Evaluación Fitosanitaria De Teca

Título

Identificación de hongos asociados al Síndrome del Decaimiento de la Teca y evaluación del efecto del controlador biológico Trichoderma spp.

Introducción

La teca (Tectona grandis L.f.) es una de las especies preferidas en la reforestación de las zonas tropicales por presentar excelentes rendimientos y un alto valor de madera (Bhat, 2000). En Centroamérica, se informa de aproximadamente 76000 ha plantadas con dicha especie (FAO, 2002); mientras que solo en Costa Rica el MINAE (1998) estima que hay 40 000 ha.

Desde finales de los años 90, la empresa Maderas Preciosas incursionó en Costa Rica en la producción clonal para la siembra de teca. Actualmente, a través de la cooperativa de mejoramiento genético forestal (GENFORES) las principales empresas reforestadoras que producen teca utilizan el sistema de producción de clones de árboles plus (árboles seleccionados por sus características sobresalientes). Los principales criterios de selección de estos árboles son relacionados con la productividad y la calidad de la madera y hasta el momento, no se ha utilizado criterios fitosanitarios para su selección. La utilización de criterios fitosanitarios en la selección de árboles para mejoramiento genético permitiría seleccionar árboles que presenten tolerancia o resistencias a las principales enfermedades que afectan cada una de las especies forestales.

Una de las principales enfermedades que afectan la teca en Costa Rica es el Síndrome del Decaimiento Lento de la Teca (SDLT), el cual se presenta en árboles o grupos de ellos de más de 6 años de edad. Se manifiesta inicialmente por el amarillamiento del follaje y pérdida paulatina del mismo, generalmente desde las partes altas hacia las más bajas. Los árboles que presentan los síntomas descritos llegan a morir; el periodo que dura el proceso es muy variable, sin embargo, Arguedas et al. (2006) señalan que en períodos de alta precipitación todo el proceso puede tardar poco menos de 2 meses.

El SDLT es un problema fitosanitario con pocos estudios determinantes sobre su complejo proceso. En Costa Rica, Arguedas et al. (2004) encontraron que existen plantaciones de T. grandis mayores de 7 años, en las regiones Huetar Norte y Atlántica, afectadas por este síndrome. En estos sitios, el porcentaje de mortalidad osciló entre 11 y 60 %, considerado sumamente alto, al tratarse de plantaciones de hasta 13 años de edad (Arguedas et al., 2006).

Varias hipótesis han sido propuestas sobre la causa del síndrome, especialmente relacionadas con condiciones de sitio como la inadecuada composición del suelo (suelos pesados), niveles freáticos altos, elevados niveles de lixiviación de bases, alta acidez y baja fertilidad de los suelos. En un estudio realizado por Arguedas et al. (2006) sobre el SDLT en Costa Rica, se encontró un indicador que relaciona el contenido de Fe y Mn con la capacidad del intercambio catiónico efectiva (CICE) del suelo a dos profundidades del suelo, 0-20 cm y 20-40 cm. Estas relaciones discriminan claramente las fincas que tienen y no tienen el síndrome; sin embargo, los investigadores aclaran que los resultados son preliminares y requieren mayor profundización

Desde el punto de vista patológico, se presume que los árboles que presentan el síndrome comienzan a morir por procesos bioquímicos en el suelo, y posteriormente hay invasión de hongos del suelo que encuentran condiciones adecuadas para el establecimiento en los hospederos. Fusarium spp. es el patógeno que más común ha sido encontrado en las raíces de árboles afectados (Arguedas et al., 2004); su estado perfecto, Nectria spp. ha sido encontrado afectando tejidos del fuste de árboles que presentan SDLT.

Por las condiciones en que se presenta el síndrome (la edad de aparición y en regiones de altas precipitaciones durante todo el año), la presencia de ataques de patógenos no se considera como un factor primario de causa. En el mismo estudio sobre el SDLT en Costa Rica (Arguedas et al., 2006), no se logró aislar ningún patógeno de las muestras de raíces recolectadas, cuando se utilizó una técnica de cámara húmeda para su aislamiento.

Sin embargo, a pesar de estas consideraciones, la necesidad de determinar con claridad cuáles son los hongos asociados a este síndrome es vigente. Es necesario probar otros métodos de aislamiento y determinar la capacidad de los hongos aislados de infectar plántulas de teca. En la presente investigación se probará la capacidad de los hongos que se logren aislar, de infectar y enfermar diferentes clones de teca.

Objetivos

Objetivo general

Identificar los hongos asociados al Síndrome del Decaimiento Lento de la Teca y evaluar su capacidad de infectar clones de teca.

Objetivos específicos

 Aislar e identificar los hongos asociados a la raíz de árboles de teca que presenten el SDLT.

 Evaluar protocolos para la infección de plántulas de teca con los hongos aislados.

 Determinar el potencial de tolerancia genética en clones de teca a los hongos aislados.

 Evaluar la respuesta a la aplicaciones de Trichoderma spp. en árboles de teca afectados por el Síndrome del Decaimiento.

Revisión de literatura

Teca (Tectona grandis L. f)

Tectona grandis L. f., conocido comúnmente como teca (teak” en inglés), es un árbol caducifolio de tamaño grande, natural del Sudeste de Asia, en donde alcanza 45 m de altura y desarrolla un tronco con contrafuertes al llegar a la madurez.

El desarrollo radical de la teca comienza con una raíz pivotante gruesa y larga, pero también se producen numerosas y fuertes raíces laterales (Weaver, 1993), además las raíces de menos de 2mm de diámetro representan aproximadamente la mitad de la biomasa radical de un árbol (Srivastava et al., 1986). Debido a que las raíces de la teca son sensibles a las deficiencias de oxígeno, a menudo permanecen a poca profundidad, creciendo mejor en suelos bien aireados (Salazar y Albertin, 1974). Srivastava et al. (1986) mencionan que entre 65 y 80 por ciento de la biomasa radical fina de la teca se desarrolla en los primeros 30 cm de suelo, con la mayoría concentrándose entre 10 y 20 cm.

La teca es una de las fuentes de madera tropicales más valiosa, mejor conocida y extensamente cultivada, debido a que es una madera de gran calidad y con excelentes rendimientos (Chaves y Fonseca, 1991; Weaver, 1993; Bhat, 2000). En Centroamérica, se informa de aproximadamente 76000 ha plantadas con dicha especie (FAO, 2002).

La especie ha sido cultivada en Costa Rica desde los años 1926-1929, el MINAE reportó para el año 1998 un total de 40 000 ha plantadas de teca.

Esta especie tolera una gran variedad de climas, pero crece mejor en condiciones tropicales moderadamente

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