Farmacología de antiuricémicos y antihistamínicos
Enviado por Dayana Caicedo • 1 de Diciembre de 2019 • Ensayo • 3.021 Palabras (13 Páginas) • 366 Visitas
Farmacología de antiuricémicos y antihistamínicos
El ácido úrico, en el hombre, es el producto final del metabolismo de las purinas, que forman parte de los nucleótidos: adenosina y guanosina y ácidos nucleicos. El ácido úrico endógeno se forma en el hígado, el músculo y el intestino, y se metaboliza por una enzima llamada xantina oxidasa. La hiperuricemia es una enfermedad metabólica frecuente provocada por un exceso de ácido úrico en sangre procedente del metabolismo de las purinas que ingerimos con la dieta y nuestro organismo no elimina, los fármacos antiuricémicos ayudan a reducir los niveles de ácido úrico en sangre, por otro lado los antihistamínicos son los fármacos más empleados en el tratamiento de las enfermedades alérgicas, inflamación, secreción ácida gástrica y probablemente la neurotransmisión central y periférica; están entre los medicamentos más prescritos a la población general, cuya característica común es la de inhibir los efectos de la histamina. (RODRÍGUEZ, 2017)
La hiperuricemia es una enfermedad metabólica frecuente provocada por un exceso de ácido úrico en sangre procedente del metabolismo de las purinas que ingerimos con la dieta y nuestro organismo no elimina, puede producir daño renal por la precipitación intratubular e intersticial de los cristales de urato monosódico o por otros mecanismos que conducen a arteriolopatía aferente, glomeruloesclerosis e hipertensión preglomerular. La mayor parte de los pacientes con hiperuricemia y enfermedad renal crónica permanecen asintomáticos, teniendo sólo un pequeño porcentaje de ellos síntomas de gota. Estudios clínicos y experimentales avalan el tratamiento de la hiperuricemia asintomática para frenar la progresión de la enfermedad renal, de la nefropatía diabética y mejorar el pronóstico global y cardiovascular de estos pacientes. la elevación de los valores de urato en plasma por encima de su concentración límite de solubilidad en condiciones fisiológicas. Este valor es de 6,8 mg/dL(110). La hiperuricemia mantenida es un factor necesario para la aparición de gota y tradicionalmente se ha utilizado para su diagnóstico. Sin embargo, la hiperuricemia es una alteración metabólica frecuente –sobre todo en varones por encima de los 40 años–y sólo una minoría de pacientes con hiperuricemia, especialmente con niveles de urato moderados (7-8,9mg/dL), desarrollarán un episodio agudo de gota en 5 años. Por ello, aunque es una condición necesaria, la hiperuricemia mantenida no es suficiente para establecer el diagnóstico. Además, los niveles normales de urato en plasma no descartan la presencia de gota, especialmente si la determinación se ha realizado durante un ataque de artritis, ya que en estas situaciones la uricemia puede descender hasta normalizarse u ocasionalmente incluso hasta niveles de hipouricemia.
Bajo la denominación de fármacos antiuricémicos se agrupan a aquellos que ya sea por inhibir la síntesis, favorecer la degradación o facilitar la eliminación, reducen los niveles de ácido úrico en sangre, dentro de estos fármacos podemos encontrar tres grupos principales:
- Fármacos que frenan la síntesis de ácido úrico
- Alopurinol: El alopurinol es usado en el tratamiento de la gota y los altos niveles de ácido úrico en el cuerpo causado por ciertos medicamentos para tratar el cáncer y los cálculos renales. El alopurinol pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores de oxidasa de xantina. Funciona al reducir la producción de ácido úrico en el cuerpo, ya que un nivel alto de éste puede causar ataques de gota o cálculos renales. El alopurinol se usa para prevenir los ataques de gota y no para tratarlos cuando ocurren. El alopurinol viene envasado en forma de tabletas para tomar por vía oral. Se toma generalmente una vez o dos veces al día, preferentemente después de las comidas. Para ayudarle a acordarse de tomar alopurinol, tómelo a la misma hora todos los días. Siga cuidadosamente las instrucciones en la etiqueta del medicamento y pregúntele a su doctor o farmacéutico cualquier cosa que no entienda. Use el medicamento exactamente como se indica. No use más ni menos que la dosis indicada ni tampoco más seguido que lo prescrito por su doctor.
