Etica Y Valores
Enviado por arteagapatricia • 19 de Julio de 2011 • 1.813 Palabras (8 Páginas) • 2.584 Visitas
ÉTICA Y VALORES EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA
Carlos Heller
La ética y los valores como desafío dirigencial
Resulta común escuchar que el mundo de hoy debe asumir un profundo desafío Ético. En primer
lugar deberíamos acordar que el principal desafío no lo tienen todos por igual, sino los grupos y
sectores dirigentes que gobiernan, que toman decisiones, que juzgan, que comunican
mediaticamente, que forman políticas, que ejecutan políticas.
Si tomamos como referencia el cuadro social de la Argentina, vemos que el 20 % de la población
más rica se lleva el 53 % del ingreso nacional, mientras que el 20 % más pobre el 4,2 %.
El aumento de la pobreza, el desempleo y la desigualdad
La crisis económica por la que atraviesa Argentina, produjo recie ntemente un fuerte aumento de
la pobreza, de la desigualdad del ingreso y del desempleo. En efecto, ante la abrupta
profundización del proceso recesivo (recuérdese que en el IT 2002 el PBI cayó a una tasa
anualizada del 21,8%), en mayo de 2002 la tasa de empleo alcanzó el nivel más bajo observado
hasta el momento (32,8%), mientras que la pobreza a nivel nacional trepó hasta un nivel récord
histórico (53% de la población total, superando inclusive los valores registrados durante la
hiperinflación de fines de los ochenta /principios de los noventa), afectando a cerca de 18 M. de
personas, entre las cuales alrededor de la mitad de ese total son considerados indigentes (24,8%
de la población total, cifra equivalente a 8.5 M. de personas). Preocupa especialmente su
tendencia creciente: en efecto, mientras hoy casi 1 de cada 4 personas es indigente, hace un año lo
era 1 de cada diez personas.
Asimismo, como consecuencia de la caída en el nivel de empleo, la tasa de desocupación alcanzó
el valor récord de 21,5% de la población económicamente activa o PEA (incrementándose 3.2
puntos porcentuales respecto a la encuesta de octubre y 5.1 puntos en comparación con un año
atrás), afectando a cerca de 3 M. de personas. Adicionalmente, el acceso a los empleos de calidad
(que ya se había ido restringiendo a lo largo de la década de 1990) verificó en la actualidad su
punto más crítico, observándose que sólo seis de cada diez activos acceden a un empleo pleno.
Por otra parte, el porcentaje de subocupados comprendió al 18.6% de la PEA (2.6 M. de
personas), de manera que el 40.1% de la PEA tiene problemas de empleo (5.6 M. de personas).
Si bien el cuadro social resulta dramático en todos los puntos del país, el mismo no se presenta en
forma homogénea a lo largo de todo el territorio. Las ciudades del nordeste son las que se
encuentran en peor situación, con 69.8% del total de personas viviendo en la pobreza y 38.8%
que se encuentran en peor situación (Formosa vive la situación más crítica con 78.3% de pobres y
45.4% de indigentes). Por su parte, en el Gran Buenos Aires (GBA), el 49,7% de la población es
pobre y el 22.7% indigente. En este contexto, dentro del aglomerado urbano más importante, el
GBA también presenta una heterogeneidad importante.
En efecto, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el 19.8% de la población se encuentra por
debajo de la línea de pobreza, en el cuarto cordón del conurbano ese porcentaje trepa al 69.9% de
la población.
Documento incluido dentro de la Biblioteca Digital de la Iniciativa Interamericana de
Capital Social, Etica y Desarrollo – www.iadb.org/etica
Recordamos que se entiende por pobres a todos los miembros de un grupo familiar cuyos
ingresos totales no alcanzan a cubrir la canasta básica total (la cual incluye no sólo la canasta
básica de alimentos, sino también los bienes y servicios no alimentarios, como vestimenta,
transporte, educación, salud, etc.. El valor de esa canasta ronda los $ 218 para un adulto).
Asimismo se entiende por indigentes a todos los miembros de un grupo familiar cuyos ingresos
totales no alcanzan a cubrir la canasta básica de alimentos. El valor de la canasta básica
alimenticia ronda los $ 95 para un adulto.
Pero también se han deteriorado los datos sobre distribución del ingreso, ratificando que la crisis
no golpea por igual a todos los sectores sociales.
· El los últimos 10 años la brecha entre el ingreso per cápita del 10% más rico y
del 10% más pobre se amplió alrededor de un 70%, pero solo en el 1er.
semestre de este año la brecha creció otro 37%.
· En el 2001, el 50% de los hogares más pobres recibió el 22% del total de los
ingresos, mientras que el decil más alto (es decir el 10% de la población con
mayores ingresos) concentró el 32%. En 1993, estas participaciones eran del
26% y del 27%, respectivamente.
En un análisis más profundo de la información divulgada recientemente de la Encuesta
Permanente de Hogares (EPH), surgen datos que resaltan aún más el deterioro de las
condiciones laborales y de vida en general.
Por ejemplo:
* Cuatro de cada 1diez Jefes o Jefas de hogar tienen problemas de trabajo, ya
sea como desempleados o subempleados (los jefes de hogar constituyen la
principal fuente de ingresos en una familia).
* En el 20% de los hogares pobres ninguno de sus miembros trabaja.
* En más de la mitad de los hogares pobres los miembros que trabajan no
tienen protección laboral.
* Tres de cada cuatro hogares pobres no tiene ningún trabajador con cobertura
social.
* Un tercio de las personas de mayor edad no tiene prestación jubilatoria
(mientras que entre ellos y los que cobran hasta $ 200 mensuales está la
mitad de la población de mayor edad).
Adicionalmente, el crecimiento de la pobreza y la indigencia tiene consecuencias aún
más alarmantes si se considera su incidencia sobre los menores.
La mitad de la población pobre está integrada por niños y adolescentes.
· Siete de cada diez menores de 14 años nace en hogares pobres y casi cuatro
viven en la indigencia (en las zonas más periféricas de los conurbanos la
situación es más crítica).
· Más del 15% de los jóvenes de 15 a 24 años no estudia ni trabaja.
Documento incluido dentro de la Biblioteca Digital de la
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