara vez tiene relación directa con la práctica cotidiana y es en otros escenarios donde se desarrolla, si en la escuela hubiera mayor trabajo y práctica en este tipo de alfabetismo, sería mejor la práctica en lo cotidiano.
Las personas también leen para aprender acerca del mundo, aunque no se vea el resultado inmediato. El alfabetismo informativo se puede ver reflejado, cuando al terminar de leer acerca de un tema lo platicamos y comentamos con otras personas.
La principal función del lector es construir una representación mental de la situación que está en el texto y relacionarla con la información de conocimientos que ya posee.
En este proceso (comprensión de textos), que ha sido estudiado por Científicos Cognitivos (Cabalen y Sánchez, 1997) para reconocer que la lectura no sólo requiere como capacidad para reconocer palabras o signos, sino que requiere un nivel de habilidad alfabeta del conocimiento previo del lector y de habilidades lingüísticas (saber leer, saber escribir, saber hablar y saber escuchar), así como, la estructura, la retórica y la argumentación que presenta el autor al lector.
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