- Fármacos que favorecen la degradación de ácido úrico
- Uricosúricos: es una sustancia, generalmente un medicamento, que aumenta la excreción de ácido úrico en la orina, reduciendo la concentración de ácido úrico en plasma sanguíneo. Por lo general, los medicamentos uricosúricos actúan sobre el túbulo contorneado proximal del riñón, donde interfieren con la absorción del ácido úrico desde los riñones de vuelta a la sangre. Se sabe que algunos uricosúricos actúan in vitro bloqueando la función de una proteína codificada por el gen SLC22A12, también llamado transportador de urato 1 (URAT1). Éste es un mediador clave en el transporte del ácido úrico desde el riñón hacia la sangre. En ciertas personas con mutaciones que conllevan a pérdida funcional del URAT1, los uricosúricos losartan y benzbromarona son inefectivas, sugiriendo que son fármacos que actúan sobre el URAT1 in vivo
- Fármacos que favorecen la eliminación de ácido úrico, solo existente es España
La histamina es una amina primaria derivada del imidazol, que se encuentra ampliamente distribuida en las mucosas del tracto gastrointestinal y respiratorio, así como en la piel. La mayor fuente de histamina en el cuerpo humano son los mastocitos titulares (su nombre actual deriva de la palabra griega histos, que significa tejido). Ésta se almacena en forma inactiva dentro de los gránulos basófilos de los mastocitos tisulares y leucocitos circulantes. En respuesta a ciertos estímulos, tales como un daño epitelial producido por toxinas, estas células liberan histamina, que inmediatamente produce la dilatación de los vasos sanguíneos y provoca edema por extravasación de líquidos y proteínas plasmáticas. Es evidente, por tanto, el papel de la histamina en la respuesta inmunitaria y en la inflamación.
La acción terapéutica de los antihistamínicos es meramente paliativa. No influyen en la reacción antígeno-anticuerpo, sino que se limitan a bloquear la respuesta fisiológica a la histamina libera, los antagonistas del receptor H1 son uno de los grupos farmacológicos más utilizados en el mundo. Se trata de un amplio grupo compuesto por sustancias que presentan algún parecido estructural con la histamina. La clasificación tradicional según la estructura química en alquilaminas, etanolaminas, etilendiaminas, fenotiazinas y piperazinas no resulta útil para la práctica clínica. Como los efectos ligados al receptor H1 son cualitativamente similares, actualmente se prefiere clasificarlos por sus propiedades farmacológicas con importancia clínica, como es la presencia o ausencia de efectos sedantes, anticolinérgicos o antiserotoninérgicos, su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica o para inhibir la degranulación mastocitaria, efectos adicionales no relacionados con el bloqueo de los receptores H1. Esto ha permitido diferenciar entre los llamados «antihistamínicos clásicos» y los «antihistamínicos no sedantes o de segunda generación», denominaciones que hacen clara referencia a sus propiedades farmacológicas, los antihistamínicos H1 de primera generación o clásicos contienen anillos aromáticos y sustituyentes aquil, que los hacen compuestos lipofílicos, por lo que pueden atravesar fácilmente la barrera hematoencefálica y presentan un efecto sedante. Además, existe una cierta relación entre el efecto depresor del sistema nervioso central y el componente de bloqueo colinérgico que la mayoría de estos fármacos presenta. Las acciones antieméticas y anticinetósicas de muchos de ellos (fenotiazinas, difenhidramina, dimenhidrinato) se deben en gran parte a sus propiedades sedantes y anticolinérgicas. Los antihistamínicos H1 de segunda generación son más selectivos por los receptores H1 periféricos y no atraviesan la barrera hematoencefálica, porque se han añadido o suprimido radicales en la estructura molecular que hacen a estos compuestos menos lipofílicos. Esto se traduce en que tienen un perfil de efectos adversos diferente y en que producen menos sedación y menos efectos anticolinérgicos. Los antihistaminicos H1 inhiben de forma competitiva las acciones derivadas de la interacción de la histamina con uno de sus subtipos de receptores, el receptor H1, y por ello evitan efectos como la vasodilatación, los estornudos y el prurito sin afectar a los efectos mediados por receptores H2 o H3. La eficacia de los antihistamínicos en la inflamación de tipo alérgico se piensa que se debe exclusivamente a la supresión de los efectos de la histamina liberada, sin actuar per se sobre la reacción inflamatoria. Sin embargo, se ha sugerido que los antihistamínicos de segunda generación podrían ejercer también efectos relacionados con la inhibición de la actividad antiinflamatoria. Ahora se dará a conocer sobre los Antihistamínicos H1 clásicos:
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