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Factores familiares y personalidad


Enviado por   •  2 de Octubre de 2012  •  Tesis  •  9.393 Palabras (38 Páginas)  •  727 Visitas

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Objetivos generales

Queremos generar una toma de conciencia en nuestra sociedad acerca de los trastornos de la conducta alimentaria para lograr su prevención, para ello fundamentalmente los padres deben estar alertas a ciertas conductas de sus hijas como la pérdida de peso excesiva, la falta de menstruación, la negación a comer, la ejercitación intensa, la búsqueda de conflictos o alguna actividad a la hora de comer, la tendencia a esconder su cuerpo y el mal carécter, irritabilidad, hostilidad y aislamiento que pueden ser un indicio de anorexia nerviosa. Mientras que si notan que sus hijas tienen atracones, comen a escondidas, tienen sensación de culpabilidad después de comer, utilizan laxantes y diuréticos asiduamente, y van al baño luego de cada comida pueden estar padeciendo bulimia nerviosa.

Factores familiares y personalidad

Consideramos que la familia, específicamente el medio familiar, establece no sólo el sostén de los trastornos de anorexia y bulimia nerviosa, sino que se estructuran de modo tal que constituyen un elemento fundamental de su génesis.

La información de la primera infancia nos permite ubicar un lugar esencial, y las modalidades particulares de comunicación de una determinada familia, en un momento particular de su historia, nos darán sin lugar a dudas las claves del desencadenamiento y desarrollo de la enfermedad.

En los estudios de los aspectos familiares nos centramos en una primera etapa en el análisis del vínculo y el rol materno. Las madres son descriptas de un modo que puede ser contradictorio, por un lado se nos aparece como un personaje fuerte, rígido, dominante, pero al mismo tiempo poco cálido. Por otro lado se revela la importancia de manifestaciones de tipo depresivas en un alto porcentaje de estas madres donde las amenazas y tentativas de suicidio aparecen con frecuencia, en más de un 60% de las pacientes tratadas hemos notado que en los primeros años de su desarrollo evolutivo éste estado depresivo materno impidió esa empatía necesaria entre la niña y su madre, especialmente en el período de lactancia.

Esta contradicción es sólo aparente, ya que su posición dominante y rígida de carácter encubren a una madre deprimida, que se percibe a si misma como débil, desbordada y desvalorizada.

Dentro de esta perspectiva debemos considerar qué lugar ocupa cada uno en la problemática vincular del otro, al respecto es la anoréxica quién va ocupar un lugar particular en la madre. La envestidura maternal es de naturaleza narcisista y valoriza principalmente de la niña performances socialmente reconocidas pero que irían en detrimento de todo aquello que es más personal, pulsional y afectivo. Esta sobre envestidura aparente de la niña contrasta en definitiva con el carácter frustrante de la madre, su falta de afecto o bien su incapacidad para transmitirlo y lo que es más manifiesto, su insatisfacción permanente.

Dentro de este grupo de madres es frecuente observar como ellas sobrevalorizan en los primeros años de vida a su hija para luego constituirse como madres "abandónicas" incapaces de reconocer y valorar el mundo emocional y afectivo de la niña, se sienten frustradas cuando estas no logran todo el esplendor social esperado; se crea así un vinculo de dependencia donde la madre le hace tomar a la niña sus necesidades como propias.

Cuando la paciente avanza en su tratamiento comienza a exponerse el carácter agresivo de la madre debido a que la joven lentamente se aparta del rol esperado por ella, destruyendo de algún modo la relación idealizada y ambivalente que mantenía con ésta; la ambivalencia funciona como un doble consolador, lo que no fue su propia madre o bien como representante de ésta.

En una segunda etapa se enfoca el rol paterno, el cual subraya su carácter borrado, sumiso, demostrando su incapacidad para dar muestras de autoridad, se mantiene frecuentemente excluido de la vida familiar; es particularmente significativo ver que en los meses anteriores al desencadenamiento de la sintomatología anoréxica como el padre presentaría indicios de un estado depresivo, por una modificación en su rol dentro de la dinámica familiar que lo ubica en un punto de mayor invalidez, de desvalorización o de incapacidad para sustentar las necesidades básicas familiares; pareciera ser todo esto un modelo constante. Su identidad está muy mal asegurada y en especial respecto de sus identificaciones femeninas, presentan actitudes que van desde un repliegue sensitivo de fuerte aislamiento de modo defensivo, hasta actitudes más abiertas de seducción hacia su hija, esta relación padre-hija aparece intimamente correlacionada con la psicopatología de la paciente, más seducción paterna, mayor histeria ligándola a cuadros de bulimia y vómitos, y más el padre actúa la vertiente del repliegue y el aislamiento, mayor predominio de cuadros de anorexia y tendencias esquizos.

En síntesis, hablamos de una familia convencional que sostiene las apariencias a cualquier precio, familias encerradas en sí mismas que temen al mundo exterior unidas por un funcionamiento patológico, que centran toda su voluntad en tratar de evitar conflictos internos e intentando mostrarse como perfectas y en donde la anoréxica o la bulímica, marcan su fracaso.

Ginecología

Desde el punto de vista ginecohormonal, se han encontrado secreciones patológicas de nor-adrenalina, serotonina y b-endorfinas. Esta última, debido a la gran actividad física que desarrollan las pacientes, se ve aumentada aún más, lo cual trae aparejado la liberación indirecta de gonadotrofinas y contribuyen a la instalación de la amenorrea. En pacientes con amenorreas de larga duración se observó esterilidad y osteopenia. Las alteraciones de la masa ósea podrían no ser reversibles continuando el proceso hasta llegar a la

osteoporosis en la edad adulta.

El patrón hormonal es bastante uniforme: hipogonadotrofismo con descenso especialmente de LH e hipoestrogenismo, estos valores descienden de acuerdo al tiempo de evolución y el porcentaje de pérdida de peso.

Criterios de hospitalización

En la actualidad, un alto porcentaje de pacientes con trastornos de su conducta alimentaria, debido a la complejidad y severidad de su sintomatología, requieren de cambios para los cuales el tratamiento ambulatorio resulta insuficiente, y ante esto la decisión más importante radica en hospitalizar o no al paciente.

Esta decisión se fundamenta a partir de la evaluación de distintas variables, tanto médicas como psicoterapéuticas y sociales. Los criterios a seguir son:

Médicos: La pérdida extrema, aquella que mantiene al paciente entre un 25% y un 30% por debajo de su peso normal, creando

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